En abril, la atención de maternidad y neo en la clínica le costó al Municipio 2,7 millones de pesos
La comuna acordó, por tres meses, la atención de los partos y la internación de neonatos del Hospital en la Chacabuco, en el contexto de la pandemia. Según un informe aproximado, el convenio implicó una erogación de 2.740.000 pesos el mes pasado. Además, el Sistema de Salud aporta personal y la institución privada le factura a las obras sociales por los pacientes que tienen cobertura. El Concejo tratará la convalidación de ese convenio y de otros dos firmados con la Unicen.
Por el período de abril, la Nueva Clínica Chacabuco le facturará al Sistema Integrado de Salud unos 2,7 millones de pesos en concepto de la atención de los pacientes de Maternidad y Neonatología del Hospital. Tras la firma de un acuerdo de colaboración, esos dos servicios fueron trasladados al centro privado para liberar sectores del centro público, donde se internará a personas con diagnóstico de coronavirus.
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En vísperas del debate legislativo de los convenios que firmó el Intendente en el marco de la pandemia del Covid-19, los distintos bloques recibieron una liquidación provisoria de los costos de los servicios que brindó la clínica. Durante abril, el número ronda los 2.740.000 pesos, aunque se trata de un aproximado debido a que se está efectuando una auditoría que arrojará el monto definitivo.
El informe llegó después de una reunión de los integrantes de la Comisión de Salud, donde los bloques de la oposición solicitaron precisiones sobre el costo del contrato para el Municipio, teniendo en cuenta que el Hospital aporta trabajadores y que el establecimiento privado factura a las obras sociales por la atención de los pacientes el sector público que cuentan con cobertura social.
Las cláusulas
El acuerdo de colaboración rubricado el 31 de marzo pasado, entre el presidente del Sistema Integrado de Salud Pública (SISP) Gastón Morando y el administrador de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos Ricardo Saracca, tiene por objeto “la prestación de servicios de salud entre las dos instituciones a fin de articular una mejor atención de los ciudadanos, evitando el colapso del sistema de salud de Tandil”.
En tanto, la primera cláusula indica que la Clínica atenderá en sus instalaciones a todos los pacientes que sean derivados desde el SISP, correspondientes al Servicio de Maternidad en su conjunto y de Neonatología, y establece seis condiciones.
En principio, del acuerdo surge que el ente municipal deberá poner a disposición de la clínica un médico ginecólogo y una obstetra en forma activa durante las 24 horas y un enfermero por turno durante las 24 horas. Además, si el servicio se ve “desbordado”, el privado podrá solicitar la asistencia de un enfermero adicional.
Por otra parte, la recepción del recién nacido en el quirófano la realizarán profesionales del SISP, que también aportará dos enfermeros para la atención en Neonatología de la clínica que los dispondrá en los turnos rotativos.
Sumado a eso, la comuna pone a disposición una mucama para Maternidad de la Chacabuco, como así también un instrumentador, todos los días, de 18 a 7, para la cobertura del quirófano.
Por último, el SISP deberá asignar una mucama en forma activa para el servicio de guardia e internación de Maternidad y Neonatología, de 6 a 14.
Como condición, el establecimiento privado tiene obligación de prestar servicios de maternidad (partos, cesáreas y cirugías) y de Neonatología a requerimiento del SISP, durante las 24 horas, y deberá proveer los insumos necesarios para la atención de los pacientes derivados.
Por otra parte, el convenio contempla que “en caso de que se produzca un desborde en el servicio de Neonatología de la clínica por una mayor afluencia de lo normal de pacientes a atender, el SISP pondrá a disposición un médico y un enfermero, así como también a disposición de incubadoras en caso de resultar imprescindible”.
Facturación mensual
En tanto, el convenio detalla lo que abonará el Municipio por cada prestación y pone como referencia los valores de IOMA. En tanto, aclara que la Clínica se encargará de facturar a las respectivas obras sociales en el caso de los pacientes que tengan cobertura social.
La cláusula quinta del acuerdo de colaboración establece que “la facturación de las prestaciones será en forma mensual. La rendición individual de la clínica será enviada al SISP, la que tendrá un plazo de veinte días desde la fecha de recepción para realizar impugnación. Cumplido dicho plazo sin que se notifique observación alguna, se considerará cuenta liquidada. El SISP emitirá la orden de compra para la posterior facturación por parte de la clínica. El plazo de pago de las facturas será dentro de los treinta (30) días de la recepción de la rendición individual enviada por la clínica”.
En tanto, el contrato tendrá vigencia por tres meses, aunque se podrá renovar “con acuerdo expreso de las partes”, por el mismo u otro plazo, “según la evolución de la situación”. Además, establece que “cualquiera de las partes podrá denunciarlo unilateralmente sin expresión de causa “a través de un preaviso escrito, con un plazo no menor a treinta días y sin posibilidad de reclamar indemnización alguna”.
Los convenios con la Unicen por el testeo y las aplicaciones
Junto al contrato con la Clínica Chacabuco, el Departamento Ejecutivo elevó dos convenios firmados con la Unicen, también en el marco de la pandemia. Uno contempla la compra de insumos y reactivos por parte del Sistema de Salud para realizar los test de detección de coronavirus en el Laboratorio de Virología de la Unicen, y el restante trata sobre el desarrollo de las aplicaciones para autodiagnóstico y gestión de seguimiento de casos por parte del Instituto Pladema.
En el primer caso, las autoridades del SISP, Gastón Morando y Matías Tringler, destacaron que realizar los diagnósticos en la ciudad “nos permite tener los resultados en el mismo día en que fueron solicitados” y “la factibilidad de analizar muestras de manera estratégica, apartándonos de la definición de caso sospechoso de Covid-19”, como por ejemplo, hacer hisopados a convivientes o contactos estrechos asintomáticos, “lo cual tiene gran valor epidemiológico”.
Este acuerdo prevé un gasto inicial estimado en 900 mil pesos para procesar unas 500 muestras, aunque se podrá ampliar un monto mayor hasta un total de 1,5 millones de pesos.