Voluntarios de la Unicen procesan los formularios de autoevaluación de Covid-19
En su mayoría son jóvenes que cursan la carrera de medicina de la Unicen. Cumplen funciones en el centro de monitoreo creado para tomar los formularios que ingresan a través de la herramienta digital de diagnóstico de coronavirus. La coordinadora del grupo, Martina Iparraguirre, destacó las medidas implementadas.
Unos 25 voluntarios de la Facultad de Salud de la Universidad Nacional de Centro respondieron a la convocatoria para formar parte del voluntariado por la emergencia sanitaria y actualmente trabajan en la recepción de las consultas que ingresan por medio de la herramienta para la autoevaluación online a través del sitio https://coronavirus.tandil.gov.ar.
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En su mayoría son jóvenes estudiantes de medicina que desarrollan tareas en el centro de monitoreo de problemas respiratorios que funciona en las oficinas del Sistema Integrado de Salud Pública, donde reciben, procesan y derivan los formularios a través del desarrollo creado por el Instituto Pladema.
En diálogo con el ciclo radial “Cosas que pasan”, que se emite de lunes a viernes de 9.30 a 13 por la 104.1 Tandil FM, la coordinadora del grupo, Martina Iparraguirre, trazó un panorama respecto a la tarea realizada que realizan estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Unicen, destacó las medidas adoptadas en el marco de la pandemia en sintonía con Nación y Provincia, y valoró el impacto que tiene esta herramienta en cuanto a la posibilidad de establecer el nexo epidemiológico de cada potencial caso.
En primer lugar, precisó que un total de 24 jóvenes decidió adherir a la convocatoria que lanzó la Universidad Nacional del Centro en el marco de la emergencia sanitaria y ponerse a disposición para las tareas que se requieran.
Desde que se inició esta línea de acción, “todo estuvo muy bien organizado” por el Municipio, reconoció, y destacó el trabajo de “mucha coherencia interna” que facilitó todo el desarrollo, capacitación y puesta en funcionamiento del espacio para la gestión de la herramienta digital desarrollada por Pladema.
Los voluntarios cumplen con una tarea específica. Todas las personas que puedan presentar algún síntoma pueden hacer la autoevaluación a través de la aplicación, que genera una base de datos y clasifica los casos de acuerdo al criterio basado en el método denominado triage.
Esta información llega a los voluntarios que realizan funciones en el centro de monitoreo que se implementó en las oficinas del Sistema Integrado de Salud Pública.
El trabajo
“En la pantalla de sus computadoras, ven los casos y la calificación según el riesgo que presentan y se comunican con la persona. Lo primero que hacen es volver a chequear la primera calificación que hace el programa para ver si es correcta y, en función de lo que arroje, en consulta permanente con el médico que esté en el momento, se define el modo de proceder”, repasó.
Según indicó, se presentaron situaciones en las que los voluntarios volvieron a contactarse con el vecino que utilizó la herramienta virtual o, “como también sucedió, hubo casos que cumplieron con los criterios de sospechosos, se los fueron a buscar para hacerle el hisopado e internarlos”.
Otra de las modalidades incluidas en este servicio es la posibilidad de recibir llamados. En este caso, la demanda telefónica es atendida por los profesionales del Sistema Integrado de Salud Pública.
Una actividad dinámica
En otro pasaje de la entrevista radial, Iparraguirre subrayó que esta acción que involucra a los voluntarios de la Facultad de Ciencias de la Salud fue implementada reconociendo que es “dinámica y perfectible” por las autoridades sanitarias de la ciudad.
Y graficó que, “cuando se hizo la capacitación a los estudiantes, dijeron que era perfectible y que se podía modificar y de hecho lo hicieron”, señaló y a modo de ejemplo citó la incorporación de los nuevos criterios que difundió el Ministerio de Salud de la Nación para considerar un caso como sospechoso.
Ante la actualización del listado de síntomas, “a las 72 horas, la Unicen ya había modificado la aplicación y esto tiene que ver con esta permeabilidad que es fundamental para trabajar en estos temas”, enfatizó la profesional.
Asimismo, sumó el concepto de trazabilidad que permite obtener la aplicación desarrollada por la Unicen.
“Uno de los datos que recoge la aplicación tiene que ver con el nexo epidemiológico, si el paciente viajó a zonas de transmisión o estuvo con alguien que lo haya hecho”, dijo.
Esta descripción “nos permite establecer el nexo epidemiológico para determinar si hay o no circulación autóctona que, por suerte, hasta el momento no la hay” y ratificó que los casos fueron “con un nexo epidemiológico bien concreto, un viaje a sitios donde había circulación viral”.
Las medidas
La profesional se mostró muy conforme con el modo en que se abordó la emergencia sanitaria y las medidas adoptadas para frenar el avance del virus.
Y consideró que, independientemente del modo en que impacta el aislamiento social preventivo y obligatorio en las personas, “el Municipio tomó todas las decisiones que había que tomar, en consonancia con los demás niveles del Estado”, lo cual resulta “muy ordenador y tranquilizador para la población”.
En el caso de Tandil, el hecho de haber “convocado a otros actores sociales para ponernos a trabajar a todos en la misma línea me parece maravilloso. Esto no sucede en todas las ciudades, donde hay tres trabajos en paralelo, que muchas veces recogen los datos de manera diferente y eso dificulta su procesamiento a futuro”.
En ese sentido, habló de la “ventaja epidemiológica” que tendrá Tandil frente a la recopilación de datos por medio de un mismo canal, que permitirá “hacer un montón de estudios con poco margen de error” y eso será gracias a la “decisión que tomó el Municipio de convocar a todos los actores sociales a trabajar dentro de una misma línea”.