BÁSQUETBOL
A doce años de la partida de Morel, referente del rojinegro
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Por Eduardo Aldasoro
Corría la temporada 2006/07 del Provincial de Clubes de básquetbol e Independiente lograba una brillante campaña, logrando el ascenso a la Liga Nacional B al llegar al subcampeonato.
En dicha campaña se destacaron jugadores como Lautaro Morel y Fernando Cano, formados en las divisiones inferiores de la entidad de avenida Avellaneda.
Independiente logró no sólo hacer un gran torneo, sino también llenar el polideportivo Duggan Martignoni, donde se mantuvo invicto en todo el certamen. Cano y Morel eran parte de un grupo de jugadores consagrados, integrantes de uno de los mejores planteles del club, bajo la dirección técnica de Carlos Zulberti.
La alegría por el esfuerzo realizado no siempre dura el tiempo merecido. Un año después del logro, en un trágico accidente automovilístico Lautaro Morel perdió la vida, al igual que su madre que lo acompañaba.
En aquel 2008, Independiente todavía contaba con muchas familias que compartían las actividades deportivas, no sólo en lo deportivo sino también en lo social y cultural. Los Morel conformaban una de esas familias. Yo diría que Lautaro nació con una pelota bajo el brazo. Con un temperamento difícil de manejar, como le pasaba a la mayoría de los jóvenes que nacían con condiciones para el deporte.
Nos dejó el negrito de la NBA, como cariñosamente yo le decía a Lautaro. Fue uno de los “hijos espirituales” que gané a través del deporte de los cestos. Ese año, yo presidía la Asociación de Básquetbol de Tandil y él regresaba de su paso por Estudiantes de Olavarría.
Volvía al club que lo había visto crecer y estaba dispuesto a brindar sus conocimientos en las divisiones inferiores rojinegras. De paso, me había entregado un proyecto para las selecciones inferiores de la Asociación y yo le ofrecí la secretaría, algo que él aceptó. Tenía todas las condiciones para sobresalir. No pudo ser, un insólito accidente tronchó su vida y la de su madre.
Hoy, al cumplirse doce años de su partida, lo recordamos. También para recordar a aquellos dirigentes y deportistas que dejaron una huella en la vida del básquetbol rojinegro. Lautaro, siempre en nuestros corazones.