MUNDIAL DE RUGBY
Arrancaban los cuartos
El seleccionado de Nueva Zelanda, los All Blacks, vigente bicampeón mundial, jugaba ante Irlanda, en uno de los dos encuentros por los cuartos de la IX Copa del Mundo que se desarrolla en Japón.
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El partido se jugaba desde las 7.15 de Argentina, en el estadio Tokyo, en la capital japonesa, con el arbitraje del galés Nigel Owens, asistido por el francés Pascal Gauzere y el australiano Angus Gardner.
En el otro compromiso de esta madrugada, a las 4.15, en el Oita Stadium, Inglaterra jugaba ante Australia con el arbitraje del francés Jérôme Garcès, asistido por sus compatriotas Romain Poite y Mathieu Raynal.
Los All Blacks comenzaban la recta final buscando su cuarto título, tercero consecutivo, tras ganar el Grupo B superando a Sudáfrica por 23-13, Canadá 63-0, Namibia 71-9 y el empate ante Italia al haber cancelado el juego por el tifón Hagibis.
Irlanda fue segundo en el Grupo A luego de vencer a Escocia por 27-3, Rusia por 35-0 y Samoa 47-5, cayendo ante Japón por 19-12.
Ambos equipos se enfrentaron 31 veces: 28 ganaron los All Blacks, dos Irlanda (en 2016 por 40-29 y 2018 por 16-9) y un empate.
Inglaterra y Australia, protagonistas de dos finales de mundiales, se jugaban el pase a semifinales. Inglaterra ganó el Grupo C luego de ganarle a Tonga por 35-3, a Estados Unidos por 45-7 y Argentina por 39-19, igualando ante Francia por cancelación del cotejo; mientras que Australia, segundo del Grupo D, derrotó a Fiyi por 39-21, cayó ante Gales por 29-25, y derrotó a Uruguay por 45-10 y a Georgia por 27-8.
Luego de 50 partidos, Australia aventaja por un triunfo a los ingleses (25-24) con un empate. Australia le ganó la final del mundial 1991, en Inglaterra, por 12-6, pero los británicos se “vengaron” al ganar la copa jugada en Australia triunfando en la final ante los Wallabies por 20-17.
Inglaterra es candidato al título pero el único partido de riesgo que tuvo fue con Argentina y Los Pumas sufrieron una expulsión (el segunda línea Tomás Lavanini) a los 30 minutos de juego, y con Francia no jugaron. Australia asomaba como más débil y ya cayó ante Gales, pero nunca hay que dar por perdidos a los oceánicos.