Bruni, de regreso tras su experiencia mundial
El tercera línea de Jaguares llegó a Tandil, colaboró con una práctica del plantel superior de Uncas bajo la lluvia y contó lo que dejó su paso por Japón con Los Pumas
En el rugby hay un mandato no escrito que deben seguir aquellos jugadores que trascienden su club para formar parte de una instancia superior de competencia, cuando son elegidos para integrar algún seleccionado provincial o nacional. Tienen que tomar su experiencia, lo que aprenden en ese salto de calidad, y devolverlo a sus equipos, volcando sus experiencias para que sus compañeros también reciban de alguna manera esos conocimientos adquiridos.
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Rodrigo Bruni partió hace unos años de Uncas y su crecimiento personal lo llevó a integrar el seleccionado nacional en la máxima cita mundial. Pero está claro que no está dispuesto a dejar de lado sus orígenes. Se pudo ver su sentido de pertenecía cuando se paseó con la camiseta aurinegra sobre los hombros el día de su debut con Los Pumas en Japón, frente a Estados Unidos, y se confirma cuando se junta con el plantel superior al día siguiente de su llegada a Tandil, para acercarle algunos conceptos técnicos, en una práctica que se prolonga por más de una hora bajo la lluvia.
“Tengo a muchos de mis amigos en el plantel superior y trato de que ellos compartan de alguna manera las cosas que yo fui adquiriendo en los últimos tiempos. No les quiero imponer nada, que cada uno tome lo que quiera y lo ponga en práctica si le sirve. Son pequeños conceptos, cosas que hoy en día se ponen en práctica en el alto nivel y está bueno que tengan la chance de conocerlos. Les transmití situaciones que se presentan en la cancha y formas de resolverlas. Yo hoy en día vivo del rugby, estoy todo el día con esto, tengo en el auto un libro con todo lo que hacemos y con anotaciones mías y me gusta compartirlo. Es una forma de devolverle de a poco al club todo lo que me brindó. Son mis amigos y es como llevar algo a mi casa para compartirlo”, explica Bruni, todavía con la ropa húmeda.
-¿Cómo fue el regreso a la Argentina?
-Manejé muy bien el cambio de horario de horario. Los preparadores físicos nos hicieron laburar mucho el tema de las horas de sueño para adaptarnos rápido y por suerte no tuve problemas, sobre todo a la vuelta porque al día siguiente de llegar no tenía ninguna obligación. Cuando fuimos para allá costó un poco más, pero nos vinieron bien esos días de preparación en Australia.
– ¿Qué sensaciones te quedaron del Mundial?
-El grupo quedó decepcionado por la actuación. Esperábamos más y laburamos mucho para tener mejores resultados. En lo personal fue complicado, sobre todo porque yo entré al plantel un poco por la puerta de atrás, porque pensaba que no tenía chances de estar y de repente estaba en la lista. Pero a partir de ahí todo lo que viene es positivo y cuando ya estás ahí buscás algo más. No te conformás con ser uno más, con ser parte de una gran experiencia, querés jugar. Y eso cuesta mucho, porque no te toca, lo ves desde afuera y cuando llega la oportunidad es con el equipo ya eliminado, que tiene un sabor distinto a los primeros partidos, cuando está todo por jugarse”.
-¿Cómo fueron los meses previos al Mundial, jugando en Sudáfrica con Jaguares XV?
-Estoy muy integrado al grupo del seleccionado, hay gente excelente. Hace dos años que estoy con ellos, fui a dos ventanas de noviembre con Los Pumas, este año me incorporé como plantel permanente a Jaguares. Pero la verdad es que cuando me tocó ir a Sudáfrica con Jaguares XV mis expectativas de ir al Mundial bajaron un cien por cien. Pensaba que no tenía chances. Fue duro mentalmente, porque vos apuntás a conformar a los entrenadores para estar, y es muy complicado cuando tenés señales de que no te alcanza con lo que estás mostrando. Sobre todo en un grupo tan consolidado como el de Los Pumas.
– ¿Cómo es el cambio de Jaguares a Los Pumas con planteles tan parecidos?
-Por ahí para los jugadores de Jaguares se hace difícil cambiar el chip y ponerse la camiseta de Los Pumas, con planteles y sistemas de juego que son bastante similares. Pero estar en el seleccionado es algo muy especial y esa motivación te ayuda a dejar de lado esas cuestiones. Cuando estás con Los Pumas no existe otra cosa en el mundo. A lo mejor, para mí se hizo más sencillo porque no terminé jugando la final del Super Rugby como la mayoría de mis compañeros, y no sentí tanto ese cansancio mental y físico. Eso está muy bien manejado por el cuerpo técnico, porque regulan los esfuerzos y las cargas en los entrenamientos. A veces me tocaba estar golpeándome adentro de la cancha y ver al jugador que competía conmigo en el puesto haciendo bicicleta, porque venía de un desgaste físico muy grande. Te cuesta asimilarlo en el momento, pero son las reglas del juego y está bien que sea así.
– ¿Cómo fue la convivencia con un jugador de la experiencia de Leguizamón, que jugó su cuarto Mundial?
-Me tocó estar cerca y me sentí muy identificado con él. Es un jugador que tiene una experiencia tremenda y es excelente como persona. Estuvimos casi todos los partidos afuera juntos, corríamos, hacíamos gimnasio, todo al lado de él. Es un referente y para mí, que lo tenía de fondo de pantalla en la computadora cuando era chico, fue increíble tenerlo como compañero en un Mundial.
-Cuando empieza la preparación para el Super Rugby?
-Nos juntamos de vuelta el 25 de noviembre y entrenamos hasta el 21 de diciembre. Y el 2 de enero volvemos. Me dijeron que venimos a Tandil, pero oficialmente todavía no nos comunicaron nada. Después de Japón me tomé vacaciones reales. La verdad no estoy haciendo nada, pero ya tengo muchas ganas de arrancar y me voy a empezar a mover ya, porque quiero llegar de la mejor forma al arranque de la pretemporada.