BÁSQUETBOL
Dilascio, a Europa con el bolso lleno de ilusiones
El exbase de Independiente fue contratado por un club italiano. Mañana volará rumbo al Viejo Continente. Un repaso pormenorizado a través de una carrera que registra varios años en el rojinegro.
Por Fernando Izquierdo, de esta Redacción
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A Santiago Dilascio acaba de presentársele la oportunidad que tanto anhelaba.
El ahora exbase de Independiente armó las valijas y mañana volará rumbo a Europa, contratado por el Mola New Basket, equipo de la cuarta categoría italiana.
Impulsado por Mario Ghersetti (tandilense adoptivo que emigró hace casi dos décadas), quien ofició de contacto, el olavarriense ya palpita su primera aventura en el exterior.
A días de haberse concretado oficialmente su éxodo al Viejo Continente, Dilascio mantuvo un extenso diálogo con este Diario, a través del cual el repaso alcanzó no sólo su futuro en Italia sino también sus raíces basquetbolísticas:
“Venía pensando en una posibilidad así desde hace un tiempo, pero no se me venía dando. Allá por marzo, cuando recién se desató la pandemia, Mario Ghersetti se ofreció a darme una mano. Le dije que sí, que vayamos para adelante. Hablé con Carlo Sordi, mi representante, quien estuvo muy atento conmigo, todo el tiempo fue informándome sobre cómo marchaba todo. Me dijo que en este equipo de Bari teníamos una opción”, comenzó explicando Santiago.
-¿Cuándo te lo confirmaron?
-El sábado 19. Me desperté a las 9 de la mañana y tenía el contrato en mi celular, literal. Si bien era algo que yo venía buscando, terminó siendo sorpresivo porque se concretó de un día para el otro. Me enviaron el contrato con la firma del club y yo hice la mía y la enviamos vía digital.
-¿Qué sabés de tu nuevo club y su categoría?
-Estuve interiorizándome con algunos amigos que tengo allá, porque no contaba con demasiada información. Me dijeron que es una categoría que permite tres extranjeros por equipo, es linda para jugar, la zona a la que voy yo, Puglia, en Bari, está considerada una de las más fuertes, junto a Lombardía. Eso es algo para tener en cuenta, no es que voy a una liga poco competitiva.
-Es una posibilidad que se te presenta en un momento ideal. Siendo aún joven, pero con un recorrido deportivo considerable.
-Tal cual. Creo que tengo la edad justa para asumir esta experiencia. No soy un veterano, pero tampoco de lo más joven. Espero que sea algo que me sirva.
El Provincial inconcluso
-¿Cómo conviviste con la incertidumbre en torno a la continuidad del Provincial?
-Primero, fue un bajonazo. Después me mentalicé en que podía reiniciarse El equipo venía embalado, con una racha positiva y con un muy buen ánimo. Cortar de golpe fue duro. No terminar este torneo es como una espina que me queda clavada. Pero, con un contexto que no ayudaba, no tenía sentido que el Provincial se reinicie.
-¿Independientemente de ese primer puesto en la fase regular, veías que esta vez tenían un plus para llegar en comparación con campañas anteriores?
-Sí. Obviamente, uno no tiene la bola de cristal, puede hablar y especular, pero a los partidos hay que jugarlos. Creo que teníamos un equipo con experiencia, integrado por jugadores que hace mucho tiempo veníamos jugando juntos. Eso es algo que hace la diferencia. Me parece que, en situaciones como las que se venían, podíamos llegar a tener una ventaja por ese lado.
-¿Desde la ambición que presentó el equipo puede compararse esta campaña con la segunda de Castiñeira en el Federal?
-Sí, incluso por la manera de jugar. Ambos equipos jugaban bien. Salvando las diferencias de nivel o categoría, se puede comparar. Había partidos en los que jugábamos muy bien y lo disfrutábamos. Eran buenos grupos, con jugadores responsables, dispuestos al entrenamiento y a cuidarse. Lógicamente, el equipo del Federal era un poco más profesional, por una cuestión de la categoría en la que jugaba.
-¿Qué otro plantel de Independiente atesorás especialmente?
-El de la primera Liga Junior, con Lautaro (Lanusse), Emilio (González), Gastón (González) y “Jona” (Carabajal) y varios chicos que ayudaban desde atrás. Fue un grupo muy lindo equipo porque éramos todos amigos.
La llegada a Tandil
-¿Qué recordás de tu primer vínculo con Independiente?
-Jugué dos años como juvenil. Estuve en el club siendo chico, viviendo una de las etapas más lindas. Le tengo un cariño muy grande a Independiente. Me dio la posibilidad de jugar el Torneo Federal, dos Ligas Junior, el Provincial…me llevo muchas cosas lindas del club, no sólo en lo vinculado a lo deportivo.
-Te ha tocado compartir plantel con jugadores que bien pueden ser tomados como referencia.
-Seguro, de ellos he tratado de copiar todo lo bueno. Creo que supe aprovechar tener como compañeros a jugadores como Lucas (Picarelli), “Porti” (Leandro Portillo), “Emma” (Hartstock) o Valerio (Andrizzi). Son jugadores de mucha experiencia que siempre están pendientes de cómo estás y se muestran dispuestos a hablar con uno. Lo mismo “Ale” (Arca), con quien incluso fuimos compañeros en Entre Ríos.
-¿Y en cuanto a los entrenadores?
-Uno siempre se va adaptando y quedándose con cositas de cada uno. Eso te sirve para, cuando sos más grande, contar con cierta experiencia. No he tenido muchos entrenadores, pero sí muy buenos, lo mismo que sus asistentes.
-¿Te sentiste especialmente cómodo con alguno de los que tuviste en Independiente?
-Castiñeira tuvo una importancia grande en mi carrera. En su segunda temporada en el club, me brindó mucha confianza siendo yo muy chico. Me permitía cerrar los cuartos y me asignaba protagonismo en situaciones importantes, con lo cual hasta yo me sorprendía. Álvaro fue quien me hizo dar cuenta de que podía darle cosas al equipo. Él apostó por mí, se la jugó por un joven en un equipo que era protagonista en el torneo. Jugar en esa situación no es fácil, a veces, en un equipo que va último es más sencillo.
-¿En qué sos mejor respecto al Dilascio que llegó hace casi diez años a Tandil?
-En lo basquetbolístico, si bien me falta muchísimo, creo que mejoré en la forma de jugar un pick and roll, en leer una situación de juego, o en qué momento pasarle la pelota a tal o cual jugador. En lo emocional tengo que seguir mejorando. Cuando el cansancio llega al cerebro es cuando uno tiene que estar más calmo, sobre todo en la posición del base. Me parece que maduré y aún lo sigo haciendo. También he ido cuidando más mi cuerpo. Aunque parezca mentira, no es lo mismo tener 19 años que cuando entrás en la recta que va desde los 25 hasta los 30.
-¿Qué te dejó aquella temporada de TNA en Estudiantes de Olavarría?
-La sensación de que podía jugar en ese nivel, lo comprobé viviéndolo, estando ahí. Tenía ciertas dudas por mi estatura u otras limitaciones que uno tiene, pero creo que lo sobrellevé. Un tiempo después, he visto videos de los partidos y realmente me fue bien. Demostré que podía estar en un plantel completamente profesional. Reconozco que se me abrió la posibilidad por ocupar una ficha U21, llegar como mayor es más complicado.
-Pasar a una categoría superior también te potencia. Entre el roce de los entrenamientos y la motivación que representa.
-Seguro. Entrenar con los mejores, te hace mejor a vos. Uno se potencia cuando se rodea de compañeros, entrenadores y dirigentes profesionales. No vas a mejorar bajando de categoría y haciendo 50 puntos por partido.
-¿Y la experiencia en Entre Ríos?
-Fue la primera vez que me iba lejos de mi casa. Fue el año en el que mejor jugué al básquet, de algún modo fue madurar, ver que podía rendir aun estando a 900 kilómetros de mi lugar. Después de esa temporada, tuve la posibilidad de volver pero no la tomé. Ese año en Capuchinos me demostró que podía jugar en una zona muy fuerte del Torneo Federal como era ésa.
-¿A quién podés mencionar como referente en tu posición?
-A Campazzo. A los bases de su estatura, nos demuestra que se puede. Nos alienta a seguir, a saber que cambiando diferentes hábitos, de alimentación, entrenamiento y demás, se puede jugar a cualquier nivel. Obviamente, él tiene algunas cosas que lo hacen un crack. Es un jugador que siempre admiré, disfruto mucho viéndolo. Y tuve la suerte de que me regale una camiseta.
Los inicios
-De algún modo, comenzaste en el básquet por mandato familiar.
-Claro. Mi viejo y mi tío jugaban. Como muchos chicos, hacía muchos deportes, pero siempre tuve preferencia por el básquet. Empecé a los 4 años, iba al jardín con las zapatillas en el bolso para, después, irme directamente para el club.
-¿Siempre Estudiantes?
-Tuve un breve paso por Pueblo Nuevo, cuando recién empecé.
-¿Desde cuándo tenés enfocado al básquet como un trabajo?
-Siempre lo viví como un juego. Obviamente, cuando uno empieza a crecer se encuentra con otras responsabilidades. Pero es importante que, en tu cabeza, lo tomes como un juego. Aunque, a medida que fui creciendo, me di cuenta de que es un trabajo y debo tomarlo como tal.
-¿En las formativas ya sobresalías?
-No sé decirte. Sí tuve la suerte de integrar buenos equipos y ser dirigido por buenos entrenadores. O sea, con las condiciones dadas para competir bien. Tanto en Estudiantes como en las selecciones de Olavarría que me tocó integrar.