SERGIO HOFFMAN
“Es como estar lesionado cuarenta días”
El atleta describió las consecuencias del receso. “Estoy al 50 por ciento de mi rendimiento habitual”, graficó el ayacuchense radicado en Tandil.
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Por Fernando Izquierdo, de esta Redacción
fernandoizquierdo@hotmail.com
Sergio Hoffman es un destacadísimo atleta del medio local en competencias de calle.
El ayacuchense radicado en Tandil es un recurrente habitante del podio en carreras de la ciudad y la zona, manteniéndose vigente a los 38 años.
Además de correr, Hoffman tiene a su cargo el grupo de entrenamiento Corredores Nocturnos.
La pandemia propiciada por el coronavirus lo ha condenado al receso, debiendo contentarse -tanto él como sus dirigidos- con entrenamientos muy distantes a lo habitual.
En diálogo con este Diario, Hoffman se refirió a los detalles de los mismos:
“Vengo trabajando con muchos ejercicios posturales, utilizando mi peso corporal. Hago un entrenamiento funcional, combinado con carreras de diez o quince metros, en función del espacio del que dispongo. Alterno un ejercicio con una pasada, totalizando seis o siete series. Treinta segundos en cada estación, hasta completar seis o siete minutos. También tengo ejercicios de coordinación en el lugar, con las piernas. Nos sirve para no perder más forma todavía y mantenernos siempre activos”.
-¿Este receso es más perjudicial para un fondista como vos respecto a atletas de distancias más cortas?
-Absolutamente. El entrenamiento nuestro está basado en lo aeróbico y cumplirlo en espacios reducidos es imposible. El atleta de pista, que abarca tramos menores, puede desarrollar un entrenamiento mucho más similar a aquél al que está habituado.
-¿Cuánto perdiste de tu estado de forma en términos porcentuales?
-Te diría que alrededor del 50 por ciento. Sé que el día que pueda salir a trotar no podré hacer más de cuarenta minutos. Lo aeróbico es lo primero que se pierde, pero también lo que se recupera antes. Es decir, los primeros días no podré correr mucho, pero a la semana voy a estar cubriendo 15 ó 16 kilómetros, prácticamente sin molestias.
-En tiempos más altos de lo habitual…
-Naturalmente. El ritmo será más lento, además tenemos que cuidar las articulaciones para prevenir lesiones. Si habitualmente corría en 4’10” el kilómetro, lo voy a hacer en 4’40” o 4’50”.
-¿Una vez levantada la cuarentena preferís la competencia inmediata, aún a costa de tiempos más altos, o sería conveniente un lapso de entrenamiento en condiciones normales?
-Lo preferible es que la competencia vuelva a largo plazo. Que el deportista se pueda acomodar y las condiciones sean parejas para todos. Hay que tener en cuenta que hay quienes viven en el campo u otras localidades y está entrenando en mejores condiciones respecto al que vive en un departamento. Hay una gran ventaja en ello. Tenemos que hacer de cuenta que, quienes entrenamos en espacios reducidos, estamos atravesando una lesión de cuarenta días, es similar a eso. Y, para volver a nuestra mejor forma, necesitaremos el mismo tiempo. El período de receso es el mismo que te demanda volver a tu mejor forma.
-¿Qué es lo que más extrañás?
-La libertad. Nunca había pasado por un estado de cuarentena. De no poder salir y, si lo hacés, con la incertidumbre de dónde puede estar el virus, de qué podés tocar y qué no. Las carreras, obviamente que también las extraño. En mi caso, el año pasado competí en veintitrés, casi dos por mes. Estar más de un mes sin hacerlo, me resulta un montón. Uno tiene que estar tranquilo, ir viendo las noticias y esperando lo mejor para todos.
-¿Quién te proporciona los ejercicios que hacés en cuarentena?
-He hecho algunas capacitaciones. Estoy en el segundo nivel de IAFF, un curso de entrenador de atletismo. Además, fui convocado para un congreso de entrenadores de Sudamérica, que está muy bueno. Con todo eso, uno va aprendiendo un montón y se va poniendo al día con las nuevas metodologías de entrenamiento. Eso ayuda mucho para diagramar las rutinas.
-¿Cómo desarrollás el entrenamiento para tus alumnos?
-Realizamos videollamadas. Con esta situación, un poco se han relajado. Esta pandemia ha servido para unirlos en familia, pero también para que pierdan un poco la noción del tiempo. Hay quienes suelen quedarse mirando una película o lo que sea hasta la 1 ó 2 de la mañana, y después terminan levantándose a las 11 ó 12. Hay algunos que lo toman con mayor responsabilidad que otros.