Hoffman, el nombre de la vigencia en el atletismo
A los 38 años, este tandilense por adopción sigue mezclándose con los mejores en las pruebas de fondo
El nombre de Sergio Hoffman es una fija cada vez que se repasan las principales posiciones de las competencias de fondo en Tandil y la región. La victoria o el podio siempre están relacionados con el rendimiento de este atleta nacido en Ayacucho, pero totalmente arraigado en Tandil, donde sigue mostrando su talento a los 38 años.
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Comenzó a competir a los 17, demostrando que nunca es tarde cuando hay capacidad y ganas de destacarse, y mantiene una vigencia notable, dando pelea cada fin de semana.
Por estos días, los habituales entrenamientos por las calles de la ciudad y las competencias quedaron relegadas con el confinamiento, y Hoffman lo sobrelleva de la mejor forma posible: “Es algo totalmente nuevo, así que vamos aprendiendo sobre la marcha. Nunca me había pasado estar tanto tiempo sin salir a entrenar a la calle. Uno como fondista tiene la rutina de practicar de lunes a domingo y ya hace casi 50 días que eso no se puede hacer, así que nos tuvimos que adaptar. Cambiamos rotundamente la forma de entrenar, haciendo ejercicios de fuerza en forma funcional. Y al mismo tiempo trato de hacer distintas capacitaciones, para estar mejor preparado cuando todo vuelva a la normalidad”.
-¿Cómo afecta esta cuarentena a un atleta de elite?
– Nos afecta mucho, y más que nada a la especialidad que yo tengo en el atletismo. Lo que más rápido se pierde al estar parado es la parte aeróbica. También sabemos que eso es lo primero que se recupera, y que el tiempo que estuvimos parados va a ser el tiempo que vamos a tardar en recuperar la forma física, siempre y cuando no tengamos ninguna lesión.
– ¿Cómo fueron tus primeros pasos en el atletismo?
– Empecé a los 17 años. Jugaba al fútbol desde los 5 y después me incliné por el deporte individual y comencé a transitar todo lo que son las competencias. Cuando uno arranca una actividad se imagina que puede hacer bien las cosas y destacarse, y por suerte fue así. Mi tercera o cuarta carrera fue la Tandilia, en 1998, y recuerdo que fui todo el recorrido a la par de Elisa (Cobanea). Eso para mí fue inolvidable. La gente la alentaba mucho en todo el trayecto, y yo pensaba que en un futuro quería que me pasara lo mismo a mí. Haber logrado eso es impagable, es lo mejor que te puede pasar.
– ¿Cuándo llegaste a Tandil?
– Estoy desde 2004, formé una familia y desarrollé mi vida acá. Estoy radicado y me quedaré por el resto de mi vida. Agradecido de que me hayan adoptado como un tandilense más y de poder brindarle todos mis logros a la ciudad. Estoy con Corredores Nocturnos desde hace seis años, y es otra forma de hacer lo que uno lleva en la sangre y poder difundirlo a toda la gente que se acerca al deporte. Este es un mundo aparte, en el que una vez que se entra no se sale más. Es muy sano, muy familiar y siento orgullo de pertenecer.
– ¿Cuál es el secreto para mantenerte entre los mejores tanto tiempo?
– Creo que no hay secretos. Es el compromiso, la voluntad, el amor a lo que uno hace. Ser ordenado y constante. Son cosas que uno tiene que tener para hacer cualquier deporte, no solo el atletismo. Eso te lleva a un buen rendimiento y después a mantenerte. Si uno no tiene la capacidad de hacer todas esas cosas, se complica. La paciencia es fundamental para llegar. Uno entrena mucho, pero no siempre tiene éxito. Si no sabés esperar tu momento, no sirve. Muchos atletas con talento y capacidad no logran sus objetivos por no saber esperar su momento.
– ¿Cómo se seleccionan las carreras en las que participás?
– Cuando uno está en alto rendimiento esto también es un medio para mantenerse económicamente. Los premios te ayudan a pagar la indumentaria, los viajes. Entonces, a la hora de elegir lo que uno tiene en cuenta son los premios y la trayectoria de la carrera. Tuve la suerte de recorrer el país durante ocho años con Elisa, participando de las mejores competencias. Los organizadores te conocen y te van teniendo en cuenta. En un principio iba por la parte económica, y en los últimos tiempos ya me quedó más cerca de Tandil. Uno va también preparando algunas pruebas importantes. El año pasado estaba preparando la Maratón de Buenos Aires, que es muy extenuante, y entonces elegí pocas carreras y el resto era entrenarme para los 42K. Pero por lo general se eligen carreras por su historia. En Tandilia llevo 22 ediciones, y mientras pueda la voy a seguir corriendo porque es algo muy especial y la disfruto mucho. Después están la Media Maratón de Buenos Aires, la de Rosario, la de Tinelli en Bolívar, los 10K de Maipú. Son carreras con mucha trayectoria que uno siempre trata de no perderse.
– ¿Cuál fue tu mejor momento?
– Tuve varios buenos. Por ahí uno piensa que lo mejor es cuando se gana una carrera importante. Yo tuvo dos grandes momentos. En 2010, cuando hice mis mejores marcas de 5000 y 10000, que los corrí en 30’50”. Disfruté mucho esos tiempos, porque corría muy rápido. En 2015 hice mi mejor marca en Tandil, con 35’19 y quedé 5º en Tandilia. Tuve muy buenos tiempos y resultados. Y el año pasado metí buenos resultados en carreras en las que yo quería destacarme, como la de los Municipales o la Tandilia. Además, hice mi mejor marca en maratón, con 2h31’.
– ¿La Media Maratón de Buenos Aires fue tu mejor victoria?
– Puede ser. Por la magnitud de lo que es la prueba, por correr con 15000 personas y, sobre todo, porque no lo esperaba. Cuando uno sale a correr sabe más o menos las chances que tiene, de acuerdo a los rivales uno hace un sondeo y tiene un parámetro de si puede ganar o no. Yo me veía entre los cinco primeros, pero no me veía ganador. Si tomás en cuenta lo que ha crecido en prestigio y la repercusión que tiene, es la carrera más importante que gané. Pero la que yo siempre deseaba ganar era la Tandilia. Me preparé para eso muchos años. Pero siempre aparecía un rival nuevo o pasaba algo que me impedía ganar. En 2013 me escapé hasta el Parque, pensé que la ganaba, pero tampoco se me dio. Si había una carrera que quería ganar era esa, y por suerte se me dio en 2016.
– ¿Qué recuerdos tenés del triunfo en Buenos Aires?
– El día anterior, Argentina le ganó a Perú con el gol de Palermo sobre la hora, por las Eliminatorias. Fuimos a un bar de Once con dos compañeros a ver el partido y nos mojamos mucho. Al otro día llegamos sobre la hora porque estábamos lejos de Palermo y andábamos en auto, tuvimos que hacer malabares para llegar. Durante la carrera llovía y había mucho viento. Era un temporal. Íbamos todos en un pelotón como de 10 o 12 corredores y nadie quería escaparse. En el kilómetro 14 decidí cambiar el ritmo y hacer unos metros de diferencia. Había una bajadita y después venía la subida a la autopista. Ahí aceleré y cuando miré para atrás los había dejado como a 40 metros, así que apreté los dientes y me la jugué para ir por el triunfo. Faltaba mucho para la llegada, pero pude mantener la ventaja y pude ganar con comodidad.
– ¿En qué momento de tu carrera estás?
– Como atleta de elite, ya estoy en la parte final de mi carrera. Quiero seguir con lo que a mí me gusta, pero ya desde otro lugar. Participando en distintas competencias, de otra manera. Es difícil mantenerse en el alto rendimiento. Ya con 38 años a uno le cuesta mucho más porque está compitiendo con chicos que tienen 20 años menos. Me estoy preparando como entrenador, tratando de aplicar toda mi experiencia y guiando a pibes que vienen con muy buena proyección.
– ¿Cómo va tu desarrollo como entrenador?
– Tengo el nivel Iaf, y estoy haciendo distintas capacitaciones y congresos de alto rendimiento. Eso mejora la calidad tanto de entrenador como de sus alumnos. Invertí el tiempo libre en charlas virtuales de diferentes profesionales de todo el mundo que me sirven para todo tipo de entrenamiento, porque yo manejo tanto chicos como adultos mayores, que hacen deporte para estar mejor, y también atletas que buscan progresar en el alto rendimiento. Ahora estoy haciendo un congreso con 300 entrenadores de América, con 30 disertantes de siete países y está dirigido a todas las disciplinas atléticas, como salto en alto, lanzamiento de disco, garrocha.
– ¿A qué atletas ves con mayor proyección en Tandil?
– Hay chicos con muy buenas cualidades. Si las saben aprovechar y tienen la constancia y el sacrificio, pueden andar muy bien. Es un camino largo, empezás entrenando tres veces por semana y después tenés que salir todos los días porque no te alcanza. Y ahí se hace complicado manejar los tiempos. El pibe joven que veo con un gran potencial es “Manu” Ance, porque tiene talento y buenas condiciones. Viene muy bien y si sigue por ese camino va a tener un gran futuro. “Juani” y Facundo Redolatti ya son más grandes, pero han logrado muy buenos resultados, y tienen con qué darle pelea a los mejores. Siempre hay buenos talentos en Tandil, hay que saber aprovecharlos, acompañarlos, y ellos tienen que estar fuertes mentalmente para lograr resultados. Tenemos una gran cantera de gente joven en la ciudad y siempre hemos sacado buenos competidores.