La Vuelta de Olavarría, una odisea por la provincia
Se cumplen setenta años de la primera carrera de TC en la vecina ciudad. Los competidores recorrían 2817 kilómetros en tres días.
La década del ’50 fue una época en que el Turismo Carretera iniciaba una transformación que lo iba alejando de sus orígenes aventureros, tiempos donde abría caminos e integraba al país. Había un mejoramiento de las rutas y de un reglamento bastante liberal, los autos fueron obteniendo mayores velocidades. Los problemas económicos también existían y ya no era posible aquellas exigencias de miles de kilómetros y varias semanas de duración. Además, los motores eran cada vez más frágiles, no aguantaban el esfuerzo y los bolsillos de los pilotos eran cada vez más chicos.
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Se iban incorporando nuevos productos, tapas, múltiples, y otros elementos que le daban mayor durabilidad a los motores, aunque los Fores tomaban distancias. La ida de Fangio a Europa, y la muerte de Eusebio Marcilla dejaron a los Chevrolet sin dos principales defensores, pero emergían nuevas figuras como Marcos Ciani, Raimundo Caparros, el “Colorado” de Villa Ballester Félix Peduzzi, y Jorge Descotte, entre otros, defensores de la marca que crecían y le presentaban batalla a la huestes del óvalo.
Los orígenes
La historia de la Vuelta de Olavarría se remite a los últimos años de la década del ‘40, cuando un grupo de apasionados dirigentes del AMCO pugnaban por cristalizar el fuerte desafío. El objetivo estaba apuntado a caminos del centro, sur y oeste de la provincia de Buenos Aires, fiscalizada por el ACA.
Así se fue gestando la “I Vuelta de Olavarría” de TC, premio Libertador General José de San Martín, en la cual los competidores recorrieron 2817 kilómetros en tres días.
Legendarios dirigentes
En 1948, estaba la idea en firme de hacer la carrera y el sueño nacía en el laboratorio de la farmacia Nicolini, donde se reunía la comisión directiva del AMCO, entre otros Cándido Suárez, Fermín Cajén, Alfredo Armentano, Nicolini, Álvarez, Andrés Pozzo, Rufino Bidé, Felipe Pérez, Emilio Lázaro, Francisco Devalle. Posteriormente, los encuentros se desarrollaban en una finca cedida por Armentano, en la calle Rivadavia, casi General Paz de la ciudad cementista.
Un GP para toda la provincia
La primera edición de la Vuelta de Olavarría fue un Gran Premio de la Provincia, si se tiene en cuenta el recorrido de sus etapas que abarcaron casi todo el sur, este, norte y oeste del territorio bonaerense transformándose en algo épico, debido a las condiciones en que se disputó y en solo tres días: 7, 8 y 9 de abril de 1950.
Para establecer el recorrido se recurrió a Vialidad Provincial y con el asesoramiento del organismo se fue elaborando el plano de la competencia, modificado en varias oportunidades.
La primera etapa se largó en la inmediaciones de la Sociedad Rural de Olavarría, pasando por Las Piedritas, Mapis, Caseros (Daireaux), Trenque Lauquen, Salliqueló, Adolfo Alsina, Puan, Pigüé, Guamini, Passman, Louge, General La Madrid, San Jorge, Rocha, Muñoz, Pourtalé y arribo a Olavarría.
El segundo parcial, partía con destino a Loma Negra, Laprida, Coronel Pringles, Coronel Suárez, Tornquist, Pringles nuevamente, De la Garma, Benito Juárez, Chillar, 16 de Julio, Sierras Bayas y Olavarría, y la tercera etapa, tenía otro recorrido extenso, pasando por Blanca Grande, San Carlos de Bolívar, Pehuajó, Lincoln, General Viamonte, Chacabuco, Mercedes, Lobos, 25 de Mayo, Saladillo, Tapalqué, Azul, Hinojo, Sierra Chica y Olavarría, finalizando cerca del Matadero Municipal.
Otros detalles
El Comisario Deportivo del ACA, designado para el evento, era Don Pedro Vaccario, figura recordada que impartió justicia muchos años en el TC.
La transmisión radial del GP Libertador General San Martín, fue llevada a cabo por la “Organización Francisco Manes”, con un gran equipo periodístico.
Representando a la ciudad de Olavarría compitieron José Francia, Jacobo Falick y el doctor Carlos Portarrieu, que al año siguiente se convirtió en Intendente de Olavarría.
Victoria de Ciani
La primera epopeya grande de los deportes mecánicos en la capital del cemento tuvo una gran repercusión. Una interminable carrera disputada en tres etapas sobre caminos difíciles, complicados, con un verdadero temporal de vientos y aguaceros, que hicieron intransitables muchos tramos. Un verdadero test de resistencia para hombres y máquinas, con muchos accidentes y escasos autos que arribaron a la meta.
El temporal malogró el esfuerzo de los organizadores que habían querido homenajear al General San Martín, en el año del centenario de su desaparición.
El itinerario recorría prácticamente la totalidad de la zona sur y oeste de la provincia de Buenos Aires, con un recorrido superior a los 2.800 kilómetros.
No había “tramos de enlace”, se llegaba con los autos “heridos” a los talleres o herrerías de los pequeños pueblos o alguna estancia, donde se encendía la fragua, se fabricaba “la pieza”, y con suerte continuaban en carrera.
Las tres etapas, llevaron denominaciones ilustres para el singular evento, la primera Yapeyú de 973 kilómetros, el segundo parcial Guayaquil, de 806; y el último tramo, Boulogne Sur Mer de 1.058.
La clasificación de las tres etapas, marcó la regularidad del “Sapito” de Venado Tuerto, Marcos Ciani, con loables entregas de Manuel Merino y el bragadense Pablo Trincavelli.
En una carrera inolvidable tuvieron destacados intervenciones, el local José Francia muy festejado y el “Pibe” Héctor Volponi, el recordado piloto de Tres Arroyos, ambos conduciendo sendos Chevrolet.
Una carrera que ha quedado en los anales de la historia, el movimiento inicial del TC en la capital del cemento y el primer triunfo de Marcos Ciani en la folklórica categoría.
Los principales clasificados fueron los siguientes:
1 Marcos Ciani (Chevrolet), 29h22m06s2
2º Manuel Merino (Ford), 34h44m54s0
3º Pablo Trincavelli (Ford), 35h59m13s0
4º José Sperafico (Ford), 39h22m46s2
5º Héctor Cachenaut (Chevrolet), 40h64m56s2
6º Pedro Petinari (Ford), 41h01m41s4
7 José Francia (Chevrolet), 41h56m05s6
8º Héctor Volponi (Chevrolet), 43h04m40s0
9º Julio Bolognini (Chevrolet), 45h37m06s6
El promedio del ganador fue de 95.938 km/h.
Historias
En la Primera Vuelta de Olavarría, quedó muy golpeado el Ford de Juan Gálvez, al ser embestido por un automóvil particular en las cercanías de la Estación La Porteña, en el partido de Trenque Lauquen y cuando el número 1 iba punteando la primera etapa con varios minutos sobre su escolta Marcos Ciani.
En la localidad de Zalazar, a 60 kilómetros de Daireaux, donde había cruzado el parcial en la primera posición, se desprendió una rueda del auto de Oscar Alfredo Gálvez. Los bulones de la rueda habían quedado con las roscas casi borradas. Con esfuerzo lograron colocarla, y al poco andar volvió a desprenderse.
Un auto particular le cedió al “Aguilucho” una campana, retornando a la ruta, pero más adelante se rompió el soporte del elástico trasero, debiendo adaptar un poste de alambrado y atarlo con alambre para que la carrocería no pegue contra el diferencial.
Luego de un largo trecho, en un camino deteriorado, el poste se trabó, provocando un fuerte vuelco, sin consecuencias físicas para Oscar y su acompañante. Como pudo siguió en carrera, arribó a la meta, pero el margen de tiempo para reparar, le impidió reacondicionar la máquina y no pudo largar la segunda etapa.