Leonel Pernía, en un rico intercambio con Barrichello
El tandilense y el expiloto de Ferrari en Formula 1 realizaron un vivo en Instagram en el que hablaron de sus coincidencias y la ansiedad por el arranque del Súper TC 2000
Antes de que la pandemia complicara todos los planes y los calendarios deportivos, el Super TC 2000 había anunciado la incorporación al equipo Toyota de un nombre de peso dentro del automovilismo mundial, Rubens Barrichello. El brasileño, de 47 años, transita los últimos años de una exitosa carrera automovilística que tuvo su punto máximo con ocho temporadas en la Fórmula 1, en equipos como Jordan, Stewart, Ferrari, Honda, Brawn y Williams, sumando 11 victorias en 326 grandes premios entre 1993 y 2001.
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Proveniente del Stock Car, la máxima categoría de autos de turismo de Brasil, Rubinho desembarca ahora en el Super TC 2000, que tiene como campeón al tandilense Leonel Pernía.
Ambos pilotos tuvieron en la noche del lunes un rico intercambio a través de Instagram, en el que tocaron varios temas personales y deportivos, además de dejar en evidencia la ansiedad con la que esperan que se inicie el campeonato.
En la primea parte de la charla comentaron las incidencias de una carrera virtual que habían disputado pocos minutos antes, en un campeonato denominado Copa de las Naciones, que incluye a 12 pilotos de Brasil, Argentina y México.
-Barrichello: “Es un placer hablar contigo, me encanta la historia de la vida de las personas, saber que sos un gran padre. Más allá de lo que más nos gusta, que son las carreras de autos, es bueno saber la familia, los hijos, la vida que lleva la gente”.
-Pernía: “Lo mismo me pasa a mí. Es un placer estar hablando con vos. Cuando corrías en F1 yo jugaba al fútbol, así que imagínate lo que es para mí este encuentro. Te sigo con tus historias en Instagram, todas las cosas que hacés con tu familia, lo bien que te llevás con tus hijos, aporte del deporte”.
-Barrichello: “Sé que tenés un hijo de 16 años que está intentando empezar en el automovilismo con un auto de fórmula.
-Pernía: “Seguramente lo vas a conocer este año porque va a correr en Fórmula Metropolitana, y va a compartir los fines de semana con el Súper TC 2000, así que lo voy a llevar a Tiago para que lo conozcas y que le puedas contar toda la experiencia que tenés en autos de fórmula”.
– Pernía: ¿Seguís entrenado tan fuerte como lo hacías cuando estabas en la Fórmula 1?
– Barrichello: “Cuando me bajé de la Fórmula 1 pesaba 72 kilos, todo era muy intenso físicamente. Pasé a la Fórmula Indy y un año después estaba en el Stock Car, y lo que sufría era el calor, pero físicamente era tranquilo, no necesitaba exigirme tanto. No entrenaba tanto, subí un poco de peso. Pero cuando corrí las 24 Horas de Le Mans noté que me cansaba mucho, así que me puse a entrenar fuerte de nuevo. Vos proviniendo del fútbol seguramente estas bien entrenado”
-Pernía: “Si. Desde chico entrenaba fuerte, crecí haciendo pretemporadas. Y es como que el cuerpo nunca se olvida de esa exigencia, y todo lo que hacía en el fútbol lo trasladé al automovilismo. Siempre me mantuve muy bien físicamente y eso me permite no sufrir el desgaste y mantener el ritmo de carrera sin problemas. Otra cosa que te da el fútbol es el trabajo en equipo, y las carreras, más allá de que el piloto de hace solo, también es un trabajo en equipo, porque las carreras, como vos sabés bien, se ganan fundamentalmente en el taller”.
-Barrichello: “Sé que tu padre fue muy reconocido en el fútbol. ¿En qué momento hiciste el cambio al automovilismo?
-Pernía: “Si, papá fue campeón del mundo con Boca y después se armaba los autos él mismo en el TC. Yo crecí con todo eso, no lo vi jugar al fútbol, solo lo vi correr, y eso era lo que yo quería hacer. Pero sabemos que es muy costoso. En el fútbol te comprás un par de botines y ya te arreglás, pero el auto de carrera es diferente. Es como que se fue aplazando todo hasta que por fin pude meterme en un ambiente tan difícil como es el automovilismo”
-Barrichello: “El año pasado me separé de mi esposa después de 22 años. Fefo, mi hijo menor, estaba triste, pero después de unos meses, cuando pudimos hablar, me dijo que a él le gusta el fútbol. Qué a pesar de que maneja muy bien, lo que más lo atrae es la pelota. Y me dijo que quería probar suerte. Para mí fue una alegría verlo tomar esa decisión con solo 13 años. Es un gran piloto, está un poco loco, pero se jugó por el fútbol. Pero quiere hacer su propio camino, acepta que yo le haga los contactos, pero el resto lo quiere lograr por sus méritos.
– Pernía: “A mí me pasó algo similar, pero a la inversa, con Tiago. El jugaba al fútbol, pero yo lo veía algo indeciso. Un día hizo un click y me dijo que quería correr. A veces lo más difícil a esa edad es tener en claro lo que quieren hacer, y él eligió lo que quería. Yo solo le dije que no me importaba lo que hiciera, siempre que fuera con esfuerzo y con pasión.
– Barrichello: “Dudú, mi hijo mayor, tiene mucho talento para el automovilismo. Tiene sus problemas, porque es hijo de Barrichello, y pasó 19 años por el mundo detrás de su padre, pero trato de tomarlo con calma. Siempre trato de ser el padre y no el coach, pero es difícil no darle indicaciones en la pista. A veces le da indicaciones a los ingenieros sobres las cargas del auto, y yo me vuelvo loco, porque a su edad no es lo mejor.
– Pernía: “Tiago corrió dos veces en la Formula Metropolitana, pero yo no lo pude ir a ver porque tenía competencias todos los fines de semana. Y este año, la primera carrera que lo pude ir a ver, me pasó algo muy loco, porque lo dejé en la grilla y me sentí muy mal. Fue como dejar un hijo en la guerra y darte vuelta e irte. Casi saco el auto de la grilla, pero no lo hice porque le iba a hacer pasar una vergüenza terrible. Tenemos que vivir con esa sensación, sobre todo los padres que corremos, porque sabemos dónde están ellos sentados y los riesgos. Tal vez un padre que nunca corrió sea un poco más inconsciente en ese aspecto”.
-Barrichello: “Yo empecé a correr en karting nuevamente por eso. En la primera carrera de Dudú me puse a llorar y no podía parar. Entonces le dije que íbamos a ir a la pista juntos, así tengo algo en qué pensar y no estoy afuera sufriendo”.
-Pernía: “¿Y tenés experiencia en tracción delantera?”
Barrichello: “Tengo un año de una categoría en Brasil, pero tenía 120 caballos menos que el Super TC 2000. Pero no va a ser fácil, yo tengo que aprender las pistas, aprender a manejar el auto. Pero tengo muchas ganas. La gente piensa que cómo corrí en Fórmula 1 ya sé todo, pero es difícil. Tengo muchas ganas de aprender cómo es manejar con tracción delantera”.
-Pernía: “Además, lo que es más complicado de una categoría, no es el auto, porque ya se sabe que te vas a adaptar muy bien. Lo que se dificulta es el nivel de competencia que hay, los buenos pilotos que tiene el Super TC 2000. Lo mismo que nos pasa cuando los argentinos vamos al Stock Car brasileño. Pero vos vas a tener en el equipo a dos de los mejores pilotos de Argentina, como Matías Rossi y Julián Santero, y que tienen un gran talento, y además son grandes personas. Pero más allá de que vamos a ser rivales, va a ser un orgullo compartir la categoría con un piloto de tu talla. Es un regalo que nos va a dar la vida a todos los pilotos argentinos”
– Barrichello: “Coincido en que va a ser un campeonato muy competitivo. A mí me pone muy triste que no hay pilotos argentinos en la Fórmula 1, porque somos igual de buenos tanto los brasileños como ustedes. Yo sé que tiene que ver mucho la situación económica, los recursos que hacen falta para llegar. Franco Colapinto, el chico que estaba con nosotros, es un ejemplo de un piloto con potencial para llegar porque va muy rápido.
– Pernía: “Creo que en eso tiene que ver también que el automovilismo en Argentina es muy fuerte con el TC y el Super TC 2000. Las empresas apoyan mucho esas categorías y no apuestan tanto a los pilotos que quieren llegar a Europa. Y los pilotos también muchas veces prefieren quedarse corriendo acá porque saben que pueden tener un buen futuro. Tendría que haber algún tipo de programa paralelo para que los jóvenes tengan chances de llegar a la Fórmula 1”.
-Barrichello: “Estoy muy ansioso por conocer la categoría, los pilotos. Saber si se puede compartir con ellos después de las carreras. En enero de 2018 yo tuve un ACV, me estaba preparando para ir a ver la carrera de Daytona con mi hijo Dudú. Fue como si se me rompiera el cilindro del motor adentro de la cabeza. Por suerte no me pasó nada, soy parte del 14% de la gente que queda sin secuelas. Desde ese momento, yo tomé la vida de otra forma. Por eso me gusta saber cómo se vive más allá de la competencia, compartir, pasarla bien. Yo nací por segunda vez cuando tuve el accidente en Imola, donde los médicos me dijeron que estuve muerto por seis minutos, y por tercera vez hace dos años, así que me tomo la vida mucho más relajado”.
-Pernía: “¿Cuál es el límite en la Fórmula 1? Es una categoría que me apasiona, así que cuando nos veamos te voy a hacer muchas preguntas. Yo escuché que el límite del auto lo pone el piloto, porque es muy elevado.
-Barrichello: “El límite lo pone el cuerpo. Cuando girábamos en Buenos Aires teníamos poco grip, y se frena a lo último, entonces el límite es el cuerpo. Lo más complicado es ir a fondo en la lluvia. Seguir de atrás a otro auto es lo más difícil, porque se pierde mucha aerodinámica delantera. Lo que más se siente en la Fórmula 1 es la primera vez que aceleras por la mañana, cuando abre la pista. Después te acostumbras y es menos impresionante.
-Pernía: “Alguna vez me contó algo parecido “Pechito” López, que era probador de Renault. La primera vez que se subió a un auto le preguntó al equipo si lo podía acelerar a fondo, le dijeron que sí, y tuvo que levantar antes de llegar a fondo por lo fuerte que se pegó a la butaca. Y cuando volvió a boxes se bajó y le dijo al padre que él no podía hacer eso, que era impresionante la potencia del auto. Y le pasó a él que estuvo en autos de fórmula toda su vida”.