ROLAND GARROS
Otro día de gloria para Schwartzmann y Podoroska
Los argentinos se metieron en semifinales: “Peque” superó en cinco sets a Thiem y la rosarina le ganó con contundencia a Svitolina
El tenis argentino vivió otra jornada de gloria, en la que repitió presencia en semifinales de ambos cuadros de Roland Garros luego de 16 años, gracias a las soberbias actuaciones de la rosarina Nadia Podoroska y el porteño Diego Schwartzman, en el tercer y último Grand Slam de la temporada.
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Schwartzman concretó la mejor actuación de su carrera y con una gran muestra de determinación y coraje se instaló en las semifinale, tras imponerse en un maratónico partido sobre el austríaco Dominic Thiem por 7-6 (7-1), 5-7, 6-7 (6-8), 7-6 (7-5) y 6-2 en más de cinco horas de juego.
El “Peque” Schwartzman, ubicado en el puesto 14 del ranking mundial de la ATP, expuso su corazón en una verdadera batalla con Thiem (3), campeón del US Open el mes pasado, y se adueñó de la foto del festejo final tras cinco horas y nueve minutos de juego, en la cancha central Philippe Chatrier, en el complejo ubicado en el coqueto barrio parisino de Bois de Boulogne.
El austríaco, de 27 años y dos veces campeón del Argentina Open, en 2016 y 2018, había sido finalista este año en Australia (cayó ante el serbio Novak Djokovic), luego ganó el US Open y era firme candidato al título, pero terminó claudicando ante Schwartzman, quien recibió una doble recompensa, el pase a semifinales y el acceso al “top ten” que lucirá su ranking a partir del lunes de la semana que viene, cuando ocupará el octavo puesto.
El argentino enfrentará en semifinales mañana a Rafael Nadal, dominador absoluto de Roland Garros con 12 títulos, que superó en tres sets (7-6 (7-4), 6-4 y 6-1) al sorprendente italiano Jannik Sinner.
El argentino, de 28 años y finalista hace dos semanas en Roma (perdió ante Djokovic, número uno del mundo), instaló su nombre entre los cuatro mejores de Roland Garros, algo que había logrado por última vez el tandilense Juan Martín Del Potro en la edición de 2018.
“Esto que logré es muy importante para mí, creo que merecía ganar el partido por el esfuerzo que hice. En el segundo y tercer set estuve un poco fuera de control, hablaba con mi entrenador (en alusión a Juan Ignacio Chela) y él me pedía que jugara al tenis y no me desconcentre. Estoy feliz”, comentó exultante Schwartzman en diálogo con la prensa, poco después de su victoria.
Pura convicción
Schwartzman asumió el partido con mucha convicción, precedido de cuatro triunfos previos sin haber cedido ningún set, ante el serbio Miomir Kecmanovic (41), el italiano Lorenzo Giustino (157), el eslovaco Norbert Gombos (106) y otro ‘tano’, Lorenzo Sonego (46).
Esas victorias y una notable condición física le permitieron al tenista surgido del Club Náutico Hacoaj llevarse el primer set en una definición en el tie break, en un partido parejo y cambiante que recién pudo dominar en la definición rápida por un amplio 7-1.
En el segundo parcial, el campeón del US Open ajustó su derecha y comenzó a lastimar con el revés, tanto paralelo como cruzado, algo que incomodó a Schwartzman, quien para colmo se fue mentalmente del partido tras discutir un fallo polémico con la jueza y al final perdió el set por 7-5.
En el tercer parcial, el argentino volvió a imponer su juego, con buenas derechas, sobre todo cruzadas, y se puso al frente primero 5-3 con su saque y luego tuvo un set point con el marcador 5-4 y el austríaco al servicio, pero no pudo aprovechar esas chances, en buena parte por errores propios, y lo pagó con el set que perdió en el tie break.
El austríaco comenzó mejor el cuarto parcial con un quiebre rápido y una ventaja 2-0 pero el “Peque” lejos de rendirse equilibró 2-2, y luego pasó al frente por 4-2 en un partido de un ritmo infernal y físicamente desgastante para ambos.
El “Peque” se hizo dueño del partido y se puso 5-4 y 40-0 con su servicio, pero ahí dejó pasar una posibilidad enorme, porque Thiem emergió con lo mejor de su repertorio y revirtió la situación apoyado en un revés delicioso que le permitió igualar 5-5 y luego pasar al frente por 6-5, en un partido vibrante.
Sin desanimarse, Schwartzman forzó la igualdad y ganó el tie break por 7-5.
El partido se transformó en una batalla en el quinto set, con Schwartzman impecable desde lo físico y lo mental, así quebró a Thiem, se adelantó 4-2 y no dejó escapar esta vez la victoria.
El argentino mantuvo su servicio y con el marcador 5-2 volvió a devolver como los dioses para quebrar nuevamente al europeo y sellar su victoria por 6-2 para desatar un festejo respetuoso, dado que del otro lado de la red estaba su mejor amigo en el circuito.
Schwartzman, quien a lo largo de su carrera conquistó tres títulos, en Estambul 2016, Río de Janeiro 2018 y Los Cabos 2019, concretó en París la mejor actuación de su carrera y junto a Podoroska lograron que por primera vez en 16 años haya un argentino en cada cuadro de Roland Garros en semifinales, la anterior en la histórica edición de 2004 que ganó Gastón Gaudio tras vencer en la final a Guillermo Coria, habiendo llegado a ‘semis’ también David Nalbandian y Paola Suárez.
Podoroska, contundente
La rosarina, en una actuación histórica y con un tenis por momentos sublime, se instaló hoy en las semifinales de Roland Garros, tras imponerse sobre la ucraniana Elina Svitolina, quinta del planeta, por 6-2 y 6-4 en los cuartos de final.
Podoroska, nacida en Rosario y ubicada en el puesto 131 del ranking mundial de la WTA, empleó 1 hora y 20 minutos de juego para consumar su mejor victoria como profesional, por la categoría de su rival, la ucraniana Svitolina, ex número tres del mundo, y por tratarse de un Grand Slam.
El próximo compromiso de la “Peque” será mañana ante la polaca Iwa Swiatek (54), quien hoy venció más tarde en los cuartos de final a la italiana Martina Tevisan (159) por 6-2 y 6-1, luego de 1 hora y 20 minutos de partido.
Iwa Swiatek (54), de sólo 19 años, es otra de las sorpresas del certamen parisino, ya que eliminó a la rumana Simona Halep (2), máxima favorito al título.
La rosarina Podoroska, de 23 años, se convirtió en la primera tenista de la era abierta en instalarse entre las cuatro mejores de un Grand Slam tras haber provenido desde la clasificación, e igualó además la actuación de la pergaminense Paola Suárez, quien había accedido a la misma instancia en el predio ubicado en el coqueto barrio parisino de Bois de Boulogne en la edición del 2004.
“Es difícil explicar lo que siento, gracias a todos por el apoyo. Estoy muy feliz. Recibo mucho apoyo a la distancia desde la Argentina y se que siguen mis partidos, así que es un honor dedicarles esta victoria en un momento tan difícil para mi país por la pandemia”, expresó exultante la rosarina en diálogo con la prensa, luego de haber conseguido el mejor triunfo de su carrera.
La tenista, quien tras su actuación en París se aseguró un ascenso meteórico al menos hasta el puesto 47 del ranking mundial femenino, hilvanó ante Svitolina su octava victoria consecutiva en Roland Garros, donde participa por primera vez, tras las que consiguió en la clasificación ante la polaca Magdalena Frech (157), la rumana Jacqueline Cristian (166) y la china Xinyu Wang (146), y luego en el cuadro principal frente a la belga Greet Minnen (111), la kazaja Yulia Putintseva (27), la eslovaca Anna Schmiedlova (161), la checa Barbora Krejcikova (114) y, por último, Svitolina (5).
El primero ante una Top 10
Su primer triunfo ante una “top ten” en la cancha central Philippe Chatrier llegó luego de un primer set impecable, en el que se repuso de un quiebre en contra en el inicio, tomó la iniciativa y dominó con un tenis ofensivo que le deparó 15 ‘winners’ y apenas cinco errores no forzados.
La ucraniana le hizo sentir el rigor de jugar en la cancha central y la quebró de entrada, pero Podoroska, lejos de desanimarse, se plantó un par de metros más adelante y con un show de drops, reveses paralelos y cruzados, más devoluciones precisas, ganó cinco juegos consecutivos y pasó al frente por 5-1 con tres rupturas del servicio de su rival.
La rosarina sabía que enfrente tenía a una tenista de una calidad y potencia superior a las que había enfrentado, por eso no vaciló cuando tuvo que cerrar el parcial por 6-2 en 34 minutos de juego.
En el segundo set, la rosarina comenzó apurada y la ucraniana sacó a relucir su jerarquía, por algo ganó 15 títulos de la WTA y llegó a ocupar el tercer puesto del ranking hace tres años, así se puso al frente 2-1 con un quiebre y parecía que podía remontar el partido.
Sin embargo, Podoroska recuperó enseguida el quiebre, mantuvo la intensidad y comenzó a hacer cada vez más daño con un golpe que le reportó varios puntos: el revés paralelo.
Svitolina, semifinalista en Wimbledon y Estados Unidos en el 2019, y dos veces en los cuartos de final en Roland Garros (en el 2015 y 2017), quebró tres veces a la rosarina, pero cedió su servicio en cuatro ocasiones, ya que cada vez que parecía emparejar se encontraba con ‘winners’ del otro lado de la red y eso la fue desanimando.
Podoroska mantuvo su agresividad y dispuso de tres match points con el servicio de la ucraniana, que pudo aprovechar cuando conectó el tercero con una derecha cruzada y profunda que le dio la victoria por 6-4 y el festejo eufórico, con abrazo incluido a Juan Pablo Guzmán, uno de sus entrenadores junto a Emiliano Redondi.
La tenista del barrio rosarino de Fisherton intentará seguir aumentando su leyenda en Roland Garros y superar una barrera de semifinales que no pudieron lograr las cuatro argentinas que llegaron a esa instancia en París: Raquel Giscafré, Gabriela Sabatini, Clarisa Fernández y la pergaminense Paola Suárez.