“Puchi” González: “Los hospitales no dan abasto”
El futbolista tandilense y su familia viven en Piamonte, la segunda región italiana más afectada por el coronavirus. Desde su experiencia, aseguró que lo preocupa que en Argentina haya gente que no toma conciencia de la gravedad de la situación. Y aseguró que “acá le toca a cualquiera”.
Entre los deportistas tandilenses que andan por el mundo, pocos están en un foco de conflicto tan grande como Pablo González, en relación a la pandemia del coronavirus.
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“Puchi”, de 34 años, vive en Novara, en la región del Piamonte, en el noroeste de una Italia en la cual los casos confirmados se cuentan por decenas de miles y los muertos superan los mil ochocientos.
El futbolista surgido en Independiente de esta ciudad, hijo de Daniel (gran goleador de los ’70 y los ’80 en la zona) y hermano de Mariano (actual capitán de Santamarina) defiende los colores de Novara Calcio, en la tercera categoría italiana. Dialogó con este Diario y contó los padecimientos de estar en una de las zonas más afectadas de Europa.
-¿Cómo estás viviendo estos momentos en esa zona?
-Estamos viviendo una situación realmente complicada. Yo estoy en la región de Piamonte, que es la segunda con más casos en toda Italia, después de Lombardía.
En la ciudad de Novara, que es más o menos como Tandil, no dan abasto con los hospitales y las clínicas. Esta semana se habló de adaptar los gimnasios para poder recibir pacientes, pero no tienen los instrumentos suficientes para atender a la gente.
-¿Las recomendaciones son las mismas que en Argentina, en cuanto a evitar de la mayor manera posible el contacto con la gente?
-Sí, yo sigo las noticias de Argentina y las recomendaciones son iguales. Me preocupa que allá haya gente que toma la cuestión como que no es tan grave. Acá en Italia pasó algo similar, algunos se iban a la montaña a esquiar, lo tomaban como unas vacaciones.
-¿Cómo sobrelleva la familia esta situación?
-Con la mayor responsabilidad. Yo fui hoy al supermercado, solo, el menor tiempo posible y únicamente por necesidad. Acá estamos con mi mujer y los dos chicos, encerrados. Ellos están sin clases desde hace tres semanas. La nena tiene 7 y el varón 4. Hace poco vinieron mi mamá y mi hijo mayor, por suerte pudieron volver a tiempo a Argentina.
-¿Se hace difícil entretenerlos?
-Sí, hay que recurrir a la televisión y pasar el tiempo lo mejor posible.
Si nos ponemos a ver, para los adultos no es tan grave quedarse en casa un tiempo. Acá hay una especie de campaña que dice “a nuestros abuelos los mandaban a la guerra, a nosotros nos piden que nos quedemos en casa”. Demuestra que no están pidiendo nada tan complicado.
-¿Tenés conocidos que fueron afectados por el virus?
-Sí, uno es el presidente del club (Maurizio Rullo). Se contagió por un empleado en una fábrica en Alemania. Quedaron en cuarentena los dirigentes que estuvieron en contacto con él. Se comprobó que ninguno de ellos fue contagiado, así que nosotros pudimos quedarnos tranquilos que no tenemos problemas por esa parte.
Pero hace tres días nos enteramos que el papá de un compañero tiene el virus. Acá le toca a cualquiera.
Un poco de fútbol
-¿El fútbol se detuvo hace mucho?
-Sí, también hace bastante, por un pedido de los jugadores. Hubo categorías que jugaron y otras fueron parando. Los entrenamientos fueron hasta hace diez días y ya sabemos que hasta el 3 de abril no vamos a volver.
-¿Venían en una buena temporada?
-La verdad que sí, estamos en octavo puesto y clasifican a play off los diez primeros. Es una buena campaña, porque somos tres o cuatro jugadores grandes y el resto son chicos, muchos de ellos que juegan por primera vez en la categoría. Veremos cómo sigue la temporada cuando pase todo esto.
-¿Ya Novara es como tu segundo hogar?
-Es un lugar en el que me siento muy cómodo. Es una ciudad parecida a Tandil, tengo amigos acá y una vida armada. Toda la familia también, disfrutamos mucho de Novara.