RUGBY
Reche: “De a poco vamos cumpliendo los objetivos”
El marplatense, que encabeza el cuerpo técnico de Uncas, analizó el buen presente del aurinegro en el Regional Pampeano B
Fernando Reche, un marplatense formado en Comercial y con experiencia en clubes de la región y los seleccionados juveniles de la Unión de Mar del Plata, se sumó a fines del año pasado a Uncas, para encabezar un proyecto con el plantel superior. Y aunque el club de Los Manantiales venía mostrando progresos en los últimos años, tanto en el plantel superior como en la estructura de infantiles y juveniles, en los últimos tiempos comenzaron a verse los primeros frutos, con muy buenas actuaciones en el Regional Pampeano B, que a falta de una fecha para el cierre de la fase clasificatoria lo tiene en la cima de las posiciones.
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“Estamos contentos con cómo se fueron dando los resultados hasta acá, pero siempre sabiendo que tenemos que tener los pies sobre la tierra, que no nos podemos salir de los objetivos primarios que nos trazamos. Tenemos la chance de pelear por el ascenso al Regional A, y vamos a hacer nuestro máximo esfuerzo, pero también tenemos claro que en este proceso todo tiene que ser progresivo, lo que llega rápido casi siempre se va rápido, y es algo que ya me tocó vivir en otros clubes. Por eso hay que ir de a poco y con buenas bases”, explica Reche.
Con 38 años, jugó y fue entrenador de Comercial, y también pasó por clubes como Estudiantes de Olavarría y Remo de Azul (donde se sigue desempeñando como director de rugby), además de formar parte del cuerpo técnico del seleccionado juvenil de Mar del Plata.
“Empecé a venir a Uncas a mediados del año pasado. Vi dos o tres partidos y me invitaron a colaborar con algunos entrenamientos. Ahí pude ver un perfil de equipo y en base a eso armamos la planificación de este año. El contacto surgió a través de ‘Nico’ Sorbi, que fue compañero mío en Comercial y después fui su entrenador. Hice un lazo muy fuerte con él y después con su familia y por suerte me toca trabajar con ellos en el club. Estoy muy entusiasmado con este proyecto, vengo con muchas ganas desde Mar del Plata. Terminan los partidos el fin de semana y ya estoy esperando que sea martes para volver al club, me tratan muy bien, hay gente excelente”.
El trabajo formal en Uncas comenzó para Reche en los últimos días de 2017: “Arrancamos con el proyecto en diciembre, y juntamos a toda la estructura del club, el bloque superior, los entrenadores, la subcomisión de rugby, y planteamos diferentes objetivos. Hicimos una planificación bimestral y de a poco vamos tratando de cumplir todos los objetivos. Me encontré un grupo de muy buena gente, y con esa base se puede conseguir cualquier cosa. Y en el plantel superior había una mezcla de experiencia y juventud bastante buena, con muy buena química entre ellos, pero por sobre con mucho hambre de lograr cosas importantes”.
-¿Cómo ves el rugby de Uncas hoy por hoy?
-Mi trabajo está más enfocado al plantel superior, pero veo que se está haciendo un trabajo muy importante en las bases. Yo notaba antes de integrarme al club que se estaba progresando en la cantidad de jugadores de infantiles y juveniles. Hay que seguir por ese camino para que el plantel superior pueda capitalizar ese esfuerzo en el futuro y se logren resultados deportivos.
– ¿Cuáles son las metas que se propusieron?
-Los objetivos que nos trazamos no están atados de manera directa a los resultados, porque es algo que no podemos asegurar. Sí, están enfocados a mejorar y a construir un juego integral, un rugby de 15 hombres, utilizando todo el ancho de la cancha. Vamos en busca de esos objetivos y que los resultados sean una consecuencia de eso. Para eso hay que establecer prioridades. Primero prevalecer, tener calidad de entrenamientos, que tengan mucha riqueza, que después de cada práctica los jugadores se lleven algo nuevo.
-¿En que aspectos pusieron más énfasis?
– Uno de los pilares fundamentales que pusimos con el grupo de entrenadores fue hacernos sólidos con el orden, con la disciplina, con la responsabilidad, con la puntualidad, y a partir de eso empezar a construir el juego. Cuando veamos que eso está realmente incorporado en los jugadores, vamos a poder incorporar otro tipo de conceptos más avanzados. Todos los integrantes del plantel saben cuáles son los objetivos a corto, mediano y largo plazo, y eso hace que se vaya a buscar algo a cada entrenamiento. Eso genera también un círculo virtuoso, porque todos quieren formar parte, ninguno se quiere perder este buen momento del club y cada vez hay más jugadores.
-¿Cómo se complementan las obligaciones personales de los jugadores con su compromiso con el rugby?
-Tratamos de implementar que los equipos se integren de acuerdo al compromiso y a la asistencia a los entrenamientos. Pero al mismo tiempo el entrenador tiene que tener la sensibilidad para detectar los momentos de cada jugador. No se le puede exigir de la misma manera a un jugador de 20 años que a uno de 32, porque las responsabilidades que asumen fuera del rugby son muy diferentes. El jugador más grande por lo general tiene hijos, trabajo y hay que tener el tacto para exigirle lo que puede dar, lo que pueda cumplir. No se puede ser tajante en el mensaje porque eso se te puede volver en contra.
– ¿Hay mucha diferencia de nivel entre el Regional A y B?
Yo no veo una gran diferencia. Sacando a Sporting y Mar del Plata, que están en un nivel bastante superior, por un trabajo que vienen haciendo desde hace muchos años, el resto de los clubes son parejos. Por ahí tienen un poco más de ritmo de juego, pero en general no se notan tantas diferencias. Creo que los equipos de Tandil no tienen nada que envidiarle a la mayoría de los clubes del Regional A. A lo mejor se nota un poco en la intensidad del juego y en la cantidad de jugadores en el plantel. Quizás los cinco o seis clubes que están arriba hoy en Mar del Plata tienen 30 jugadores con nivel de primera división, y acá los planteles son más cortos. Por eso, uno de los objetivos que tenemos en Uncas es tratar de hacer crecer mucho la Intermedia para que se agrande la base en cantidad y calidad de jugadores, para generar competencia en cada puesto.
-¿Cómo ves el trabajo de la Unión de Mar del Plata en juveniles?
-Se viene trabajando desde hace varios años muy bien. Todo está anclado en los centros de rugby de Mar del Plata y de Tandil. Los chicos entran en un proceso de formación desde los 13 o 14 años y eso hace que los jugadores lleguen a jugar en el seleccionado juvenil después de cuatro o cinco años de un proceso de formación. Eso los hace mucho más ricos técnicamente, y a la hora de conformar un seleccionado para competir, solamente te abocas al sistema de juego y todo es más fácil porque los chicos lo interpretan de manera natural.
En el caso de los juveniles de Tandil que han pasado por el seleccionado, son muy buenos jugadores, con mucha riqueza técnica y con fortaleza física, que en algunos casos llegaron a Los Pumitas. Por lo general se adaptan rápido a los sistemas y son muy inteligentes para jugar”.
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