CUARENTENA EN LOS CLUBES
Velense no tiene deudas, pero tampoco hay ingresos
El Centro Social Velense, la institución más emblemática de María Ignacia, intenta sobrellevar de la mejor manera los efectos de la inactividad.
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El club que está próximo a cumplir ciento diez años de vida, actualmente presidido por Horacio Justel, padece las consecuencias de la falta de ingresos.
Este Diario contactó a Ramiro Di Fonzo, vicepresidente de Velense y también de la Liga Tandilense de Fútbol, para conocer más del presente del club de la casaca roja y verde.
-¿Cuál es la situación actual de Velense en lo económico?
-Los ingresos que tenemos habitualmente no existen en este momento. Encontramos muy buena predisposición de parte de los cuerpos técnicos, y gracias a eso el club no se ha endeudado. Cuando haya que reanudar la actividad, estaremos sin deudas. Pero la realidad es que hace sesenta días que a Velense no entra un peso.
-¿Cuántas personas integran los cuerpos técnicos de Velense?
-Seis personas. Entre ellos, cubrimos todas las categorías. Sus gestos han sido muy importantes para Velense y les estamos muy agradecidos. Son Juan Luis Moreno, Nicolás Camarzana, Diego Lecuona, Enrique Sosa y Gabriel Durruty. Después tenemos colaboradores, como el caso del utilero Ramón Castillo, que desde que tengo uso de razón hace su trabajo sin cobrar, dando una gran mano al club.
-¿Qué vías de ingresos tiene el club?
-Un salón para cumpleaños, otro para bailes o actividades recreativas de mayor cantidad de gente y la canchita de superficie sintética, que es propiedad del club. Además, en la época de competencia, generamos por venta de Rifongol, entradas y cantina. Otra fuente de ingreso es la cuota de fútbol, que la pagan los que pueden y no representa un número importante para el presupuesto.
-¿Cómo trabajan el mantenimiento de la cancha principal y las otras instalaciones?
-El objetivo es mantener las instalaciones en condiciones y eso lo manejamos entre los integrantes de la comisión directiva, para no generar gastos.
-¿De qué manera vive la comunidad de María Ignacia toda esta situación?
-Yo lo divido en dos partes. Por un lado, la gente se adaptó a las medidas de salud que se tomaron, con mucha conciencia. Por otro, está la situación del que necesita trabajar día a día. Hay una gran dependencia del agro, algunos pudieron seguir adelante y a otros se les complica.
-¿Existe apoyo social?
-Sí, de parte del Municipio y de la Casa del Niño, que ya con anterioridad les daba de comer a sesenta o setenta chicos. Eso permitió que muchas familias sin recursos solucionen esa cuestión.
-Volviendo al fútbol, ¿cómo es el panorama en la Liga?
-La proyección es muy difícil, por la incertidumbre que se mantiene. El objetivo es ponernos en competencia durante este año y vamos a hacer todo lo posible para cumplirlo. No sabemos cuándo ni de qué forma. Tenemos que ser conscientes de que hay mucha gente involucrada en los clubes. No podemos bajar la persiana y decir “volvemos en febrero”. Ese criterio tenemos en la mesa directiva y encontramos total respaldo en las instituciones afiliadas.