“El peso de la ley”, dirigida por Fernán Mirás, se presentará en el Espacio Incaa Unicén
“El peso de la ley” es la primera película que dirigió Fernán Mirás y que es interpretada por Darío Grandinetti, Paola Barrientos y María Onetto. Este fin de semana es una de las propuestas que presenta el Espacio Incaa Unicén tras haber sido vista por más de 35 mil personas en las 20 salas que fue estrenada.
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En diálogo con El Eco de Tandil, Fernán Mirás relató su curiosidad por esta nueva faceta detrás de las cámaras y reconoció que ya está pensando en la próxima película que dirigirá.
-¿De qué se trata la película?
-Es la historia de una abogada, interpretada por Paola Barrientos, que está un poco decepcionada por el sistema judicial y, entre otras cosas, porque nunca le tocó defender a un inocente. Además tiene que litigar defendiendo a un acusado con María Onetto que fue su profesora de Derecho en la Facultad, a quien admiraba y que, 10 años después, se encuentra con que es lo contrario con lo que enseñaba. Por otro lado, el juez de la causa que es Darío Grandinetti se debate entre ser justo en este caso ya que es muy amigo de la fiscal y le debe su nombramiento como juez al padre de la fiscal.
-¿Cómo surge la idea de hacer esta historia?
-Surgió porque Roberto Gispert, coguionista de la película, me acercó un expediente real en el que está basada la película. Nosotros queríamos hacer una película de género ya que yo quería dirigir por primera vez. Siempre tuve la sensación de que una película no siempre tiene que ser profunda y aburrida o superficial y entretenida sino que pueden suceder las dos cosas; por lo tanto pensamos en una película de abogados y de género pero con un color muy local.
Pensamos de ese expediente ya que era una especie de compendio de todos los defectos del Poder Judicial y empezamos a hacer una investigación que duró dos años dialogando con personal del Poder, desde el juez más arriba hasta el último secretario. Desde ahí fue surgiendo, más allá del expediente de esta acusación, que la película podía ser el peso de la ley y sentíamos que nos permitía ver toda la maquinaria funcionando.
A su vez, la investigación sirvió mucho para entender qué problemática tiene cada uno en su sector.
¿Cómo fue el proceso?
-En primera instancia, el coguionista es abogado entonces eso nos facilitaba mucho. El es de Mar del Plata, por lo tanto nos juntábamos a escribir y comenzamos a visitar los Tribunales. Lo que me interesó del proceso era que él conocía totalmente el funcionamiento judicial y yo tenía más la ingenuidad del espectador. Algo de eso está en la película: la visión ingenua que tenemos como ciudadanos frente a la idealización de los jueces o sobre cómo funciona la Justicia desde adentro.
Incluso hicimos una proyección con 400 personas del Poder Judicial y tenía pánico ese día porque la película cuestiona bastante el estado de esas cosas. Sin embargo, a ellos les fascina la película y casi que son los fans número uno porque sienten que nunca fue reflejado lo que cotidianamente ven. Dentro de esa estructura, también se pueden encontrar personajes como el de Paola Barrientos que te dan un poco de esperanza dentro de esas dificultades.
Primera vez como director
-¿Cómo surgen tus ganas de dirigir?
-Primero hace 10 años surgió la idea de escribir y lo hice con otros guiones. El primero que escribí, un productor me compró una opción y, al ser un poco caro, se iba a llevar a cabo en coproducción con España pero entró en crisis y se complicó.
A partir de ahí continué escribiendo y Roberto Gispert fue el que me comenzó a insistir desde aquella época en que yo quería dirigir y no me daba cuenta. La verdad que tenía razón y en los últimos cuatro años empecé a tomar conciencia de que me tenía que animar. Básicamente creo que se trata de eso, de animarse o no.
-¿Y cómo fue la experiencia de dirigir?
-Que la vida te dé la oportunidad de cambiar de piel y convertirte en otra profesión al mismo tiempo, es única. Encontré una actividad que me volvió loco y es una especie de adicción porque en lo único que estoy pensando es en cuándo podré dirigir la segunda. Así que la experiencia fue maravillosa.
Tengo que resaltar que Tomás Gispert, el productor de la película que vive en Tandil, fue una pieza fundamental en el equipo. Siempre supe que el equipo era importante pero cuando dirigí, quede muy agradecido con gente como él que “se rompió el lomo” por la película.
-Al mismo tiempo vos actuás en la película…
-Hago un personaje con el que debo haber filmado seis días pero me resistí bastante con el productor hasta que llegó un momento en que me lo impuso. Prefería no actuar y dirigir, sobre todo si esto último lo hacía por primera vez. Finalmente para el estrés y la adrenalina que implica dirigir, cuando tenía que actuar era lo más fácil y terminó siendo un descanso del rol de director.
Cine argentino
-La película se estrenó este año…
-Se estrenó en marzo junto con La Bella y la Bestia con 470 salas con esta dificultad que siempre tiene el cine argentino para encontrarlas; por lo que salimos con 20 salas. Algo totalmente inusual fue que una película que sale en esa cantidad de salas, haya estado tres meses en cartel y haya hecho 35 mil espectadores. Es un éxito increíble para una película que salió inicialmente en 20 salas de todo el país; aunque luego se fue estrenando en otras provincias. Al mes del estreno, se proyectó en distintas salas comerciales.
Eso está permitiendo la perspectiva de hacer la segunda película ya que fue muy bien de público y con una enorme alegría.
-¿Es la primera vez que presentas algo en Tandil? ¿Conoces el Espacio Incaa?
-Sí, creo que es la primera vez que presento en Tandil. Con respecto al Espacio Incaa, conozco muchos porque acompañé muchas inauguraciones y me parece que son muy importantes en principio para el cine argentino ya que en horario central le dan prioridad a películas nacionales. Por otro lado, para el público es importante porque es una entrada más barata y pueden ver cualquier tipo de cine así que es muy importante que la gente los use para que sigan existiendo.
-Por último… ¿Cómo está la situación con el cine argentino?
-La situación actual está un poco detenida en parte por el último cambio de autoridades hace unos meses; por lo tanto hay bastante dificultad y preocupación en el medio en relación a las pocas películas que se están haciendo.
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