El vestuario como objeto artístico: se exhiben diseños de Sandra Kostyak
En la actualidad resulta cotidiano vincular el ámbito de la moda a espacios artísticos. Asumimos que el diseño de vestuario resulta un aspecto fundamental dentro de una presentación teatral, musical o cinematográfica. Puede volverse un actor significativo en el mundo del espectáculo, a la par del diseño escenográfico, caracterizando personajes y épocas. El vestuario ha cobrado tal relevancia en algunos ámbitos, y de la mano de icónicos diseñadores, que hoy en día podemos hablar de algunas prendas cómo objetos artísticos y de culto.
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Estudios antropológicos realizados en diversas culturas han demostrado que el hombre comenzó a fabricar accesorios decorativos que no tenían un fin práctico pero sí un sentido mágico o religioso. Esos primitivos complementos del vestuario consistían más en anexos o adornos, que poco a poco se fueron desarrollando y cargando de sentido estético.
Volviendo la mirada
Desde las primeras representaciones dramáticas de la historia, el vestuario ha sido una parte esencial de las obras. Desde la antigua Grecia, los artistas solían contar con algún mínimo detalle de vestuario que complementara o realzara el espíritu del personaje a representar. En la modernidad, el arte del vestuario dramático se hizo más complejo, creándose sets enteros de vestuarios para personajes, quienes debían alternar sus vestidos numerosas veces en una misma obra dependiendo de la situación. El vestuario puede llegar a caracterizar de tal modo a un actor que se convierte en su seña de identidad popular.
Hoy en día, el diseño de vestuario abarca creaciones de época y creaciones actuales, en ocasiones muy particulares. El vestuario puede pasar desapercibido a los ojos de los espectadores, sin embargo, su presencia es de suma importancia en la composición final de una producción artística, ya que además de definir al personaje permite al espectador encontrar un significado a la obra. En algunos casos, los vestuarios de época pueden significar grandes inversiones, además de meses de trabajo.
A lo largo de la historia muchos creadores o diseñadores de moda han recurrido a otras épocas, culturas e incluso a grandes referentes del mundo del arte como fuente de inspiración. Un ejemplo podría ser la colección de Dior donde el diseñador español John Galliano se inspira en las obras de Klimt.
Espejo de la sociedad
Además de estar vinculada al mundo del espectáculo la moda asociada a la vestimenta puede considerarse como un espejo de la sociedad en un momento determinado. Según E. Loewe: “Si alguien dentro de doscientos años quisiera analizar la sociedad de este momento, el mejor método sería estudiar la moda, mucho más que mediante los monumentos. ¿Cómo era la gente? ¿Cómo se vestía? ¿Cómo se comportaba? (…) La moda es la manifestación externa de un fenómeno interno, mucho más profundo y más interesante, relacionado con el comportamiento y los valores”.
En esta ocasión el Mumbat abre sus puertas a una propuesta distinta de las que nos tiene acostumbrados. En sus diversas salas se respira el espíritu del siglo XX. Los cochecitos y bicicletas que remiten a la infancia se vuelven un marco perfecto para los diseños de vestuario de Sandra Kostyak. Se puede disfrutar de dos salas con realizaciones complejas poseedoras de un gran trabajo de moldería. Dos vestidos de dama realizados en papel de diario, un traje masculino y dos confecciones infantiles hacen al conjunto inspirado en la moda del siglo XX que Kostyak exhibe en el Museo.
Por otro lado en el auditorio se alza un diseño contemporáneo. Una propuesta innovadora en la que pequeñas piezas recortadas de revista componen un exótico traje que parece levitar en el espacio.
Para agendar
Los diseños de Sandra estarán en exhibición hasta el 18 de marzo y se podrán visitar con entrada libre y gratuita de martes a viernes de 8 a 12.30 y de martes a domingo de 16 a 20.
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