La graduada del Conservatorio Sofía Vocaturo Alfonso, en la orquesta del Instituto Superior de Arte del Colón
Como ya le es costumbre para Tandil, los graduados del Conservatorio Isaías Orbe se hacen camino al andar e intentan por todos los medios cumplir sus sueños profesionales. Tal es el caso de Sofía Vocaturo Alfonso, graduada en violín del Conservatorio, quien participó días atrás de la Camerata Matices que se presentó en el Salón Blanco de la Municipalidad.
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En diálogo con El Eco de Tandil, la joven contó sus experiencias en la orquesta del Teatro Argentino y en el Colón, así como también resaltó la importancia de sostener una orquesta en la ciudad.
-¿Cómo te llegó la invitación para la Camerata Matices?
-Yo estudié en Tandil, recibida de la carrera de Profesorado de Violín del Conservatorio Isaías Orbe y siempre trató de estar en contacto con la gente de acá, me gusta mucho venir a tocar. En ese sentido Leonardo Ventura, que es el profesor de violín, está armando un espacio para tocar que en este momento no existe en Tandil. La idea es contar con un espacio de música de cámara donde puedan armar obras, así que me invitaron a participar de esta primera presentación.
Yo estoy encantada de venir y trato de ver algún ensayo. Lo mismo que cuando el Conservatorio hace algún evento para Semana Santa, la directora Annele Moroder siempre me llama y estoy agradecida de venir.
-Contanos sobre vos… ¿Sos nacida en Tandil? ¿Dónde estudiaste?
-No, nací en 9 de Julio pero viví acá durante toda mi vida. A los 8 años empecé a estudiar en el Conservatorio, luego dejé por un tiempo pero continué estudiando con Leo hasta que cuando terminé el secundario me fui a estudiar escenografía a La Plata pero al medio año me volví.
En ese momento comencé nuevamente en el Conservatorio por lo que rendí las materias que me faltaban para la formación básica y continué la carrera. Además estudié en La Plata ya que cuando comencé el profesorado en violín, todavía no había un profesor que pudiera dictar puntualmente violín así que cursaba todas las materias acá excepto violín que la rendía allá y luego traía el certificado. Así fue que en mayo de 2014 me recibí.
-¿Y de ahí en más?
-Ese mismo año me fui a La Plata a concursar para la Camerata del Teatro Argentino y quedé seleccionada y me mudé para allá junto con mi hermana. Durante ese año estuve en la Camerata pero al año siguiente se trabó así que estuve tocando en la Orquesta Académica de Buenos Aires de Carlos Calleja. En 2016 volví a entrar al Teatro Argentino pero en esa oportunidad tocando la viola. Comencé a estudiar viola allá con Diana Gasparini, quien es suplente solista en el Estable del Teatro Argentino así que concursé el año pasado y este continúo tocando.
En noviembre de 2016 concursé para entrar al Instituto Superior de Arte (ISA) del Teatro Colón. La realidad es que me inscribí pasada de edad ya que tiene un límite, cuando concursé tenía 27 y el tope eran 25 años. Me anoté sobre todo para tener la experiencia de los concursos porque es necesario pasar por esas etapas y concursar frente a los mejores profesionales. Así fue que me preparé con Diana y concursé justamente buscando la experiencia pero quedé y ahí se me dio vuelta todo así que tuve que replantearme un montón de cosas ya que vivo en La Plata pero viajo todos los días a Capital, entre otras cosas.
-¿Y cómo funciona una orquesta sinfónica?
-Por lo pronto es una carrera que dura dos años muy intensos y lo más importante es la orquesta, de hecho se llama academia orquestal. De esa forma, se cursan distintas materias que trabajan en pos de la orquesta ya que por ejemplo en las clases de instrumentos se estudian las partes que vas a tocar en la orquesta; en repertorio se dividen por instrumentos donde se trabaja la música que luego se toca pero por separado; además tenemos historia ya que antes de cada concierto se habla sobre lo que se va a tocar, el contexto, sus compositores, etc.; luego está lenguaje y morfología, que la tengo que dar libre ya que al estar en el Teatro Argentino se me superponen horarios. Por lo tanto se trabaja todo en pos de que lo que toquemos en la orquesta sea lo más perfecto posible.
Los conciertos ya están programados para todo el año, así que eso me ayuda para organizarme con otras cuestiones como fue venir a Tandil para participar de la Camerata Matices. Los ensayos son todos los días durante dos semanas antes de cada concierto, de martes a sábado de 19 a 22.
Realmente es muy buena la experiencia de poder ensayar todos los días porque yo al momento nunca la había tenido ya que en el Teatro Argentino lo más seguido que ensayamos es martes, miércoles y viernes.
-¿Y esos días viajás a Buenos Aires y luego volvés a La Plata para ensayar en el Teatro Argentino?
-Sí, es un delirio pero es una experiencia única. En el caso del Teatro Argentino pagan una beca que iba a ser mensual y nos avisaron que iba a ser diferente, pero si lo pensás como un ahorro y una posibilidad de formación, sirve mucho.
-¿Qué pasa cuando terminan los dos años de formación del Teatro Colón?
-Veremos qué pasa… Dentro de lo que es orquesta es la mejor formación que hay en el país y de hecho hay muchos extranjeros por lo que está lleno de chilenos, colombianos, hondureños, entre otros. Ahí no pagan beca, pero está completo a tal punto que te dan clases los solistas de la Filarmónica del Teatro Colón y se toca ahí, así que es impresionante.
-¿Tuvieron algún concierto?
-Sí, tuvimos dos en el Teatro Colón y uno en San Isidro. El concierto del Colón estuvo muy bueno, sobre todo el segundo por una cuestión personal que me gustó más el repertorio. Tuvimos concierto el 11 y el 18 de mayo con dos programas distintos. En el último había números donde tocaban solo los vientos, entonces nosotros teníamos un tiempo de espera por lo que yo tenía la posibilidad de apreciar el Teatro y fue realmente hermoso. Por suerte en los dos conciertos tuve familiares que me acompañaron.
-Hablando con Leonardo Ventura de la Camerata Matices nos decía que el objetivo es que los músicos se queden en Tandil…
-Sí, eso pasa un montón. Hay mucha gente de Tandil que está en Buenos Aires o La Plata haciendo cosas ya sea estudiando o trabajando. A mí me gusta haberme ido porque son experiencias que acá no podría haber tenido, pero en algún momento me gustaría volver y ahí se complica. La idea sería volver para generar algo y no es que me desagrade, me gustaría hacerlo pero es otra cosa. Es una lástima que en Tandil, una ciudad con tanta cultura, no tenga una orquesta y es muy difícil poder generarlo.
El 20 de julio tenemos un concierto y nos va a dirigir el maestro Logioia Orbe, que es el nieto de Isaías Orbe, el fundador del Conservatorio. Eso va a estar hermoso porque además nos va a dirigir en un programa que es todo de música argentina así que para mí es muy significativo.
-¿Cuál es la importancia de contar con una orquesta o una camerata en Tandil?
-Es fundamental no solo para los recibidos sino también para los chicos que se están formando y que quieren seguir en esta carrera. Es un lugar que motiva muchísimo el estudio porque al momento de estudiar estos instrumentos se encuentran con que es muy individual y solitario en algún punto. Por lo tanto, tener un lugar donde se pueda aplicar lo que uno estuvo estudiando solo en casa es una gran motivación. Para encontrarle el sentido musical es necesario tocar con otro, compartir, mirar cómo lo hace la otra persona, entre otras cosas.
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