CONSEJO PARA
Elegir una buena ubicación para la huerta en casa
El agricultor Matías Emiliano Ale compartió algunos consejos para avanzar en una experiencia exitosa.
Cultivar nuestra comida es el primer paso hacia una alimentación sana, de calidad y económica; y lo mejor es que cualquier persona puede llevar adelante su huerto sin necesariamente disponer de mucho lugar, ni siquiera de un patio, ya que las experiencias en cajones, pequeñas macetas o canteros verticales brindan resultados exitosos.
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Si la huerta está bien ubicada y bien diseñada, te ahorrás importante tiempo en su posterior mantenimiento. Siguiendo esta afirmación, identificar con qué lugar y elementos se dispone es lo primordial para avanzar en este proyecto.
Al caso, Matías Emiliano Ale, agricultor, cocinero y guardavidas, compartió sus conocimientos y consejos para avanzar en una experiencia exitosa.
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En principio, el horticultor preponderó la importancia que tiene el sol para que las verduras y los cultivos en general tengan un crecimiento vigoroso. Igualmente, si estas condiciones no se dan, no significa que sea inviable tener la propia huerta, sino que deberán elegirse bien las variedades a plantar. “Estas serían las acelgas, lechugas, habas y perejil, entre otras”, ejemplificó.
De luces y sombras
Hablando de disponibilidad solar, principalmente en el epicentro de la ciudad, se debe verificar que no haya estructuras que arrojen sombra constante, aunque sí es un factor importante contar con algún tipo de cobertura que modere el paso del viento o el golpe de las heladas.
Para estos casos, los cultivos en maceta dispuestos en balcones juegan con una gran ventaja, porque se pueden ir moviendo de acuerdo a la conveniencia.
Al momento de sembrar o trasplantar, sobre todo cuando se va a ir a tierra directa o en canteros amplios, Ale sugirió plantar los cultivos altos hacia el sur u oeste de los más bajos, para evitar que su sombra afecte a los de menor tamaño o volumen.
Ahora bien, si el espacio que se dispone es más limitado o reducido, o simplemente se prefiere hacer algo pequeño al borde de una ventana, en el balcón o terraza, el único requerimiento tiene que ver con disponer de luz directa. En cualquier caso, vale recordar que durante toda la primavera y el verano, por ejemplo, la trayectoria del sol es más elevada y constante que a lo largo del otoño o invierno. Eso hace que la exposición a la luz directa sea más prolongada.
El agua es vida
Así como la insolación, el agua y la tierra son factores elementales para alimentar los cultivos. Por ende, lo ideal es el suelo suelto, nivelado, fértil y con buen drenaje. Si fuera posible, evitar los suelos arcillosos y muy arenosos salvo que pueda agregarles materia orgánica.
Asimismo, es básico tener una toma de agua cercana a la huerta que permita acceder con regadera o una manguera, o poder instalar un sistema de riego por goteo en caso de espacios amplios.
“La frecuencia del regado dependerá del tipo de suelo en el cual se haya sembrado y de su capacidad de retención de agua, así como de las variedades elegidas”, sostuvo Ale.
Una gran ventaja de las producciones familiares o caseras, es que resulta simple acumular y recolectar agua de lluvia, que es lo mejor para nutrir la tierra y todo lo que esté creciendo.
“Está muy bueno leer, estudiar y compartir experiencias, pero lo mejor de todo es que cada uno vaya descubriendo su suelo y espacio”, destacó Matias Ale.
“Hay cada vez más métodos para poder cultivar los propios alimentos, esto que es tan interesante y tan intangible como conectar con la ‘Pacha’”, reflexionó al finalizar.