El humor es cosa seria
En la ciudad hay sólo dos mujeres humoristas y una de ellas es Cristina “Boyo” Tosello, conocida por sus múltiples personajes e impronta. Profesora de teatro y comunicación, conductora y productora de “Boyitolina” por la 104.1, la Radio de El Eco y “Zoom” por la web, programa que recrea historias de objetos, lugares y personajes, repasa su trayectoria con La Vidriera.
El humor, la risa y sobre todo las carcajadas liberan tensiones y son armas eficaces para mantener una buena salud mental. Boyo Tosello es una reconocida humorista local que ha creado infinitos personajes frente a los cuales es imposible permanecer impasible, sin soltar la risa.
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-¿Cómo fueron tus comienzos en el mundo del teatro y la radio?
-Todo se dio casi al mismo tiempo. Siempre me gustó escuchar radio y fue una gran compañía cuando llegué de La Pampa en el año 2000 a estudiar en la Facultad de Arte de la Unicen. Luego averigüé dónde quedaban las emisoras locales y se me ocurrió proponer segmentos que consideraba creativos. En 2002 comencé en FM Tandil como movilera y productora. También hacía algunos personajes y surgió la posibilidad de actuar en un radioteatro llamado “Un amor entre los tilos”, escrito por Elías el Hage, que sucedía en la avenida Colón y era una especie de guiño a Rolando Rivas, taxista. Mi personaje era de la alta alcurnia y en conjunto con Pascual Pina. “Pepo” Sanzano, el querido “Flaco” Lanza, Alejandro Bocacci en edición de sonido, y muchos más, empecé a descubrir la verdadera magia de la radio. Con ese montaje, efectos de sonido y desde las actuaciones, se podían recrear diferentes mundos y situaciones. Creo que el radioteatro es un formato que estimula la creatividad de quien lo hace y quien lo escucha, y se sigue haciendo con otras herramientas en distintas partes del mundo. Recuerdo los furcios por los que había que volver a grabar, o tentadas de risa… era muy divertido. El juego que se genera haciendo radio y la complicidad de hacer justamente algo que no se ve, me ha llevado a presenciar situaciones como: Compañeros que están leyendo un noticiero y viene otro y le hace cosquillas para poner a prueba su concentración… o ¡le prende fuego la hoja del informativo! Lo he visto, y realmente admiré la capacidad de continuar al aire sin que se notara.
-¿Qué otras cosas has hecho en los medios?
-En la tele y la radio hice de todo: entrevistas, producción, humor, publicidades, edición de sonido y video… Siempre me capacité y pregunté a los que saben y me encontré con gente maravillosa que me enseñó mucho y otra todo lo contrario que también me enseñó a ¡no ser como ellos!
-Y comenzaron los personajes.
-Inició con una etapa de móvil humorístico con Javier Pianta en Urbana. Hacía un personaje que se llamaba Aurora y les detallaba el horóscopo del día a los funcionarios, era muy divertido y a la gente le gustaba mucho. Por ejemplo estaban en la inauguración de alguna obra y en dos segundos pedía salir al aire para predecirle el futuro al Intendente. Siempre las autoridades se sumaron con mucho humor y hablábamos de anécdotas de sus vidas. Me acuerdo en una gala del 25 de Mayo, Juan Pablo Frolik hablando de tradiciones y contándome que en familia hacía tortas fritas en una lata de dulce de batata y dando la receta, por ejemplo, una faceta que no acostumbramos a ver en las entrevistas. Siempre busqué esos momentos de juego al comunicar.
Afrontar batallas desde el trabajo a conciencia
-Si bien desde hace algunos años estamos viendo mujeres humoristas, no siempre fue así. Se advertía más como un espacio masculino. Una que logró vencer esa barrera hace tanto fue la gran Niní Marshall…
-Hay un pensamiento de esa gran artista que responde perfectamente a esa pregunta y adhiero, según los buenos y malos momentos que se viven en el medio. Ella decía que la vida le había dado el extraño privilegio de hacer reír a los demás, y que justamente eso le permitió borrar o postergar alguna angustia.
A “Niní” la he tomado como referente por esa barrera que rompió, por ese instinto creativo arrollador. Dueña de un lenguaje propio, además de ser tan histriónica y graciosa. Lograba hacer una crítica social en tono de humor. Y digo humor, no sólo en un chiste corto, sino como una manera de afrontar muchas batallas, desde el trabajo a conciencia.
-¿Te costó mucho insertarte en este rubro artístico hasta hacerte de un nombre?
-Creo que es un trabajo constante, de aprendizaje, evolución y no me parece que haya un espacio donde uno debe ingresar, ya que cada uno aporta su impronta y hay lugar para todos. Apuesto al trabajo grupal cooperativo. De hecho me gusta estimular a los demás a que expresen lo que hacen y saben. En “Boyitolina” a mis compañeros Sandro, Daiana y Lucio los conocí porque hicieron, en distintos momentos, mis talleres. Los veía realizar sus ejercicios con tanto compromiso y talento y me parecían una bomba. Les dije: “ustedes tienen que estar al aire conmigo” y, por suerte les encantó la idea: Sandro con la información en salud y una manera atractiva de contar historias, Daiana con su tremenda voz y aportando mucho desde la producción. Realmente los admiro y aprendo con ellos, disfrutando y divirtiéndonos y todos aportamos y apostamos a un producto con el objetivo de informar y entretener. Sumado a Sebastián Napoleón, un groso en lo suyo que edita y musicaliza de manera impecable y hace aportes creativos desde el sonido constantemente.
Y fijate que me preguntabas sobre insertarme en el medio. En este programa tengo otro rol, soy la coordinadora ahora quiero reírme de las ocurrencias de alguien más, con ideas nuevas. Y esa persona es Lucio, con su adorable personaje Matilde, muchas veces me hace tentar de risa a punto de no poder seguir hablando.
-¿La imitación es un arte?
-Es una de las tantas herramientas de entrenamiento del actor y la actriz para construir personajes o realizar indagaciones en procesos de entrenamiento. Muchas veces para interpretar un rol, tomamos alguna frase o postura de alguien más. Pero creo que es sólo una parte del trabajo. Marlon Brando, por ejemplo, para su interpretación en El Padrino, partió de la imagen de un perro bulldog y, luego el trabajo de exploración continúa con otras técnicas hasta lograrlo.
Maratonista de personajes
-¿Cómo se hace para imitar sin caer en lo grotesco de la burla? ¿Existen límites?
-Puedo relacionarlo con la esencia de cada uno, depende del respeto con el que uno se maneje en la vida cotidiana. Cuando he realizado imitaciones, mi objetivo no era burlarme de nadie, sino crear un espacio de juego y risa. No me gusta hacer chistes con el físico o las elecciones de los demás, por ejemplo.
-¿Cuántos personajes hiciste? ¿Cuál te hace reír más o a cuál querés más?
¡Uy! Miles. Una vez quise contarlos pero no llegué. Y esto tiene que ver con el trabajo que hicimos con Leo Moreno en “Doble sentido”, en 2008, cuando ingresé en el nacimiento de la radio de El Eco. Ahí creo que me recibí de maratonista de personajes. Decime algún actor o actriz que haya hecho en la historia de la televisión mundial cuatro personajes diarios, todos los días en un programa en vivo, caracterizándose completamente. Además personajes distintos de un día al otro. ¡No existe!
Me divertía mucho hacer a “Noemí Padilla”, la locutora engolante, que tenía de auspiciante al restaurante “Le fifí platé” que en su sofisticada carta ofrecía de entradé: “Delicado yellow roll de corn saleroso” (chizitos). Platé principel: Porcino a la frozen con emulsión criolla en concubinato con macedonia soviética (lechón frío con ensalada rusa) y de postré: Carnaval multicolor frutal con esferas americanas bajo cero (ensalada de frutas con helado de americana) Le Fifí platê. Unico con servicio de mariachis en patines.
“Mamucha” que era una ama de casa de la vieja escuela que cocinaba para doce personas todos los días, almidonaba la ropa. Ese personaje me encantaba, porque de verdad era recrear cómo se hacían antes las tareas del hogar y el tiempo y la exigencia que demandaban para una mujer. “Manzana Ricoborda Olavarría”, conductora de “Tus manos pueden” que realizaba manualidades horripilantes y las hacía “con cositas que todas tenemos en casa” como: pincel de pestaña de koala o unos óleos que solo se consiguen en “Soniarte”, atendida por Sonia una artística que queda en París, frente a la torre Eiffel. Recuerdo que cuando grabábamos moríamos de risa con Leo, fue de lo más insólito e intenso emocionalmente que viví en mi vida. Y aprendí muchísimo.
Mirta “Llamarada” Méndez, una cantante romántica, Matilde, que venía al Eco en su chancha, La Chichila, horoscopera lectora de la borra del Fernet, Sarita, la maestra, Grieta Garbo (candidata del Partido al Medio), Algunos personajes los hacía sólo en una ocasión, por alguna noticia en particular. Y en radio me encantó hacer a María Eugenia Todomal, en representación del odiador serial, el hater sin haber tocado en su vida una pelota de fútbol, tomando mate con bizcochos, maldice a Messi y dice cómo debe jugar y manejarse en la vida. Muy gracioso.
-¿Es complejo el arte de imitar?
-En mi caso, al haber estudiado en la Facultad de Arte, obtuve herramientas precisas y, luego uno crea su propio método. Me gusta mucho observar, escuchar más que imponer y creo que es otra ventaja. A veces contemplo actitudes, o comportamientos, que luego incorporo a los personajes
Quizás todo sea complejo o fácil, dependiendo la energía y el trabajo que cada uno le dedique. Hice personajes de imitación y todos son un mundo… empiezo desde la empatía, sin juzgar, a jugar. De Susana o Mirtha por ejemplo, fue el desafío primero acercarme la voz, las inflexiones, la manera de moverse, de mirar a los demás, una exploración con videos y en detalle. Pero en la construcción del personaje y el humor, me motivaba generar situaciones clownescas. Es decir, no sólo repetir lo que hacen. Por ejemplo ¿Qué pasaría si Mirtha Legrand tiene que salir al aire, faltó el cocinero y ella debe hacerse cargo de hacer la comida? o ¿cómo sería una entrevista de Mirtha a Michael Jackson?. Son situaciones creativas, que no ocurrieron en realidad, pero desde la puesta en escena al factor sorpresa me resultan más interesantes que una imitación tipo lorito de alguien famoso.
-¿Cuál es el público más difícil el adulto o el infantil?
-Quizás sea una de las tantas creencias limitantes que nos acompañan, que el público es fácil o difícil. En un teatro, si la gente va, paga una entrada para verte, ya tenés un 50% de predisposición, el otro 50 depende de tu energía y actuación. Distinto es en una fiesta, que de repente están comiendo y aparecés como Susana Giménez de la nada y ¡ahí te quiero ver! Con respecto a los infantiles, trabajé en Tricircus con los Tri Tri, como asistente de dirección. Mantener la atención de los chicos es un hermoso desafío. Me acuerdo que estallaban de alegría cuando salían a escena Matías, Eugenio y el querido “Pedrito” (Baldovino), me emociono al recordarlo, la ternura que era verlo actuar, la conexión que tenía con las familias, cómo llegaba al corazón. ¡En esa obra tan linda! Los tres eran encargados del circo, y estaban armando la carpa, limpiando y de repente anunciaban que los artistas circences no llegaban y ellos se tenían que hacer cargo del show porque el público estaba esperando. Fue una experiencia inolvidable, una obra muy galardonada, con viajes y, de la mano de “Pepo” Sanzano en la dirección.
¡Una acompañante terapéutica por aquí!
-¿Hay mucho humor en tu vida?
-Sí, mucho. Trabajo para crear bienestar en el lugar donde trabajo, en mi casa, con mis círculos… El humor nos salva de muchas situaciones, nos hace ver las cosas de otra manera, relajarnos. Cuando empecé a dar clases de teatro pude observar el efecto renovador de la risa en la salud. Los he visto llegar tantas veces quejándose de la plata, el gobierno, las peleas con compañeros… cuando entraban a clase, empezaban a jugar como chicos en el piso, largar la risa y los veía más jóvenes. Salían renovados. Y lo digo ahora porque no doy más clases de teatro, no es que lo esté vendiendo (risas) Los beneficios de la risa están comprobados científicamente. A raíz de lo que veía en mis clases, me he tomado el trabajo de consultar con médicos de distintas especialidades, psicólogos y científicos. Y ahora en la radio, en “Boyitolina”, tenemos ese objetivo… hacer una fiesta y disfrutar de lo que tenemos, nosotros en este aquí y ahora. ¡Tomá pa vos!
-También sos acompañante terapéutica… ¿una cosa va de la mano de la otra?
-Cuando estudié acompañamiento terapéutico conocí muchas historias de resiliencia donde el humor mejoró la calidad de vida de muchas familias, no es sólo hacer chistes, es más profundo. Ponete a pensar en algún problema, una separación por ejemplo, donde nos entristecemos, nos amargamos y bancamos ese momento. Ahora cuando va pasando el tiempo no hay nada más maravilloso que poder reírse o hacer chistes de esa experiencia y ¡cómo ayuda!. Luego he conocido muchos casos de gente que tiene alguna enfermedad o ha sufrido golpes realmente grandes en la vida, y cuando logran tomarlo -por momentos- con humor, es parte de la resiliencia.
…cuando pase el temblor
-¿Cómo vas surfeando la pandemia?
-Como todos, pero con una base optimista con pensamientos positivos que permiten avanzar a pesar de las cosas que suceden en el contexto. Antes de la pandemia empezamos con el programa “Zoom” que fue un éxito en la web de El Eco, recorriendo historias de personajes, lugares y objetos. El público se enganchó tanto como nosotros, haciendo foco en todo lo que tenemos para recorrer y estando tan cerquita.
El 7 de marzo empezamos “Boyitolina”, para dar un mensaje de humor y salud y a la otra semana se detuvo todo, y la radio siguió andando y con muchísimo acompañamiento de oyentes. No podemos creer las cosas que nos pasan. Desde las situaciones más insólitas, los regalos que nos envían. Un sábado al aire sonaba una canción que hablaba del corazón y Sandro me pregunta ¿A usted le regalaron un Dos corazones alguna vez? y le digo “No, la verdad que es uno de mis sueños, que alguien me obsequie esa golosina”… a los 10 minutos un oyente misterioso me envió uno. Fue muy gracioso y pasó todo al aire.
-¿Cuál es tu mirada sobre la situación del teatro?
-Es una sensación tan rara en una ciudad como Tandil, con tanta actividad teatral, que se haya parado todo, difícil de asimilar. Fue un cachetazo para muchos rubros que tuvieron que parar para priorizar la salud, pero en un momento se empezó a pensar en cómo seguir, sin dejar de cuidarnos. Ahora por suerte veo que muchas salas retoman actividades, obviamente con protocolos, pero es alentador, hay que ver cómo sigue. Por otra parte me gustaría que hubiera más actores y actrices en los medios, pero bueno, es una idea que ojalá la tomen, y si no voy a proponer espacios para que eso suceda, si es de interés de las partes. Pero es algo que me da vueltas en el “marote” hace tiempo.
-¿Tenés proyectos?
-¡Siempre! ahora estoy haciendo en Instagram, conjuntamente con Zoom un espacio de difusión para emprendedores y emprendedoras locales, con entrevistas e historias y me he encontrado con muchos que empezaron y crecieron en pandemia. Son otras historias, inspiradoras por cierto y, nos hacen ver que no todo está perdido.
-¿Cómo cerrás la nota?
-Agradeciendo mucho el espacio y a quienes están leyendo, a mis compañeros de radio, a mi familión, a quienes fueron mis alumnos de radioteatro “Las Catitas”, de Teatro humor “Les Chingoles” y a quienes se tomaron el tiempo de leer esta nota. ¡Gracias!
Las preguntas del estribo
-¿Qué cosas guarda que no le sirven para nada pero de las que no se desharía?
-Antes acumulaba algunos “porsis”. Por ejemplo diarios por si piden a mi hijo en el colegio, ropa por si me entra algún día, latas o frascos por si puedo ¿intervenirlos? Pero ahora me gusta tener sólo lo que utilizo. Ya que “Todo sirve para algo pero nada sirve para todo”. De todas maneras algunos recuerdos, como programas de las obras de teatro que hice o que fui a ver, por si me da el domingazo de remembranza. Eso sería lo único de lo que me cuesta desprender… Los veo y me voy acordando de alguna locura como “Instalación experiencial”, año 2003, en el tercer piso de la Facultad de Arte, cuando funcionaba en Pinto y Chacabuco. Era una obra en la que el público iba pasando por diferentes sectores. Cuando la gente llegaba, era recibida por dos personajes, uno de ellos era yo. Parecíamos astronautas porque estábamos vestidas con mamelucos blancos y cascos, e íbamos guiando con sogas, y sin hablar, a los visitantes. Luego subían por el ascensor e iban pasando por habitaciones, pisando gelatina, por momentos sonaba una alarma y se veía fuego salir de una de un lugar extraño, también pasaban por una sala que parecía un quirófano y había personajes sufriendo operaciones y con un televisor que andaba mal. En otra les tapaban los ojos e ingresaban y los inundaba el aroma a tilo… ¡Una obra rimbombante! En teatro hice de todo: comedia, sainete, escenas de Shakespeare en el barro, comedia del arte, tragedia, hasta desnudos, sí sí. Es un placer recordar tantas obras, así que esos programitas siguen ahí.
-¿Películas románticas, pochocleras, suspenso, acción o clásicos del cine?
-Me gustan las pelis que alimentan buenas emociones. Comedia, aventura. No quiero fruncir el ceño mientras veo ficción, por favor.
-Un día para recordar
-La primera vez que hice un programa de radio, en el año 2002, FM Tandil. Estaba frente a un micrófono y me hervía la cara de adrenalina y miedo. Puedo recuperar esa sensación, el estado de alerta, la responsabilidad y el disfrute de comunicar y hacerlo con miedo y todo. Pero bueno son instancias que hay que pasar.
-Un día para olvidar
-Ya me olvidé.
-En televisión ¿noticieros, películas, programas de entretenimiento, documentales? y ¿por qué?
-Hay algunos noticieros que siempre comienzan con una desgracia personal, me llama la atención… Me pregunto cuál es el objetivo. ¿Acaso se juntan los productores a ver quién tira la tragedia del día para matarle el almuerzo a la gente? En ese caso corro despavorida a cambiar de canal blandiendo el control remoto cual pistola. Miro documentales series cómicas y referidos a la música. Mucha música en mi vida. Siempre me gustó trabajar con el humor y desde el humor, y cambian muchas fórmulas, tiempos, gags, así que los tomo como referencia.
-Imagínese que un día se levanta y se encuentra dentro de la recordada Familia Ingalls ¿Quién sería?
-La nena chiquita que se cae en la presentación. Alto fail (fallo) que maliciosamente dejaron los editores de la serie.
-¿Fiesta multitudinaria o reunión íntima?
-En ese orden
-Si volviera a nacer ¿qué cosas repetiría y cuáles no?
-¡Ay! a veces pienso que hay situaciones que podría haber resuelto de otra manera, pero como no soy sabia, tuve que pasar por esa experiencia para aprender, no en pensamiento, sino en el cambio de conducta.
-Día para abajo: ¿introspección, terapia, lectura, cine o qué?
-Día para abajo se escucha tango, se come chocolate y se viste sin glamour alguno porque es algo que hay que pasar como corresponde!. Un proverbio irlandés dice: “Las lágrimas derramadas son amargas, pero más amargas son las que no se derraman”. Y una filósofa argentina dice “Si querés llorar, llorá”. Son emociones que todos tenemos y cada cual cumple una función, así que si hay bajón, se admite y en esta instancia, aprendí mucho del especialista Santiago Pistone, lo bueno de la tristeza es pensarlo como un momento, no como un estado eterno, son momentos que tenemos que bancar.
-Si fuera elegida Intendente ¿cuál sería su primera medida de gobierno?
-Habría que estar en situación y contexto determinados. Cuando fui convocada para un proyecto político, mi propuesta tenía que ver con la comunicación y prevención. Porque haciendo móviles y entrevistas, los especialistas en salud, tránsito, educación, y otras áreas, remarcan la importancia de difundir mensajes preventivos, de información y así evitar problemas mayores. Esas ideas decantaron en el programa Boyitolina, donde hablamos de prevención y le aplicamos una inyección de risa, aporte noble a la salud y al ánimo. Porque estoy convencida de que en todo contexto, una actitud positiva ayuda a pensar soluciones para salir adelante.
-¿Consejo o sugerencia?
-Preguntas. Cada persona es un mundo y algo que funciona muy bien para mí, si lo implementa el otro le puede ir mal, así que no soy de dar consejos, o ideas cerradas. ¿Desde qué lugar lo haría? Prefiero ayudar, en caso de que lo soliciten, con preguntas para reflexionar ante determinada circunstancia.
-Beethoven, Serrat, Cacho Castaña, Soledad, o la Mona Jiménez? y ¿Por qué?
-Soledad: Porque admiro su evolución artística, más allá de que no consumo su música. Me acuerdo cuando recién apareció revoleando el poncho, era llamativa, distinta, y luego fue creciendo, tomando riesgos, además de formarse como artista y ser dueña de un carisma inigualable.
-¿A la hora de leer el diario papel o digital?
-Digital en casa pero para hacer radio siempre el papel, si no está, no es lo mismo.
-¿Todo tiempo pasado fue mejor?
-Quizás eso sea una excusa. Toda época tiene sus pros y sus contras. A veces escucho “cuando yo era chico la sociedad era mejor”. Pero pensemos que en la infancia nuestra la principal preocupación era jugar… y no teníamos demasiado de qué preocuparnos, en general. O sea que quizás no extrañamos la época, sino quienes éramos en ese momento. “Siempre es hoy”, canta Cerati, y con estas herramientas, acá, con bajones y subidones, intento hacer lo mejor.