La soprano
Graciela Brescia, dueña de una voz excepcional, cantó en el Coro Estable de Tandil hasta que comenzó su carrera como solista. En el aquí y ahora y en medio de la pandemia continúa presente a través de distintas plataformas y, más vigente que nunca.
Nos relata que sus comienzos con la música fueron tempranos, cuando comenzó a estudiar piano, ya que viene de una familia musical. Más tarde ingresó al Coro Estable de Tandil, dirigido en principio por el maestro Bernardo Moroder y más tarde por su hija Annele. Fue coreuta y solista con temas de los grandes maestros del repertorio musical. Comenzó en Tandil pero su voz no encontró fronteras, realizó muchas giras por América Latina y Europa.
-¿Qué balance hace de estos 35 años con la música?
-Han sido muy fructíferos, totalmente positivos. ¡De un aprendizaje constante, que aún continúa!, colmados de bellísimas vivencias. Estoy en este camino de la música, por herencia familiar y desde muy pequeña.
-¿Quiénes fueron los que la ayudaron a darse cuenta de lo que quería ser en la vida?
-Y guardo por ellos una inmensa gratitud en mi corazón para Gerta Geng, mi profe de piano del Instituto Santa Cecilia, Sofía Galicia, mi gran maestra de canto y Bernardo Moroder, mi maestro coral, con quien canté muchísimos años, en total fueron 32 dentro del Coro Estable de Tandil siendo dirigida en la última etapa por Annele Moroder, su hija.
También agradezco profundamente a mi querida amiga Graciela Kiehr, compañera del Estable, con quien además teníamos un grupo vocal Exaudi y ella me dio el primer solo, en mi primera fiesta de fin de año del Coro, allá por 1983. Canté un Spiritual: Nobody knows, allí me escuchó Bernardo, y de ahí en más, confió en mí para que yo pudiera cantar muchos de los solos del Coro.
Si bien, mayormente canté Spirituals, en cada Semana Santa, en el Salón Blanco Municipal o en la Parroquia del Carmen, presentábamos concierto sinfónicos corales, donde se abordaban obras muy importantes del repertorio universal. Es así, que tuve el honor y la dicha de poder cantar por ejemplo el Réquiem de Mozart, Réquiem de Verdi, Un Réquiem alemán de Brahms, Gloria de Vivaldi, Misa en Sol M de Schubert, entre otros grandes clásicos. Todas obras hechas con orquesta, conformada con músicos de Tandil y de otras ciudades. ¡Nada más hermoso para mí, que haber cantado tan bellas obras y con orquesta!
A su vez, dentro del Coro, formamos un sexteto femenino, que se llamó oficialmente Cantares -Las Especias era el nombre casero- y hacíamos temas del jazz y spirituals.
-¿Tiene recuerdos imborrables?
-¡Por supuesto! los vividos en cada ensayo, concierto, cada gira de coro, Gracias a Bernardo pudimos recorrer todo el país, países de Latinoamérica y hacer dos giras europeas en 1994 y 1998, habiendo realizado numerosos conciertos durante un mes, giras muy exigentes y de mucho trabajo. En el Coro trabajé además, como encargada de archivo, haciendo programas de radio y en la última etapa fui preparadora vocal.
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Mujeres en concierto y en el Palacio
-¿Cuándo comenzó su etapa como solista?
-Cuando sentí, que había cumplido un ciclo en el Coro, inicié una etapa diferente. Durante diez años organicé junto a Fernanda Lalloz, mi pianista por mucho tiempo y otros cantantes, ex alumnos del Conservatorio, los conciertos del Jueves Santo, en el Templo Danés y coincidió en parte, con la última etapa del Estable.
-Si bien tuvo su propio despegue, siempre ha reunido figuras para hacer distintas presentaciones.
-Como solista he sido convocada en varias ocasiones para cantar el Himno Nacional, en algún evento municipal, también he hecho presentaciones en la Noche de los Museos, y en la Fundación Vida para todos. Puntualmente respecto a lo que hace referencia, durante cuatro años, llevé a cabo el ciclo Mujeres en Concierto, que fue una idea que me surgió escuchando un concierto de mi pianista, con otras cantantes,
En este ciclo, fueron convocadas muchas cantantes, Mi idea fue la de unir a artistas de diferente trayectoria y estilos musicales, interactuar, cantar en dúos y cuartetos y también solista.
-¿Qué significó ese ciclo?
-Fue para mí, una experiencia única, de mucho aprendizaje mutuo, de dejar egos de lado, de sumarse cada una con su conocimiento, con su arte. Y así también, gracias a la gestión de Ernesto Palacios en Cultura, fue declarado el espectáculo de Interés Municipal, y hemos tenido unos cierres hermosísimos en los Jardines del Municipio, como parte a su vez, del ciclo Música en los Jardines.
-Han sido muy productivos los últimos años…
-Sí, felizmente. Grabé dos Cds con temas que iban desde arias antiguas, música del romanticismo, spirituals, jazz y baladas. El primero se llamó “Canto, y doy Gracias” y el segundo: “Celebrando la vida” y me acompañaron los pianistas Fernanda Lalloz y Sergio Pantuso. A la par de la carrera artística, desarrolle durante treinta años la labor docente, como profesora de inglés y música, habiendo dictado varias cátedras de canto en el Conservatorio Isaías Orbe. En simultáneo he trabajado siempre con mis alumnos particulares de canto.
El aprendizaje
-¿Cómo vive la pandemia?
-Como una prueba tremenda para la humanidad, donde debiéramos salir fortalecidos y cambiados, más solidarios, más empáticos, se verá lo que sucede con el tiempo.
-¿Y esta cuarentena sempiterna?
-Interminable y que ha dado lugar a desarrollar más aún, distintos hobbies que ya tenía: la fotografía, la pintura, el baile… salir a caminar o a trepar sierras y otras actividades.
Pero además me llevó a profundizar en mi camino de fe, contando con distintos grupos de oración y formando parte, además, de un grupo dentro de la Parroquia del Carmen, donde hacemos Adoración Eucarística (la Alabanza a Jesús vivo en la Eucaristía), preparamos los cantos para cada celebración -aquí también han surgido, me han sido inspiradas canciones muy simples, y sentidas- todo hecho con el corazón y con mucha entrega, una tarea que realmente me hace sentir plena y llena el alma, al igual que a mis compañeros.
-¿Qué cosas tuvo que dejar de hacer y qué otras incorporó?
-Tuve que dejar de dar clases presenciales, y de hacer conciertos y surgieron las grabaciones individuales o grupales on line. De hecho grabamos un fragmento de Oración del remanso con Gloria Aguilar e Ivana Betelú, también grabamos con Aurora Verón: Con las alas del alma, y además nos reencontramos también con queridísimas amigas, ex coreutas del grupo que hoy le mencioné y grabamos una obra coral La Mancha: Paula Gómez, Paula Galicia, Silvana Cintas, Laura Josefina Valor y Silvia Leeson, uniendo Córdoba, Olavarría y Tandil.
-¿Cree que el mundo nos está dando una lección? Hoy nos decía que lo ve como una prueba tremenda…
-La pandemia nos está dando una lección, el mundo, la gente, actúa de muy variadas formas, no siempre con sentido común
-¿Cambiaremos los humanos?
-La esperanza, es lo último que se pierde. Tengo mucha fe en que surja en un futuro una nueva humanidad
-En su profesión tuvo que resetearse, cuéntenos…
-Si, como todos, trabajé y trabajo desde lo vocal para poder mejorar cada día los diferentes estilos que abordo, siempre se está en la búsqueda de nuevos temas. ¡Es un desafío constante! Y doy Gracias a Dios por conservar en mi madurez mi voz intacta en un registro muy amplio, lo que me permite cantar estilos bien variados
“Nací dentro de la música”
-¿Quiénes son sus referentes en la música?
-Varios: en la lírica, Luciano Pavarotti, José Carreras, Sumi Jo, Kiri Te Kanawa. En el pop: Rod Stewart, Queen, Phil Collins, Alejandro Lerner, entre otros… también me gusta el jazz, he tomado clases de swing, ¡amo bailar! y también el folclore, que lo bailé de chica y adolescente en la peña El Cielito.
-En Tandil ¿el ambiente musical es solidario o individualista?
-Hay de todo, como en todos los ambientes
-¿Cuenta con amigos dentro del ambiente?
-Sí, la mayoría de mis amigos están dentro del mundo de la música.
-¿Qué significa, para usted, cantar?
-Una entrega absoluta desde lo profundo del corazón, es conexión alma a alma, me transforma, renueva. Uno se brinda por entero, expresando sus emociones.
Celebrar la vida a cada instante
-¿Cómo fue enfrentarse al día en que entramos en cuarentena y ya no pudo hacer lo que hacía?
-Me lo tomé con mucha calma, viendo que otras cosas podían reemplazar a las que hacía
-¿La música la relaja a la hora de saber que el mundo se ha vuelto un lugar hostil?
¡Totalmente! Mi mundo es la música, nací dentro de ella.
-¿Es viajera? ¿Dónde le gustaría ir hoy?
-Soy viajera, pero no en exceso. He hecho muchos viajes, me gustaría seguir haciéndolos y, si tuviera que elegir un lugar, sería alguna playa para hacer un buen relax.
-¿Tiene puesta la esperanza en determinado momento donde pueda presentarse en vivo y con público acompañándola?
-Recién lo vislumbro como para el próximo otoño.
-¿Cómo cierra la nota?
-Deseando que las personas puedan transitar un camino de luz, de fe, con esperanza, con mucho mirar al otro como a mí mismo: mi prójimo-próximo, con más respeto y tolerancia y, por supuesto, que no falte nunca la música. ¡Se debe celebrar la vida a cada instante!