“Luchi” Méndez, en medio de la zona de más contagio
El tandilense, que dejó de jugar al fútbol el año pasado, vive con su familia en Monza. Se mantiene trabajando de manera normal.
Luciano Méndez es otro de los deportistas tandilenses que vive, desde una zona de las más conflictivas, el crecimiento y la propagación de un coronavirus que tiene en vilo al mundo.
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“Luchi”, de 38 años, reside en Monza, Italia.
Allí cerró su carrera el hijo de Ani y el inolvidable Carlos, el hermano de Matías, el goleador que los madrugaba a todos desde que irrumpió en Independiente y que se llevó esas características a las categorías regionales del fútbol italiano.
Desde ese lugar accedió al diálogo con el Diario de su ciudad.
-¿De qué manera estás transitando estos días tan complicados?
-Estoy en Monza, en la región de Lombardía, donde vivimos hace casi ocho años. Es la zona que se vio más afectada por los contagios en toda Italia. En mi caso, trabajando de manera casi normal, aunque con los recaudos necesarios.
-¿Esta situación se fue dando de manera paulatina o rápidamente?
-Se dio todo muy rápido. Veíamos en las noticias que había un virus en China, que llegaba a Europa y hubo un par de contagiados. En cuestión de días aparecieron demasiados casos acá y no ha parado.
-¿Tenés conocidos que se hayan visto afectados en Italia?
-No de manera directa. Sí falleció el padre de una persona que trabaja en el fútbol y otro vinculado a mi club, pero no eran gente con la cual tenga trato cercano.
-¿En qué estás trabajando?
-Soy responsable de una empresa alimentaria, de pastas. Por ese motivo, tenemos que seguir trabajando, ya que se trata de un servicio de primera necesidad.
-¿Cuántos trabajadores tiene la empresa?
-En la sede nuestra somos cerca de sesenta, y en estos días de poco trabajo se evita la presencia de mucha gente.
-¿Cómo es un día de trabajo tuyo y de qué manera evitás el contagio?
-En estas épocas, voy a la mañana y vuelvo a casa a eso de las 5 de la tarde. Solamente una parada en el supermercado, en caso de ser necesario. Hacemos una sola compra semanal. Tratamos de hacer las cosas lo mejor posible.
Normalmente tardo 25 minutos en ir al trabajo y ahora estoy en 10, porque las calles están prácticamente vacías.
-¿El resto de la familia cómo sobrelleva la situación?
-Mi señora y mi hijo llevan cuarenta días encerrados, desde que dejaron de dictarse las clases en las escuelas. El único aire que tienen es el de los balcones, porque vivimos en un complejo de departamentos. Justo estábamos por cambiarnos de casa, a un lugar con terraza.
Hoy nos pasó algo increíble. Desde el edificio de enfrente, veíamos que saludaba una señora. Cuando comprobamos que el saludo era para nosotros, nos pusimos a charlar con ella. Pobre, tenía ganas de hablar con alguien.
-¿Qué edad tiene tu hijo?
-Francesco tiene 8. Está con el estudio a través de Internet, van a seguir así hasta el final de las clases, que acá es en junio.
-Futbolista, como todos los Méndez.
-Sí, juega en el club en que terminé jugando yo el año pasado, Biassono. Estuvo dos años en escuela de fútbol en Inter. Se divierte y lo toma como un juego, está en edad para eso.
-¿Vos quedaste vinculado al fútbol?
-Sí, terminé de jugar en mayo del año pasado y me ofrecieron seguir como técnico, pero preferí esperar un tiempo, porque todavía pensaba como jugador. En enero empecé a entrenar la categoría 2008, un lindo proyecto. La sociedad está vinculada al Atalanta y tenemos un chico entrenándose ahí. En mi caso, hice el curso de técnico hace mucho y estoy siempre renovando el permiso de UEFA a través de las actualizaciones. Me pude poner a estudiar para eso.
-¿Estás en una zona ideal para ver fútbol grande, cerca de Milán?
-Sí, aunque cuando jugaba no era tanto de seguir fútbol fuera de mi categoría. Pero tengo cerca a Milan, Inter, Atalanta. También a Novara, que he ido muchas veces a verlo por mi amigo “Puchi” González.
-¿Cuándo fue tu última visita a Tandil?
-Estuvimos el último verano, para las Fiestas, durante veinte días. Aprovechamos para ir a la costa, a Valeria del Mar, a disfrutar de mi vieja, mi hermano y mis sobrinos.
-¿A tu esposa le gusta para pasear o para vivir?
-Le encanta para pasear. Es como todo, cuando te acostumbrás a un lugar, es difícil cambiarlo. Ella y mi hijo nacieron en Italia y no lo cambian por nada.