Adjudicatarios del barrio Smata se reunirán mañana para evaluar acciones a seguir
Cabe recordar que un grupo de aproximadamente 40 adjudicatarios del barrio Smata se habían reunido con funcionarios comunales hace un mes con el fin de pedirles que se avanzara en las obras de urbanización para el barrio. Un mes después, sin avances aún, se reunirán y evaluarán los pasos a seguir. Además, hablarán del estado de las escrituras, que hace tiempo están en trámite.
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Susana Ferreyro, una de las adjudicatarias, explicó que “la idea es juntarnos todos para comunicar lo que estuvimos haciendo durante este año, los pasos que fuimos siguiendo y los que vamos a seguir de ahora en más para lograr la escrituración. Surgirán otros temas en la reunión seguramente”.
En cuanto a la apertura de calles que se había pedido, afirmó que “el Municipio nos advirtió que en un mes no nos podían dar una contestación porque tienen que hacer un estudio de suelos, eso lleva su tiempo. No pueden abrir las calles e inundar a todos los barrios que están debajo, es algo que deben tomar con mucha precaución, tienen que hacer un estudio de suelo nuevo y de desagües porque en estos 40 años hasta ahora se ha edificado muchísimo, para comenzar a abrir las calles”.
Sin avances
Por su parte, Oscar Revelli, el primero en irse a vivir al barrio, contó que “la luz al barrio todavía no la trajeron, que dijeron que era lo más rápido, y el agua tampoco. El 4 de enero va a hacer un año que estoy acá y todavía no pusieron iluminación adentro del barrio donde están las casas, es una boca de lobo, en los terrenos también, no ves nada”.
“Tengo una nota firmada por el Municipio que dice que iban a traer la red de agua, pero todavía la estoy esperando”, cuestionó.
En este momento son dos familias las que habitan en forma permanente las viviendas, pero en marzo más familias se mudarían al lugar, las cuales “están trabajando a full para venirse a vivir”.
Revelli lamentó que en casi un año “no hubo ningún avance en el barrio, las calles son un desastre, cuando llueve es imposible transitarlas. Adentro no tenemos calles, eso dijeron que va a llevar un tiempo, pero realmente la parte de iluminación y agua que iba a ser más sencilla todavía no la tenemos tampoco”.
En cuanto a los intentos de usurpación, lamentó que “estamos permanentemente tratando de que no se metan en las casas, porque encima que algunos no cortan el pasto, parece todo abandonado, así que a la noche tenemos que estar cuidando. Acá arriba no llega nunca un patrullero”.
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