Adjudicatarios del barrio Smata van a pedir el agua y hay más familias decididas a mudarse
Cabe recordar que Oscar Revelli y su familia compraron el terreno de la casa número 15 del barrio Smata, encontraron el inmueble en ruinas, sin techo, ni aberturas, sucio y destruido, pero ya comenzaron a reconstruirlo.
Ayer por la tarde, dieciocho propietarios se dieron cita en el postergado barrio donde sostuvieron una reunión tendiente a planificar los próximos pasos a seguir para poder ocupar sus viviendas y hacerlas habitables. Todos ellos firmaron una nota en la que solicitan que la Dirección de Obras Sanitarias les extienda el servicio de agua.
Oscar Revelli explicó que “la reunión la pidieron los chicos de la casa 26 porque estamos pidiendo el agua y más que nada para que los dueños se empiecen a hacer cargo de sus casas, para que puedan empezar a cortar el pasto, a meterse, a ocupar lo que es de ellos”.
Los servicios
Con mucha alegría, contó que luego de la nota que se publicó en este Diario, gran cantidad de adjudicatarios tomó contacto con él. “Vienen todos a felicitarme y están contentos porque cada uno quiere tener su casa, así que quieren terminarla y empezar”, afirmó.
“La Usina se portó excelentemente bien, en cinco días me dieron la luz. Eso es importantísimo porque este barrio está todo oscuro, no había ningún tipo de iluminación, y ahora por lo menos tenemos luz y el resto de los vecinos pueden pedirla tranquilamente”, remarcó.
Una vez que obtuvo ese servicio, se dirigió a Obras Sanitarias para solicitar el agua. “Me pidieron una nota que acreditara que soy propietario de la casa, y ya que nos reunimos aproveché para juntar las firmas de todos para que se agilice y que sea el agua para todo el barrio”, sostuvo.
Y recalcó que “el agua es primordial para toda casa, así que es eso lo que estamos pidiendo en primer lugar. Vamos paso a paso, y yo creo que juntándose todos los vecinos el pedido va a tener más fuerza y va a ser más fácil que traigan todo, porque es un barrio espectacular”.
Un sueño
Con gran entusiasmo por haber sido el precursor de esta iniciativa, destacó que “tener la casa de uno y habitarla es un sueño. Después de que me hicieron la nota en El Eco empezaron a venir todos los propietarios. De hecho, fueron ellos los que hicieron la reunión. Los chicos de la casa 26 organizaron el encuentro para conocernos. Lo del agua salió porque yo estaba haciendo el trámite y fue un nexo para que firmaran todos”.
Por otra parte, le aconsejó a todos los adjudicatarios del barrio que “vengan a ocupar sus terrenos y nosotros vamos a estar permanentemente acá para lo que necesiten. Estamos tratando de cuidar el predio”.
Y recordó que “ya pasó una vez que nos usurparon las casas, las encontramos sin techo pero igual le pusimos toda la pila para entrar”.
Asimismo, informó que ya hay más familias decididas a mudarse a sus casas. “El de la casa 26, que fue el que citó a los chicos, está decidido a venirse; los chicos de la 46 y de la 11 también. Ya cortaron el pasto, le están metiendo mucha pila y tienen muchas ganas de venirse. Es lo mejor que nos puede pasar, que se junten todos los dueños y que las puedan terminar. Es una casa hermosa y ojalá que todos lo puedan hacer”, subrayó.
Por otro lado, solicitó que “la Municipalidad se acerque a cortar el pasto de las calles, de las plazas, por lo menos tener un acercamiento del Municipio para que haya un poco más de iluminación, que puedan abrir las calles, y nosotros de a poquito ir terminando las casas”.
A la espera de
la escritura
En tanto, Graciela Rodríguez, vocera de los adjudicatarios, explicó que la situación legal de escrituración de las viviendas todavía no concluyó y está frenada en estos días por la feria judicial.
“Ahora están en feria así que no podemos averiguar en Buenos Aires si se terminó de hacer la documentación, de firmar los últimos papeles que quedaban para que el Instituto de la Vivienda entregara a la Municipalidad y ellos a cada propietario. Eso está pendiente. En febrero empezaremos nuevamente a averiguar”, indicó.
Y remarcó sus deseos de “seguir al señor que vino acá a ocupar su casa y cada cual va a ocupar su propiedad y la va a ir terminando como pueda. Más adelante, se verá si la Municipalidad hará algo por autoconstrucción para algunos que no la puedan terminar. Todo eso con el tiempo vamos a ver cómo sale”.
“Después del agua se seguirá el camino con el gas, que está en Juan B Justo. Eso ya es más difícil pero cuando lo traigan la gente responderá porque es la casa de uno, y después están los terrenos, que los dueños también irán ocupándolos porque ellos también tienen derechos”, afirmó.
En cuanto a los propietarios de los terrenos que no tienen vivienda, indicó que “han venido a las reuniones, querían subdividir los terrenos pero como está todo el pastizal es más complicado. Además, no se hizo limpiar por miedo de que se venga a vivir gente que no sean propietarios, pero sé que hay mucha gente que quieren venir a edificar en su terreno”.
A su turno, Mario Roldán relató que “compramos la casa 46 con decisión de terminarla y venirnos a vivir. Hace un año que la adquirimos, pienso que si logramos obtener los servicios, todos se van a venir”.
“Nuestra casa tienen solamente las paredes, cuando la usurparon le han robado el techo pero ya compramos parte de las aberturas y pensamos que nos llevará dos meses venir a instalarnos. Ahora estamos luchando por el agua”, concluyó. u
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