Advierten que los medicamentos no deben abandonarse en vacaciones
Sánchez de la Vega indicó que, en general, “en verano los episodios de asma disminuyen en relación a los que aparecen en los meses más fríos”.
“En el invierno estos episodios son más frecuentes por la aparición de los resfríos comunes o los estados gripales, y en la primavera y en el otoño por la presencia más frecuente de ciertos pólenes y los cambios inestables de la temperatura”, el directivo de Fudaler.
El especialista comentó que en verano “es fundamental tomar ciertas medidas para evitar crisis de asma o alergias”.
“Es muy importante no reducir o abandonar la medicación, ya que con la llegada de esta estación los pacientes se sienten mejor y surge la tentación de suspenderla, ya que “si me siento bien para qué voy a seguir manteniéndola”.
Esta es una situación que el paciente debe hablar con su médico. Si se va de vacaciones, y aún cuando se sienta bien, no debe dejar los remedios en su casa. Los medicamentos no deben tomarse vacaciones. Sería importante que un familiar, esposa/o, madre o padre se lo recordase”, fundamentó.
Ventilación previa
El vicepresidente de Fundaler indicó que “si la persona con asma va a pasar sus vacaciones a una casa o departamento que haya estado cerrado durante días o meses, es conveniente, en esos casos, que previamente se ventile y limpie cuidadosamente”.
En ese sentido, afirmó que “los ácaros y los hongos que se hayan multiplicado y concentrado durante ese encierro puedan ser causantes de inesperados ataques de asma”.
“Si ha de viajar en auto, es preferible que utilice el aire acondicionado para que quede liberado de los alérgenos ambientales del aire exterior”, añadió.
El médico advirtió que, en caso que concurra a piletas de natación, “es importante saber que aquellas piscinas en las que se utiliza cloro como bactericida (si éste se encuentra en alta concentración) pueden afectar a los bronquios hipersensibles de los pacientes con asma y provocarles un empeoramiento de su condición de asmático. En este sentido, es peor el natatorio cerrado”.
“Si en las vacaciones van a alojarse en un hotel, sería importante que se elija aquel que le pueda ofrecer una habitación hipoalergénica, como existen ya en numerosos hoteles de Europa y los Estados Unidos. En cambio, si ha decidido asistir a un campamento, se debe tener cuidado con la bolsa de dormir ya que en su interior pueden encontrarse ácaros y hongos que pueden sensibilizar los bronquios y provocarles un episodio importante de ataque de asma”, concluyó. NA
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