Al menos 37 muertos en atentados en ciudades iraquíes en manos de Al Qaida
Dos kamikazes detonaron sus cinturones de explosivos poco después de las 8 (hora local) cerca de la entrada principal de la base militar Saad, a 10 km de Baquba, la capital de la provincia de Diyala.
Los dos individuos tenían por objetivo la multitud de voluntarios iraquíes que esperaban enrolarse en un centro de reclutamiento de la base. La doble explosión causó 28 muertos y al menos 55 heridos, según un último balance de la policía y el ejército, confirmado a la AFP por fuentes médicas.
Este martes tenía que ser el primer día de reclutamiento en la base. Según una fuente policial, un kamikaze llevaba un uniforme del ejército iraquí y el segundo iba vestido de civil. La base Saad también acoge tropas estadounidenses.
Por su parte, el ejército estadounidense avanzó un balance de 16 “policías” iraquíes muertos y 30 heridos, sin mencionar ninguna víctima entre sus efectivos. “Eramos unos treinta esperando en la puerta de la base. Acababan de llamarnos cuando se produjo una gran explosión”, contó a la AFP Falah Alí Hussein, un joven de 17 años herido en la pierna, la espalda y la cabeza.
La provincia de Diyala, situada al noreste de Bagdad, es un bastión de la rama iraquí de Al Qaida y está considerada como una de las más peligrosas de Irak.
Más al norte, en Mosul, a 370 km al norte de Bagdad, el último “bastión urbano” de Al Qaida según el ejército estadounidense, por lo menos nueve personas murieron en dos atentados suicidas, indicaron a la AFP un responsable de la policía local y un médico. En el este de Mosul, un kamikaze lanzó su vehículo con explosivos contra una patrulla de la policía iraquí, matando a cinco personas e hiriendo a seis, indicó el mayor Ahmed Shaheb.
Otro kamikaze había matado poco antes a cuatro personas en un atentado que también dejó cinco heridos, contra una patrulla de policía en el centro de Mosul. El hombre hizo detonar sus explosivos cuando los policías trataban de detenerlo. Ahmed Jassem, médico del hospital de Mosul, confirmó a la AFP que nueve cuerpos habían sido trasladados al centro médico. Al oeste de la ciudad, otro coche bomba explotó cerca de una patrulla del ejército iraquí y causó seis heridos, entre ellos dos soldados.
Estos atentados se producen cuando varias unidades iraquíes, con el apoyo del ejército estadounidense, llevan a cabo una gran ofensiva contra la rama iraquí de Al Qaida en Mosul. El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, anunció a finales de junio el próximo lanzamiento de una operación militar a gran escala contra los insurgentes en la provincia mayoritariamente sunita de Diyala, fronteriza con Irán.
El ejército iraquí prevé “duros” combates durante esta ofensiva, según el ministro del Interior. Los insurgentes siguen lanzando ataques en esta provincia a pesar de las numerosas operaciones de las fuerzas estadounidenses e iraquíes.
Una minoría chiita vivía en Diyala hasta 2006, pero muchas personas han tenido que huir de los enfrentamientos entre Al Qaida y tribus sunitas aliadas con los estadounidenses.
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