Allanamientos positivos y un detenido en una investigación por comercialización de cocaína
El punto neurálgico de los operativos fue una vivienda ubicada en Novoa 711, a metros de la Terminal, donde los encargados de la requisa hallaron 360 gramos de clorhidrato de cocaína, balanzas, bolsas de nylon, siete teléfonos celulares, un revólver calibre 38, anotaciones, dinero en efectivo y una computadora.
En paralelo se realizó un allanamiento en Argerich al 1100, donde se incautaron 750 gramos de marihuana, y otro en la esquina de Cuba y Rosales –frente al club Hípico-, donde se encontró un arma.
En la vivienda de calle Novoa se hizo presente el doctor Fabio Molinero, de la Unidad Funcional de Instrucción 22, quien siguió de cerca el procedimiento ordenado por el Juzgado de Garantías 1 a cargo del doctor José Alberto Moragas.
También participó el comisario mayor Marcelo Barbosa, director de Investigación del Tráfico de Drogas Ilícitas de Azul, a cargo de los procedimientos en los que intervinieron efectivos del GAD, Prevención del Delito, Sub DDI y de las seccionales Primera y Tercera.
Tras las primeras actuaciones, Mario Oscar Palacios –de 54 años- quedó aprehendido por presunta comercialización de estupefacientes y se aguarda que hoy preste declaración ante el fiscal.
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Agregó que los procedimientos “tienen referencia a la persecución del comercio de estupefacientes” y luego de una investigación que se extendió unos 6 meses, durante los cuales “se trató de certificar los responsables de la actividad y el modus operandi que se venía efectuando. Una vez reunidos los elementos de prueba, se comunicaron a la fiscalía interviniente, a quienes estaban en control de la investigación, y se decidió hacer los registros”.
Barbosa describió que se secuestraron “360 gramos de clorhidrato de cocaína en diferentes estados, llámese parte en piedra y parte en polvo, y también alrededor de 750 gramos de marihuana compactada”.
Como otros elementos de prueba, mencionó una balanza, tecnología utilizada para el comercio como teléfonos y computadoras, y un arma de fuego.
Ya realizadas las pruebas reactivas, los investigadores confirmaron que estaban en presencia de estupefacientes aunque aguardarán los resultados del laboratorio para determinar la pureza de la sustancia.
Y adelantó que “la investigación ha tomado comienzo por una venta al menudeo y se ha llegado a establecer una relación de las otras dos personas en esa actividad y no precisamente en la venta al menudeo”.
Ahora la Justicia intentará determinar la procedencia de la droga y si llegaba a través de colectivos que desembarcan en la Terminal de Omnibus, situación que “no se descarta” teniendo en cuenta la ubicación de la vivienda. u
Una buena posición económica y antecedentes penales por trata
A mitad de la tarde, la policía requisó el domicilio de Palacios, donde también se encontraban su esposa, un hijo de 23 años y otra hija menor de edad. En principio, el único involucrado en el caso sería el padre de familia.
El movimiento policial cautivó la atención del vecindario y si bien los habitantes de la cuadra no se acercaban al lugar, miraban sigilosos, desde sus domicilios.
El aprehendido era el propietario de la vivienda de Novoa 711, la cual habita hace unos dos años, y estaba construyendo un segundo piso en la finca. Además, había adquirido un lote sobre calle Italia, que forma una “ele” con su casa.
Incluso, se movilizaba en un auto de alta gama, un Chevrolet Astra, que se encontraba estacionado en el lugar.
Fuentes confiables informaron que Palacios cuenta con antecedentes penales y había estado preso a partir de una condena por trata de personas.
Tras las primeras actuaciones, el sospechoso quedó alojado en la Seccional Primera, aunque estaba previsto su traslado a una dependencia de Juárez una vez que preste declaración indagatoria.
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