Arranca la transición en el gobierno bonaerense
Los equipos técnicos del gobernador bonaerense Daniel Scioli y los de la mandataria electa, María Eugenia Vidal, se reunirán la semana próxima para iniciar el proceso de transición, y ya hay polémica por la situación fiscal, como motivo de preocupación para las nuevas autoridades.
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El primer acercamiento estaba previsto para este viernes, pero se decidió pasarlo para la semana próxima sin fecha definida.
Del oficialismo, el encargado de iniciar el traspaso es el jefe de Gabinete provincial, Alberto Pérez, junto con algunos ministros, mientras que los equipos de Vidal estarán encabezados por el legislador porteño y mano derecha de la actual vicejefa de Gobierno porteño, Federico Salvay, junto al gerente general del Banco Ciudad y futuro ministro de Economía, Hernán Lacunza.
El principal desafío de las nuevas autoridades y que mayor preocupación genera entre los asesores de Vidal es el frente fiscal y el escaso margen que tendrá para aumentar impuestos, cuando asuma el 10 de diciembre.
El frente fiscal y los mecanismos para obtener financiamiento son clave en el inicio del futuro gobierno de Vidal: los gremios docentes adelantaron que quieren empezar a negociar los aumentos salariales del 2016.
En los últimos años, la situación fiscal viene mostrando un claro deterioro: en 2012 registró un déficit de 9.576 millones de pesos y un resultado primario negativo de 5.994 millones, según lo calculó la consultora Noanomics, sobre la base a cifras oficiales de la Provincia.
En 2013 contabilizó un resultado negativo de 1.682 millones de pesos, pero acompañado de un superávit primario de 2.476 millones mientras que en 2014 tuvo superávit primario y financiero por 5.803 millones de pesos y 800 millones, respectivamente.
En contraposición, en el primer trimestre de este año registró un déficit fiscal de 2.090 millones de pesos, según datos de la consultora.
De acuerdo con cálculos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) los ingresos totales del gobierno bonaerense recaudados al primer trimestre de 2015 ascendieron a 56.539 millones de pesos y el gasto público llegó a los 58.632 millones.
En declaraciones radiales, Lacunza sostuvo que “el principal problema de la provincia es que vive para pagar sueldos, nada más. No tiene ningún proyecto de desarrollo a través de las políticas públicas”.
Lacunza garantizó que si Mauricio Macri es electo presidente tras el balotaje del 22 de noviembre, “le devolverá a la provincia de Buenos Aires tres puntos de la coparticipación federal de impuestos”, que en dinero implica un monto cercano a los 13.000 millones de pesos.
“El inicio del 2015 abre un interrogante. Los únicos datos disponibles muestran una variación porcentual del gasto muy superior a la de los ingresos, cuestión que no sucedió en los últimos años”, afirmaron los especialistas del Iaraf.
Según los informes que manejan los técnicos de Cambiemos, fuera del resultado fiscal, uno de los principales inconvenientes es la falta de infraestructura, ya que la Provincia destina unos 245 pesos por habitante para la obra públicas.
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