Artistas divergentes, múltiples lenguajes
Las edades de los artistas llegan a la suma de 570 que metafóricamente dan título a la muestra, exhibe lenguajes diversos como esculturas, dibujos, pinturas, grabados, objetos, entre otros. También materiales heterogéneos como papel, cerámica, hierro, tela, vidrio.
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La exposición, es una propuesta desarrollada en conjunto entre los artistas y el Macla, el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori de Buenos Aires y el Museo Municipal de Bellas Artes de Tandil.
Con un proyecto que une a diferentes artistas de la Historia del Arte Argentino, Poéticas Divergentes origina un mapa creativo y generacional, en el cual la vida de los artistas y sus obras se entrelazan entre la historia del arte y la historia del país. Las biografías de Carlota Petrolini, Alicia Benítez, Carlos Carmona, Hilda Crovo, Silvio Fischbein, Alicia Keshishian, Guillermo Mac Laughlin e Ivonne Jacob se van uniendo pero con diferentes estrategias para construirse como creadores.
“Esta muestra es una oportunidad de ver entrecruzamientos estéticos, generacionales, y poder disfrutar de la potencia que generan los artistas a lo largo de su vida, ya que el arte nos recuerda cómo somos cada vez más sabios y cómo ese conocimiento se proyecta en sus trabajos”, expresó la curadora Fabiana Barreda.
“Las divergencias no solo tienen que ver con una poética distinta, sino también con las visiones políticas distintas que tenemos y la procedencias, ya que por ejemplo una de las artistas del grupo es uruguaya y otra de ascendencia armenia”, señaló Petrolini.
En la exhibición, que ya se expuso en el Museo Timoteo Navarro, de Tucumán, en el Macla y en el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori se destacan las pinturas de Alicia Benítez, caracterizada por una impronta expresionista. Las obras de Carlos Carmona “nos sumergen en un universo onírico y surreal” donde “el erotismo de su personaje femenino se une a sus monstruos voladores” explica la curadora Barreda. La potencia y expresividad del color se observa en las telas de Hilda Crovo, donde “el silencio, la composición y la intensidad van generando una atmósfera de vibración”.
Silvio Fischbein, quien se define como artista visual y cineasta, y además es arquitecto y profesor en la UBA, para hacer sus piezas se apropia de juguetes, objetos cotidianos y de la belleza de la sociedad de consumo citando los procesos del Pop Art. La uruguaya Ivonne Jacob construye sus obras con objetos como cartón, ramas y telas dispuestos como en un collage expresivo que dispara los sentidos.”Rescatar el valor de la textura con sus rugosidades, sus hendiduras, su aspereza, su irregularidad, el de una piedra, de una rama; la sensibilidad de un papel rasgado, de los hilos con sus respectivas tramas, que al igual que la vida nos remiten a un pasado, a lo primitivo, al origen… Alcanzar un máximo de intensidad con un mínimo de materiales”, define la artista.
Desde el grabado, el objeto y la instalación Alicia Keshishian desarrolla una investigación sobre el viaje, la memoria, la reconstrucción social y realiza una reivindicación política de las víctimas de los genocidios.
Guillermo Mac Loughlin es artista y filósofo, y recrea su obra dentro del pensamiento que aporta la reflexión teórica de la abstracción. Carlota Petrolini, como escultora elige el metal, las telas con las que construye obras en las que conjuga las figuras animales con las humanas. La artista dice que “el humor está presente siempre presente en su obra. Especialmente en las esculturas y cerámicas donde la alusión humorística convive con el drama”.
La muestra permanecerá en sala hasta el 11 de diciembre con entrada libre y gratuita para el público en general. Martes a viernes de 8.30 a 12.30 y de martes a domingo de 16 a 20.
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