Asesinaron de un balazo a una docente para robarle el auto; su marido le pidió a la Presidenta que “haga algo”
Tras el hecho, su esposo le pidió públicamente a la presidenta Cristina Kirchner y al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, que “hagan algo, porque así ya no se puede vivir más”.
El marido de la docente dijo que tras el crimen, le informaron que “aparentemente había seis sospechosos detenidos” por su presunta vinculación con el hecho, aunque los testimonios de vecinos de la zona señalaron que los atacantes fueron dos jóvenes.
La víctima, de 37 años, identificada como Sandra Verónica Almirón, iba en un Chevrolet Corsa color verde, que fue robado por los delincuentes, aunque poco después dejaron abandonado el auto en la localidad de José C. Paz.
Los asaltantes -que según el esposo de la víctima sería menores de edad- le dispararon a la docente en el tórax, la dejaron gravemente herida y la tiraron a la calle, para poder escapar con el vehículo.
Sandra, gravemente herida, finalmente murió cuando era trasladada por dos vecinos de su barrio al Hospital Austral de Pilar, según indicaron fuentes policiales y el propio esposo de la víctima, Walter.
El hombre sostuvo que, a su entender, “seguramente los delincuentes habían estudiado los movimientos” de la familia, ya que tanto él como su mujer llegaban habitualmente a la misma hora a su casa.
En declaraciones a la prensa formuladas esta mañana, Walter sostuvo que, por lo que habían conversado con su mujer y por cómo era ella, está convencido de que no se resistió al asalto, aunque igual le dispararon.
“Ella enseguida les entregó el auto. Nosotros hablábamos siempre de este tema y decíamos que si pasaba esto había que bajar la cabeza para no mirar al ladrón y entregarle el auto o lo que pidieran. Por cómo era ella, yo creo que no se resistió. Le entregó el auto. El chico se tiene que haber asustado”, dijo Walter.
En la misma línea se pronunció la hermana María Elena Toledo, la representante del Colegio Santa Ana, una de las instituciones donde Sandra daba clases, quien sostuvo: “Ella no se resistió. Simplemente gritó y pidió ayuda”.
También la religiosa, en declaraciones televisivas, señaló que de acuerdo con los testimonios de las personas que vieron lo que ocurría, los dos delincuentes que atacaron a la docente “eran chicos”.
El marido de Sandra, por su parte, hizo un pedido público a la Presidenta para que “haga algo” para frenar la ola de inseguridad, y le dijo: “Que sepa que ella tiene hijos, que le puede pasar a ella también. Esta vez le tocó a mi señora, pero le puede pasar a cualquiera”.
“Me robaron todo lo que yo tenía”, manifestó Walter, luego de definir además la tarea de su esposa como una “docente excelente”.
Sandra trabajaba como docente en el Colegio Santa Ana y en la Escuela número 43 de la misma zona donde vivía, en el distrito de Pilar.
Según contó su marido, el violento incidente que terminó con su muerte se produjo ayer “entre las siete y las ocho de la noche” cuando ella regresaba a su casa después de haber visitado a sus padres.
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