Aumenta la venta de armas, como reflejo de la ola de recientes asaltos con violencia
Así fue confirmado en una de las armerías más tradicionales de Tandil como es Las Praderas, ante la consulta periodística.
Paralelamente, el titular del lugar -Alberto Tripodi- indicó que actualmente en Tandil no hay posibilidad de entregar armas en forma voluntaria y acogerse a la amnistía implementada por el Renar para aquel armamento que no estuviera en regla.
Para sumarse al Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, que promueve la disminución del uso y proliferación de armas de fuego y municiones, así como la reducción de accidentes y hechos de violencia, el punto más cercano es la delegación del Renar de Mar del Plata, ubicada en Quintana 2852.
Cabe indicar que los puestos móviles oportunamente recorrieron los principales centros urbanos de la provincia, con un satisfactorio resultado. Actualmente se trabaja en San Luis, Santa Fe y Mendoza, con diferentes equipos capacitados.
Sin embargo, Tripodi admitió que “los casos de inseguridad atentan contra la entrega voluntaria. Es directamente proporcional, al sentirse desprotegida, la gente tiende a armarse”.
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Es que de lo contrario “se va al mercado negro, al punto que se dice que los delincuentes ya no tienen armas sino que las alquilan. Además se cuestiona que los presos salen y que las leyes son muy benévolas. La gente se arma por temor cuando hay un recrudecimiento del delito”.
Tripodi analizó que “para el ladrón, eso es un trabajo. Esta es una ciudad en la que se dice afuera que hay plata, por lo que optan por venir a ‘trabajar’ a Tandil”.
Explicó que “el que está práctico y tiene una pistola 22 quiere un arma más potente y posiblemente se compra una nueve milímetros. Quien no es práctico y vive en las afueras o en zonas con problemas, se compra un revólver de cualquier calibre”.
Aclaró que los compradores “no vienen en mal estado o arrebatados. Además, uno antes de vender lo debe sondear y luego debe pasar por una serie de requisitos, incluyendo un psicofísico y examen de idoneidad”.
Es que comprar un arma implica la obligatoriedad de justificar ingresos lícitos y presentar certificados de empleo, Monotributo o Ganancias, documentación que luego es consultada por el Renar a la Afip para evitar falsificaciones.
El comprador debe tramitar un certificado de antecedentes, declarar ante la policía dónde tendrá las armas y someterse a un estudio psicofísico. “El trámite se va encareciendo por honorarios y formularios. Además debe ir a recibir instrucciones en el Tiro Federal”, en tanto que el arma se retira a los 30 días, aproximadamente.
El costo del trámite para armas de uso civil (hasta calibre 32) ronda los 700 ú 800 pesos. u
El Renar inició un operativo destinado a regularizar la situación de aquellas personas que tienen sus credenciales de Legítimo Usuario de armas de fuego vencidas.
Se trata de la comúnmente denominada CLU (verde), única documentación que se renueva cada cinco años.
Para revertir situaciones irregulares, el Renar -con la colaboración de la Justicia y las Fuerzas de Seguridad- comenzarán a realizar el decomiso de las armas de fuego en aquellos domicilios donde se encuentren declaradas y que sus dueños las tengan con su credencial CLU vencida.
Ante la imposibilidad de renovar la credencial en cuestión, está vigente el Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego en todas las delegaciones del país.
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