Cada vez hay más bebés con doble apellido, una tendencia marcada en padres no casados
Silvia Cerisola, delegada del Registro de las Personas en el centro de Tandil, cuenta que ?desde enero a esta parte ya anotamos 470 nacimientos y éstos son los nombres de mayor preferencia, pero es muy variado. Cuando el apellido es largo o suena complicado, en general los papás eligen un solo nombre y de fonética simple?. Pero si el apellido es sencillo, eligen al menos dos nombres. En el ranking de preferencias para combinar, siguen Ana y María, acompañados de otros y en los nenes el clásico Juan o José combinado con otro nombre un poco más largo.
Tandil no escapa a una tendencia que se repite en toda la provincia de Buenos Aires, la influencia de los medios de comunicación, fundamentalmente de la televisión en la elección del nombre. ?En lo que va del año ya anotamos a varios nenes como Bautista?, cuenta Cerisola, en clara referencia a la novela ?Vidas robadas?, que protagoniza Facundo Arana; ?hace un tiempo era furor el nombre Santiago, que era el personaje que protagonizaba Pablo Echarri en Montecristo? concluyó la funcionaria.
?Lo que sí notamos es que muchas veces las parejas que tienen un bebé y no están casadas prefieren anotar al niño con el apellido de los dos, que es una opción que da la ley, eso se repite en algunos casos en que están casados, eligen un nombre muy corto, como Mora, y lo combinan con los dos apellidos, pero son los menos? resaltó Cerisola.
En Tandil no hay casos recientes de nombres que se hayan rechazado por inapropiados o contrarios a la ley. ?Tratamos de conversarlo con los padres, en general lo que ocurre es que aparecen nombres como Jade, Atina o Mallib, que no denotan sexo, les pedimos que elijan otro que lo acompañe y la recepción es buena. Les explicamos que de otro modo hay que armar un expediente?, señaló la delegada.
Desde las oficinas de Villa Italia aseguran que ?en muchos casos los papás buscan los nombres en internet y eligen Umma, con doble M o nombres más clásicos como Jimena o Javier, pero cambiando la J por X para darles otra entidad?, cuenta Diana Linch, responsable de esa delegación.
La funcionaria confirma que entre las preferencias también aparece Milagros: ?En general son niñas que provienen de embarazos muy deseados y con complicaciones para concretarse, o son hijas de padres de edad avanzada que vivencian la llegada de ese bebé como un hecho milagroso?.
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La clásica Ayacucho
En una ciudad como Ayacucho, con una población de 20 mil habitantes, los nacimientos alcanzan apenas los 214 a esta altura del año. María Teresita Mandarino es la delegada del Registro Provincial de las Personas en esa localidad y cuenta que ?en la elección de los papás se repite bastante el nombre Valentina para las nenas y Román para los nenes, imagino que por el jugador de Boca?.
Sin embargo, desde las oficinas de Ayacucho aseguran que son los únicos casos en los que los papás se arriesgan un poco más; ?se trata de una sociedad un poco más conservadora ?asegura Mandarino- por lo general eligen nombres más clásicos como Francisco o Nicolás para ellos y Agustina o Sofía para ellas?.
Inclusive se observa que Ayacucho mantiene la tendencia de combinar dos nombres, la mayoría de las veces Juan o María, que en otros distritos de la provincia quedó de lado frente a la arrasadora selección de un solo nombre.
La elección del nombre
Para Alberto Pérez, jefe de Gabinete y Gobierno de la Provincia, área de la que depende el Registro, ?el nombre no sólo sirve para distinguir a las personas, sino que parte de un principio de seguridad jurídica, indispensable en la vida de relación. Y del nombre deriva también un derecho; la negación indebida o usurpación exponen a la persona a ser confundida en su individualidad, afectando su filiación y condición social?.
?La importancia del derecho a la identidad es que nos garantiza a los habitantes de un país ser considerados ciudadanos libres, sujetos de derechos y obligaciones?, resaltó.
La ley actual que regula el uso de nombres en Argentina es la 18.248 y establece que ?el derecho de elegir el nombre de pila se ejercerá libremente?, pero aclara que no se pueden utilizar nombres ?extravagantes, ridículos ni contrarios a nuestras costumbres, que expresen o signifiquen tendencias políticas o ideológicas, o que susciten equívocos respecto del sexo?. Y tampoco ?extranjeros que tengan traducción al castellano?, salvo los castellanizados por el uso (por ejemplo Jhonathan que es traducción de Juan) o si se trata del de los padres del niño.
La tarea de los delegados del Registro en cada una de las 440 delegaciones distribuidas en el conurbano y el interior es importante también a la hora de inscribir nacimientos, y acompañar y asesorar a los padres en la elección del nombre de su hijo.
Como los delegados son los encargados de interpretar la ley de nombres a la hora de anotar a un bebé, muchas veces surgen situaciones en las que para preservar la integridad e individualidad del niño, tienen que explicar a los padres los posibles perjuicios si la elección propicia por ejemplo, el rechazo social o la burla. Hace poco en una delegación del interior de la provincia, una pareja quería llamar a su hija ?Lola Mía?. Si bien el delegado puede negarse a la inscripción, también puede convencer a los padres para que revean la elección y consideren otro nombre.
¿Qué ocurre cuándo los padres eligen un nombre no permitido? En muchos casos la familia inicia los trámites para probar que el nombre en cuestión no es contrario a la ley y solicita autorización al director provincial del Registro de las Personas. Silvia Bosio trabaja hace 18 años en la Dirección Técnica del organismo que recibe estas consultas de toda la provincia. ?En 2003 teníamos 1000 por año, el número fue bajando, ahora tuvimos 60 en 2007?, comentó.
En el último semestre hubo varios nombres aceptados por única vez. ?Eso ocurre cuando el pedido es muy puntual y los padres exponen razones de origen familiar?. Eso ocurrió con Nanda, Alaina, Caius, Arwen y Matteo.
En el mismo período se aceptaron Timo, Fada, Maita, Matiena, Yumalai, Yosemir, Wayra, Breña, que podrán ser utilizados de ahora en más en la provincia.
Los que no fueron aceptados son Xeneize, para una nena; Shandé para varón; Iannis también de varón; Nayarett, para una nena; Arena fue otro porque no es nombre, y Amelié, porque tiene traducción al castellano como Amelia.
?Hay casos en los que un mismo pedido se reitera como pasó con Juanita, que no era aceptado por ser diminutivo, pero si los pedidos son numerosos, entonces desde el Estado se evalúa si existe un consenso social, una demanda real. Siempre y cuando no se viole la ley, se puede aceptar e incorporar al listado orientativo?, dijo Silvia.*
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