Callejo: “A Santamarina siempre lo voy a escuchar”
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A Facundo Julián Callejo se le termina un año de crecimiento, no sólo dentro de la cancha. El primer semestre en Ecuador lo hizo vivir situaciones negativas. Y la vuelta a Colón de Santa Fe lo expuso a la difícil misión de volver a ganarse un lugar en un “Sabalero” siempre conflictuado.
El chico que debutó en la Primera local de Santamarina con cuatro goles a Deportivo Tandil, llevado hasta ahí por Duilio Botella. Y que supo deslumbrar en el seleccionado juvenil tandilense en 2009, año en que Colón vino a buscarlo.
El hijo de José, otrora goleador de Jorge Newbery y Santamarina, entre otros equipos locales, busca asentarse en Primera División. A los 23 años, habiendo rendido también en Gimnasia de Jujuy, el otro equipo que lo tuvo en sus filas.
Mientras descansa en la ciudad, dialogó con este Diario.
-¿Se termina un año con altibajos, por varios motivos?
-Sí, lo empecé en Liga de Loja, en Ecuador, con tres goles en los primeros cuatro partidos. Pero después empezaron las malas, sobre todo con falta de pagos.
-¿El equipo llegó a no presentarse en un partido?
-Eso pasó cuando yo ya no estaba. Pero la situación fue complicada. En mayo, había cobrado solamente un mes. Varios de los integrantes del plantel tienen familias grandes, los sueldos no son demasiado altos, y para colmo no se cobraba. Tenían que desalojar casas, la pasamos mal.
Para colmo, el equipo tuvo la desgracia de descender, después de haber empezado con buenos resultados. Eramos tres argentinos, junto con Juan Pablo Caffa y el técnico Julio Toresani, que fue quien me llevó.
-¿Qué situación llegaron a pasar?
-Varias. Por ejemplo, bañarnos en el club con baldes con agua llovida después de los partidos. Porque el alcalde estaba peleado con el presidente del club y cortaba el agua.
Futbolísticamente me fue bien, varias veces me consideraron mejor jugador del partido, pero la situación se puso complicada.
-¿Cómo calificarías el nivel del fútbol ecuatoriano?
-Encontré jugadores que están por encima nuestro físicamente. El miércoles previo al debut, el profe nos hizo hacer cinco pasadas de mil, que en Argentina sólo se hacen en pretemporada.
Me fui adaptando. Empecé como extremo por derecha y terminé de 9, contra unos centrales que no bajaban del 1,90 metro. Encima, los árbitros dejan que los ecuatorianos peguen un poco más a los extranjeros.
Fuera de eso, me tocó un grupo de jugadores que me ayudó mucho.
-Por lo que decís, no te habrá sorprendido tanto que Ecuador le ganara a Argentina por Eliminatorias.
-La verdad que no, porque se veía venir. Son jugadores con gran capacidad física, y con Felipe Caicedo y Antonio Valencia que tienen otro roce. Cuando mejoren un poco técnicamente, serán de las mejores selecciones.
-¿Cómo se dio tu salida de Liga de Loja y tu vuelva a Colón?
-Tuve que resignar la deuda. Si no dejaba el reclamo de lado, iba a quedar seis meses sin jugar. Fue la única solución.
-¿Te costó mucho volver a ganarte un lugar?
-Al volver a Colón me desgarré, primero el recto y después el aductor. Eso me fue relegando y recién pude estar a la altura en las últimas fechas, cuando nos salvamos del descenso y entramos en la Pre-Sudamericana. Me tocó convertir contra Tigre y cerrar el año positivamente.
-¿Fue casualidad lo de las lesiones?
-Creo que fue más de la cabeza. No estaba bien, estuve en un hotel durante tres meses. Iba mi familia a verme y éramos cuatro durmiendo en dos camas. Son situaciones que te sacan de foco y eso se termina sintiendo. Después tuve la desgracia de que falleciera mi abuelo paterno, al que tanto conocían en el Diario porque cobraba las publicidades. Una persona especial en mi vida, con quien tanto me gustaba hablar.
-¿Tenés asegurada tu continuidad para 2016?
-Está todo por verse. En el club habrá elecciones y luego se resolverá la situación de cada uno. Seguramente continuará Darío Franco como director técnico, pero el resto dependerá de la dirigencia.
-¿Si te dieran a elegir qué pretenderías?
-Colón es el club que me recibió en 2010 y me dio la posibilidad de jugar en Primera División. Estoy cómodo en la ciudad y la gente me quiere mucho.
-¿Qué tan cerca estuviste de volver a Santamarina en los mercados de pases de mediados de 2014 e inicios de 2015?
-Las dos veces estuve cerca. El interés de venir acá siempre estuvo, porque soy de la ciudad, empecé en el club, tengo amigos, mi viejo está identificado con esa camiseta. Toda mi familia está acá.
-¿Por qué no se dio?
-Por situaciones dirigenciales, que no tienen que ver conmigo. Tenían que ponerse de acuerdo con Colón y no se dio.
-¿Puede darse en el futuro?
-A Santamarina siempre lo voy a escuchar. Es el equipo que me dio la posibilidad de crecer en inferiores. Tengo contrato con Colón hasta junio de 2018, no depende tanto de mí. Pero por supuesto que me gustaría jugar en mi ciudad.
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