Carta de lectores
Cosas por mejorar
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Señor Director:
Les escribo porque hace un año y medio que vivimos en Tandil; llegamos a esta ciudad y descubrimos lo hermosa que es, pero con el correr del tiempo fuimos descubriendo que, como todo, hay cosas lindas y otras muchas por mejorar. Algunas de las cosas por mejorar son realmente muy, muy sencillas, y quiero expresarlas con mi mejor intención de poder colaborar en la mejora de Tandil.
Al ser una ciudad turística, no puedo entender que las calles no estén correctamente señalizadas y con sus nombres visibles y en condiciones, los carteles de las esquinas, en las calles que no son avenidas, están despintados, algunos no están o están rotos.
Lo otro tiene que ver con la falta, en todos los lugares turísticos que se visitan, de cestos de basura. No hay casi en ningún lado y es realmente un descuido muy importante porque el flujo de gente es mucho y uno no tiene dónde arrojar los residuos, y la basura termina lamentablemente en medio de la vegetación, en los caminos, entre los juegos de los niños.
Dos cosas muy sencillas de solucionar, que seguramente no necesitan de mucho presupuesto, pero sí del ojo cuidadoso y atento de a quien o quienes corresponda y quieran de verdad la ciudad.
Muchas gracias.
María Victoria Rodríguez
DNI 22.098.848
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Felicitaciones
Señor Director:
Con motivo de celebrarse un nuevo aniversario del prestigioso medio de prensa que usted dirige, le transmitimos nuestras felicitaciones y los mejores deseos para que prosiga desarrollando su trascendental misión en un marco de libertad y pluralismo que enriquece nuestra vida cultural.
Gregorio Badeni
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Deuda externa II. El pueblo quiere saber de qué se trata
Señor Director:
Si en la década de 1950 nos preguntaban al ‘95 por ciento de los argentinos sobre deuda externa seguramente contestaríamos ¿qué es eso? Ya existía el Fondo Monetario Internacional, creado para ayudar a los países de la Segunda Guerra Mundial y recomponer las finanzas de sus participantes.
Tampoco nos preocupaba saber quiénes eran los ministros de los gobiernos, mucho menos de gobiernos anteriores. Para muchos el ministro de economía era el que manejaba la contabilidad de la Nación. Pero a partir de la llegada al gobierno del coronel Perón -radical él- el pueblo laburante comenzó a conocer los derechos básicos que mejorarían sustancialmente la vida del “populacho”.
A menos de tres años (01/03/1948) recupera o compra los ferrocarriles que tenían 44 mil kilómetros de vías, miles de estaciones, talleres impresionantes, material tractivo y remolcado, decenas de miles de viviendas y mano de obra a más de 350 mil empleados.
El plan Larkin de Frondizi marcó el principio del fin de los Ferrocarriles Argentinos, continuó Menem y hoy con Macri, con el agregado de levantar ramales y estaciones para proyectar complejos inmobiliarios. Supongo que quedarán Constitución, Retiro y Once. No puedo imaginar el Tandil del próximo siglo sin ferrocarril.
A mediados de los ‘60 nos enteramos que existía la deuda externa; que era necesaria para que la emisión de pesos moneda nacional no provocara inflación, frase que siguió (y sigue) repitiendo. El Gobierno actual triplicó en tan solo un año y medio la deuda que contrajo la última dictadura cívico/militar que ascendía a USD 48 mil millones. Cuando derrocaron a Isabelita debíamos ocho millones.
Yendo a lo que sabemos actualmente. Deuda externa en miles de millones de dólares: Isabel Perón ocho; militares 48; Alfonsín (gran político) 95; Menem 185. Se impone aclarar que este traidor es corresponsable del desastre que sufre nuestro país hoy con la complicidad de los gremialistas que aún hoy siguen encabezando gremios. Además estatizó la deuda que tenían los empresarios.
Pensar que el motivo principal de la Revolución Libertadora del ‘55 era que derrocaban a Perón porque iba a fundir al país.
Desconozco qué deuda recibió Kirchner. Pero sabemos que pagó y se sacó de encima al FMI (¿recuerdan el texto de las miles de pancartas de la izquierda? “fuera el FMI”), al Club de París. Recuperamos YPF, Aerolíneas Argentinas, fondos robados a los jubilados (AFJP), parte de los ferrocarriles, etc., etc. Y su esposa Cristina Fernández le deja a macri (sí, en minúscula) una deuda de 120 mil millones, quien (repito en solo un año y medio) pasó a deber cerca de 200 mil. Las cifras citadas difieren según el color político, al igual que las reservas de dólares que dispone el Banco Central.
¿Cómo es posible que, siendo nuestro país uno de los más ricos del mundo estemos pasando por esta situación? ¿Que 10 o 20 grupos económicos mundiales compren deuda de países como el nuestro? ¿De dónde provienen esos dólares? ¿Que el FMI, etc., etc., les vendan esas deudas? ¿Que los líderes mundiales permitan esas operaciones fraudulentas que a todas luces tienen por objeto someternos? ¿Que permitan la existencia de paraísos fiscales que guardan secreto de quienes depositan evadiendo impuestos en sus países de origen, provocando corridas cambiarias, etc.? ¿Que decreten blanqueos para aquellos que habiendo hecho fortunas en mi país depositen esas ganancias en paraísos fiscales? (Panamá, suena verdad?) Bahamas, Islas Caimán, etc. ¿Qué tienen que esconder además de evadir? ¿Que la moneda de cambio mundial sea el dólar estadounidense? ¿Por qué no una moneda distinta a la de cualquier país? ¿Se imaginan si fuera el $ argentino?
Seguramente hay infinidad de ¿cómo es posible? Pero es posible, necesario y obligatorio que el pueblo (soberano) debe saber: ¿Cuánto debemos a cada uno de los acreedores? Fecha y monto que debemos pagar las cuotas a cada uno de ellos. ¿Qué saldo comercial se registró en los últimos diez años? ¿A cuánto ascienden hoy las reservas de dólares? ¿En qué se usaron y montos de los préstamos contraídos por este gobierno? ¿Cuánto y a quiénes se les debe internamente?
Tal vez esta requisitoria resulte cómica para quien tenga la responsabilidad de armar esta información y llegue a conocimiento del soberano con actualizaciones bimestrales. ¿Acaso no se pregona continuamente que ahora se sabe la verdad? (pobreza, Indec, etc., etc.).
Creo que este razonamiento debería motivar a los políticos locales para que comprometan a los nacionales, en general, para promover una ley que incluya además que los préstamos deben ser tratados en el Congreso de la Nación para que haga las observaciones de rigor para no comprometer al país y eventualmente impedirlos. Es también una forma de combatir la corrupción. Debería incluir la condición de que jamás se podrán pedir préstamos para pagar intereses por falta de pago. Sí renegociar para mejorar las condiciones de pago. Dijo Kirchner “los muertos no pagan deudas”. En realidad pienso que el objetivo de los acreedores es manejar la economía de los países y la voluntad de los presidentes de turno.
Para terminar quiero reiterar que sería necesario comprometer a los políticos locales y nacionales para que asuman la responsabilidad de elaborar el instrumento legal para que sean ellos los que decidan el tratamiento de la deuda externa.
José Barillaro
DNI 5.388.741A
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