Cientos de feligreses formaron parte de la tradicional procesión por el Día de la Virgen María
Comunidades de capillas, parroquias, instituciones y colectividades con sus imágenes, además de los niños que tomaban la segunda comunión con sus padres y catequistas, participaron de la procesión que partió de la Plaza hacia el anfiteatro “Martín Fierro”, donde se realizó la misa concelebrada con el obispo Hugo Manuel Salaberry en honor de la patrona de la ciudad.
En la oportunidad, cientos de niños de distintas instituciones escolares tomaron su segunda comunión. La misa estuvo encabezada por el obispo y también estuvo presente el padre Raúl Troncoso. Además, participaron el intendente Miguel Lunghi, el jefe de Gabinete, Marcos Nicolini, el director de Turismo, Ernesto Palacios y otros funcionarios municipales.
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El mensaje del obispo
El obispo Hugo Salaberry destacó que “es muy bello ver desde acá arriba este anfiteatro lleno de gente y además todos caminando hacia el mismo lado, que es hacia Jesucristo de la mano de la Virgen”.
“Apreciamos enormemente la vida, lo dije el año pasado y hoy lo vuelvo a decir. Un hijo siempre es una bendición, por más que no venga en las circunstancias que uno hubiera querido”, recalcó.
Y agregó que “si miramos a la Virgen, vemos que en su aceptación de la maternidad deja de lado todos los conflictos humanos”.
Por otro lado, afirmó que “la Iglesia y Dios nos quieren porque sí. Si equivocamos el camino hay que volver a retomarlo. No debe haber entre nosotros temas vacíos, amputados de conversación, ni temas para el olvido porque el Señor viene a sanarnos”.
“Debemos tener diálogo con el Señor, que nos haga más hermanos. ¿A ustedes les parece bien que en pleno siglo XXI todavía nuestro lenguaje permanezca en ellos y nosotros, que permanezca la división de familias?, agregó, para luego subrayar que “en el año de la fe y de la mano de la Virgen yo quisiera pedir una gracia enorme, que es considerarnos hijos de Dios para ser hermanos entre nosotros y para ser parientes queridos”.
A su vez, remarcó que “la Virgen nos ayude a que nuestro caminar, sea un caminar por la vida. La fe sigue siendo la fuerza más poderosa, que nos lleve a elegir la vida”.
“Apreciamos enormemente la vida, lo dije el año pasado y hoy lo vuelvo a decir. Un hijo siempre es una bendición, por más que no venga en las circunstancias que uno hubiera querido”, recalcó.
Y agregó que “si miramos a la Virgen, vemos que en su aceptación de la maternidad deja de lado todos los conflictos humanos”.
Por otro lado, afirmó que “la Iglesia y Dios nos quieren porque sí. Si equivocamos el camino hay que volver a retomarlo. No debe haber entre nosotros temas vacíos, amputados de conversación, ni temas para el olvido porque el Señor viene a sanarnos”.
“Debemos tener diálogo con el Señor, que nos haga más hermanos. ¿A ustedes les parece bien que en pleno siglo XXI todavía nuestro lenguaje permanezca en ellos y nosotros, que permanezca la división de familias?, agregó, para luego subrayar que “en el año de la fe y de la mano de la Virgen yo quisiera pedir una gracia enorme, que es considerarnos hijos de Dios para ser hermanos entre nosotros y para ser parientes queridos”.
A su vez, remarcó que “la Virgen nos ayude a que nuestro caminar, sea un caminar por la vida. La fe sigue siendo la fuerza más poderosa, que nos lleve a elegir la vida”.
Un momento de esperanza
En diálogo con El Eco de Tandil, Salaberry sostuvo que “todos los años cuando comienza el tiempo de adviento es un momento de mucha esperanza y hay gente que está abatida o cansada de ser buena pero no hay que cansarse. En todo caso, que nos hastíe el mal”.
“La fiesta de la Inmaculada es muy popular en todos los lugares del mundo. Acá particularmente está muy arraigada, entonces es una fiesta popular muy linda”, indicó.
“La fiesta de la Inmaculada es muy popular en todos los lugares del mundo. Acá particularmente está muy arraigada, entonces es una fiesta popular muy linda”, indicó.
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