¿Cientos o miles? esa es la cuestión
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Si se suman las cifras y se saca el promedio, quizás alguien acierta la cantidad de espectadores.
Algo de eso ocurrió el domingo con el acto que organizó el Gobierno nacional y que culminó con una estupenda y festejada actuación de Luciano Pereyra.
Después, lo que sólo debería ser una anécdota, se transformó en la comidilla del día.
¿Fueron cientos o miles de personas?
Aclarando -por si falta hace- que un show no mejora ni empeora por el número de asistentes, y que en el caso del periodismo local no hay razones para inflar o desinflar cifra alguna, van aquí algunos datos reales. .
En el salón de la Cámara Empresaria entran aproximadamente 800 personas sentadas.
En Unión y Progreso, con sus tribunas y cancha llenas, la cifra puede alcanzar las 1.300.
El Anfiteatro municipal, cuando fue la despedida de Los Chalchaleros, albergó a casi 5 mil personas.
En las carreras de APAC ingresaron este año un promedio de 1.200 personas, aunque en las épocas de gloria casi llegaron a 4 mil.
Y en el viejo circuito Semipermanente, a lo largo de sus 32 Km llegaron a ubicarse, cerca de 15 mil personas.
Pese a estas realidades, la duda persiste: ¿fueron cientos o miles?
Es verdad que mucha gente estaba, como cada domingo de sol, instalada en los paredones del Lago tomando mate y charlando. Y es verdad que muchísima gente se fue dando cita de a poco.
Lo que sigue sorprendiendo es que también en estas cuestiones se dividen las opiniones hasta el límite de lo irreconciliable.
¿Era este acto, organizado en Tandil casi de última y sin la debida difusión, un referéndum para el gobierno de Cristina? Seguramente, no.
¿Fueron todos los kirchneristas que hay en la ciudad? No.
¿Concurrieron antikirchneristas? Sí. Y muchos. Porque Luciano Pereyra tiene gran cantidad de fans. De ahí que al terminar su show la mayoría se fue, sin escuchar el discurso de Cristina.
En definitiva: todos tiraron su cifra. Algún fanático en nuestra web arriesgó 12 mil asistentes (cifra im-po-si-ble), la productora del evento habló de casi 8 mil, otros de 4, algunos de 2 y otros de mil.
"Concurrieron cientos de vecinos", expresó el periodista de El Eco, considerando que aun de haber llegado a 1.900, corresponde señalarlo así, ya que no fueron "miles". Eso no quita que su cálculo haya sido erróneo. E involuntario, claro está.
Lo cierto es que si hubo más gente, mejor para los organizadores, mejor para el artista y mejor también porque más pudieron disfrutar del show.
Sorprende que unos crean que a un show de este tipo va más o menos gente porque organiza el kirchnerismo, el sciolismo o el lunghismo.
A Luciano Pereyra fueron a escucharlo cantar (y esto sí es real) los kirchneristas locales que estaban preocupados por hacer número, más todos los adeptos del cantante que -como quedó expresado- no necesariamente adhieren el Gobierno nacional. Como no adherían a Scioli los que fueron a verlo a Julio Iglesias…
¡Lo único que falta ahora es que también Lunghi crea que todos los que se apuesten para observar los fuegos artificiales de fin de año, serán sus seguros votantes!
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