Clínica Veterinaria Daniel Sappia, 30 años al servicio de los pequeños animales
Clínica Veterinaria Daniel Sappia situada en Quintana 486, en pleno corazón de Villa Italia, celebra los 30 años de vida profesional destacándose en la atención de perros y gatos, con una amplia atención ofreciendo el especial servicio de imágenes veterinarias, radiología, ecografía, tomografía computada y resonancia magnética.
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Sappia es médico veterinario egresado de la Facultad de Ciencias Veterinarias Tandil en el año 1986, lugar donde en la actualidad desarrolla la tarea de profesor adjunto y coordinador del área de cirugía general.
El titular de la Clínica habló sobre todo este tiempo transcurrido que por el sacrificio realizado logró instalarse como referente no solo de la ciudad sino también de zonas aledañas desde donde llegan mascotas para su atención.
Señaló que “todo comenzó en el mes de febrero de 1987, estaba trabajando en Mar del Plata y me vine para Tandil y abrimos en sociedad con Marcelo Catalano, la Veterinaria Villa Italia. En el comienzo fue un trabajo en conjunto, se adquirió el local y luego la casa siempre en Quintana 486. Pasaron 20 años, se hizo una división de la sociedad y seguí en este lugar como Clínica Veterinaria Sappia”.
Remarcó que “desde principio me dediqué a la atención de pequeños animales, porque en esa época no había demasiada tecnología apropiada para la atención de pequeños animales. En los últimos diez años, cuando abrí la clínica en forma particular hice mucho más hincapié en ese tipo de atención y en lo que es la parte quirúrgica, tal es así que hago cirugías simples y de mayor complejidad, traumatología y lo más importante es la cirugía de columna, de hernias discales, fractura de columna que es un poco la diferencia con respecto al servicio que se brinda en veterinaria en Tandil”.
Destacó que su pasión por los animales “fue desde un comienzo” y añadió que “cuando uno inicia la carrera de veterinario hace lo que se le presenta, al principio iba al campo, después la necesidad de la gente de una atención más personalizada para con el animal hizo que me inclinara a la atención de pequeños animales por el tiempo que significaba. La gente viene y espera una respuesta, lo hacía hace 30 años atrás y en la actualidad se aumentó mucho más la necesidad la necesidad de las personas de que le dan la atención primaria como corresponde a un animal”.
Instalado desde siempre en el centenario barrio de Villa Italia, Sappia por su profesionalismo y compromiso con las mascotas supo cosechar y sostener una gran clientela, la que confía plenamente en el médico veterinario. “Tenemos una gran clientela que nos acompaña y por suerte también llegan animales por recomendación y derivación de otros colegas de ciudades como Las Flores, Olavarría, Maipú y Bolívar. Esas derivaciones vienen asociadas con patologías que fundamentalmente son quirúrgicas”.
El equipo de Clínica Veterinaria está conformado por su titular Daniel Sappia, su pareja y mano derecha Rosana Menici y Mariano Paniagua quien también es veterinario.
Recuerdo
En cuanto a situaciones que lo hayan dejado satisfecho dijo que “acá son más los sinsabores porque la mayoría de las veces el animal llega en condiciones muy desfavorables y extrema lo que tiene para hacer el esfuerzo de salvarlo. Siempre que sea compatible con la calidad de vida, vale la pena hacer el esfuerzo”.
Detalló que “el que más recuerdo es a un perro que tenía hidrocefalia y se le colocó un catéter desde la cabeza hacia el abdomen. Esto aconteció hace un año atrás y eran dos cachorros de Caniche, donde uno murió. Era un animal de Juan N. Fernández y realmente fue una satisfacción enorme porque de ver cómo el perro giraba y prácticamente traerlo para la eutanasia, pasó en el curso de veinte días a caminar, ubicarse, comer y hacer sus necesidades solo. Es una de las grandes alegrías que te da esta profesión”.
Agradecimientos
Como todo emprendimiento que perdura en el tiempo ofreciendo un excelente servicio de atención, la colaboración de distintas personas siempre es valorada y destacada. Al respecto aseguró que “hay gente que si bien no está en el lugar del trabajo, es gente que me ayudó a crecer. Además de mi señora que está mi lado y muchas veces cuando nos vamos a nuestra casa los temas de la veterinaria siguen. También gente que me apoyó para lograr todo esto que son mis amigos Aldo Giménez, Hugo López, ‘Cholo’ Porro, Walter Alexander, mi hija, mi hermana, mi cuñado, además de primos y otros amigos que en situaciones críticas siempre están. Mi eterno agradecimiento a ellos que estuvieron y están y a la gente que confía el cuidado de sus mascotas en nosotros”.
Aparatología de primer nivel
Recorrer las instalaciones de la clínica veterinaria nos permite observar la aparatología existente en beneficio de los pequeños animales. Así como una persona puede contar con todas las comodidades para la internación, lo mismo se establece para con las mascotas que necesiten una intervención quirúrgica. Con orgullo Sappia indicó que “tengo todo para realizar el prequirúrgico, la parte quirúrgica y el posoperatorio. Hay un lugar para internación, un quirófano de alta tecnología contando con anestesia inhalatoria, respirador, oximetría de pulso y monitoreo de temperatura rectal, monitor multiparamétrico con dos derivaciones cardíacas: frecuencia y amplitud respiratoria, pulso). También electrobisturí, aspiración central de líquido corporales, y camilla hidráulica con manta térmica. Todos estos elementos permiten hacer desde una intervención menor hasta algo mucho más complejo”.
Contó que “he trabajado en grupos interdisciplinarios con cirugías con animales para pruebas de laboratorios que se han tomado acá y he tenido un excelente resultado porque nunca han tenido problemas de contaminación y siempre han sido destacado por la esterilidad con la que se trabaja”.
Remarcó que “acá nuestra tarea la desarrollamos bajo estrictas normas de esterilización, por más mínima que sea la intervención se trabaja con vestimenta quirúrgica, guantes e instrumental estéril, con el ambiente preparado para evitar infecciones intrahospitalarias que es algo bastante complejo. Todo esto hace que los posoperatorios no requieran de antibióticos y eso marca la seguridad que tengo de estar trabajando con gente que prepara los elementos quirúrgicos en condiciones aptas para realizar una cirugía”.
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