Comenzaron los controles a la nocturnidad, pero sostienen que quedan aspectos para pulir
La noche del sábado se convirtió en la prueba de fuego de la nueva ley que pretende regular la actividad nocturna, especialmente en lo que tiene que ver con la venta de alcohol y los horarios.
De acuerdo a la normativa, los bailables tienen un tope, las 5.30, mientras que una hora antes deben dejar de expender bebidas alcohólicas. De acuerdo a un relevamiento realizado por este Diario y a propias voces oficiales, se cumplió con aquel requisito, pero no íntegramente con lo relacionado al alcohol.
Pese a ello, los jóvenes que abandonaron simultáneamente los boliches se retiraron en orden, y las calles céntricas, muy resguardadas por la policía, sólo mostraron calma.
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Faltan correcciones
En diálogo con El Eco de Tandil, el director de Inspección General, Roberto Martín, narró el desarrollo de la noche, se mostró satisfecho con la respuesta de público y comerciantes, aunque aclaró que aún quedan aspectos para corregir.
?Tuvimos la primera noche con controles a la nocturnidad, y la verdad es que la gente y los comerciantes se portaron bien. No hubo demasiados inconvenientes. Fue, eso sí, una noche especial, porque hubo una fiesta de estudiantes en las afueras, que desplazó a mucha gente del centro?, comenzó explicando.
-¿Se cumplió a rajatabla con el tope horario?
-Terminaron todos a las 5.30 y salvo algunas escaramuzas, que solucionó la policía, no hubo peleas.
-¿Cómo fue el movimiento posterior de los jóvenes?
-Los bares y las confiterías, que podían dejar abierto, cerraron también sus puertas, por lo que los jóvenes no tenían adónde ir.
-Y en cuanto al expendio de bebidas alcohólicas hasta las 4.30, ¿se cumplió de la misma manera?
-Se cumplió en mayor medida, pero no fue total. No lo pudimos controlar enteramente, en todas las barras, pero lo iremos puliendo con el tiempo.
-Se requiere de mayor cantidad de personal que la disponible…
-Sí, esta ley hace que se necesite mucha gente a disposición para cumplirla.
-¿Algún aspecto más para corregir?
-Me preocupa que deba dejar de venderse alcohol a las nueve de la noche en comercios y supermercados. Es muy temprano, sobre todo en esta época. La gente ingresa antes de esa hora, pero muchos se quedan con la botella en el carrito al llegar a la caja. Uno permanece un buen tiempo en el super. Hay supermercados que aplicaron un sistema en sus cajas que no permite acceder a la compra después de las 21, el sistema en sí es muy bueno, pero creo que el horario no está bien estipulado. Hay muchos puntos a pulir, que espero se vayan acomodando con el tiempo.
-Entonces, ¿se empezó bien?
-En líneas generales bien, hubo mucha presencia policial en las calles y todo salió de acuerdo a lo planeado.
La voz empresaria
La empresaria Sandra Maqueira, de Museo Bar, también expuso su óptica sobre lo acontecido.
?Anduvo bien, el tema es que a la salida es un mundo de gente. Gracias a Dios este fin de semana no hubo problemas. Fue bastante normal, no sé que habrá pasado en otros boliches, pero acá anduvimos bien. Esperemos que esto sirva?.
-¿Qué aspectos ve más conflictivos?
-A nosotros nos preocupa un poco el clima, porque hoy por hoy los asados empiezan más tarde y el ingreso hasta las 2 de la mañana va a ser muy complicado. Tenemos cierta flexibilización para ir trabajando el tema.
-¿Cómo fue la retirada?
-5.30 pusimos un lento para que la gente se retirara tranquila, y todo anduvo bien.
-Controlar lo del alcohol es más difícil.
-Es difícil, yo diría impracticable. Además, hecha la ley, hecha la trampa: Una persona puede comprar una botella de whisky a las 4.25 y la toma tranquilamente. Por eso decía lo de la trampa, se corta la venta, pero no el consumo.
-¿Hay mucho para corregir?
-Dentro de todo, se está probando en conjunto: El Municipio, los comerciantes y los clientes, que se van a ir adaptando. El gran miedo nuestro es qué hacen los jóvenes después de salir de los boliches. Habrá que verlo y tenerlo en cuenta.
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