Comienza el primer taller de danza en Tandil que integra personas con y sin discapacidad
El miércoles 4 de noviembre comenzará el primer taller en Tandil de danza integradora, que integra a personas con y sin discapacidad. El mismo se realizará una vez por semana en la Escuela Municipal de Danzas (Rodríguez 329), que se convertirá en la primera institución de su tipo en el país en albergar una actividad de esta naturaleza.
El taller estará coordinado por el bailarín del grupo Alma (primera compañía de danza integradora del país), Santiago Feldman, y estará dirigido a participantes con y sin discapacidad motriz, mayores de 14 años.
“Es un sueño hecho realidad poder hacer esto en mi ciudad, y en una institución que es específica de la danza, con todo lo que significa bailar en sillas de rueda o con bastones en un salón con barras y espejos, típico de la danza clásica”, dijo.
“Para realizar esta actividad, otros lugares se han ofrecido con muy buena predisposición, pero poder realizarlo en la Escuela Municipal de Danzas, es un hito. Se aproxima, aunque sea un poco, a lo que ha logrado la directora del grupo Alma, Susana González Gonz, en Buenos Aires con la aceptación como materia opcional de la danza integradora en el Instituto Nacional del Arte (IUNA), en las carreras de danza”, agregó.
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Procesos
Para poder empezar con la actividad, debieron vencerse cuatro escalones que hacían inaccesible el salón para las sillas de ruedas. Para ello, la Dirección de Integración Social del Municipio proveyó dos rampas.
Según Feldman “esta actividad nos enriquece al encontrarnos con las diferencias y a partir de allí ver otras posibilidades de movernos y de actuar”. En la propuesta “se busca bailar desde las limitaciones que todos tenemos, ver que estar en una silla de ruedas, o tener alguna limitación física no es obstáculo para danzar”.
El bailarín sostuvo que “con la danza integradora descubrimos que quienes en apariencia no tienen discapacidades, también llevan las suyas. Integramos las partes de nuestro cuerpo en el baile y nos integramos con otras personas, aceptando nuestras diferencias. Vemos que las limitaciones son, en realidad, posibilidades. En definitiva, descubrimos el bailarín que todos llevamos dentro”.
La propuesta
El taller se enmarca en el trabajo de Feldman como integrante del grupo Alma, compañía de danza apadrinada por el músico León Gieco, que trabaja con intérpretes con y sin discapacidades motrices, y que dirige la profesora González Gonz.
La compañía lleva más de diez años con presentaciones en el territorio nacional y en el exterior, y forma parte del proyecto ?Todos podemos bailar?, avalado por el Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA), el Consejo Provincial para las Personas Discapacitadas de la provincia de Buenos Aires, la Comisión Nacional Asesora para la Integración de Personas Discapacitadas (Conadis), la Fundación Artistas Discapacitados, y AMIA Departamento de Programas Sociales Area Discapacidad. El proyecto de González Gonz también fue declarado de interés cultural por la Legislatura del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La idea del taller es crear un espacio de integración en el que el eje esté dado por la danza. Si bien la actividad deriva en una mejora de la calidad de vida para quienes participan, el objetivo central está puesto en expresarse a través del movimiento más allá de las diferencias, de manera tal que se trata de un ámbito donde personas con y sin discapacidades motrices concurren para compartir el baile.
El eje terapéutico, por tanto, es una consecuencia del trabajo que consiste en bailar desde las limitaciones que todos tenemos (no sólo las personas con discapacidad), aceptándolas y descubriendo que se transforman en posibilidades.
Es por eso que está destinado no sólo a personas con discapacidad motriz, sino que también personas con una aparente amplia capacidad física ?incluso bailarines amateurs o profesionales- pueden encontrar mejoras en su sensación del cuerpo y de su expresividad.
De hecho, en septiembre pasado se realizó en el centro cultural Almafuerte una clase abierta de danza integradora a la que concurrieron alrededor de 20 personas entre ellas estudiantes de folclore, de teatro, bailarines amateurs, profesionales del área de la discapacidad y personas con discapacidad motriz.
En el taller se trabaja sobre la conciencia corporal, las calidades de movimiento, el cuerpo del otro, la disposición grupal, las nociones del espacio y tiempo, y demás conceptos de la danza y la expresión corporal. Se utilizan técnicas del movimiento consciente como el método feldenkrais, la eutonía, la sensopercepción, la biomecánica, y el contact-improvisación.
Otros de los objetivos son promover la reflexión crítica acerca de las concepciones de la danza y la discapacidad; desarrollar la capacidad existente y descubrir nuevas posibilidades de movimiento a partir de las limitaciones; vivenciar con placer y sin prejuicios el propio cuerpo conectándose con lo original de cada uno.
Fundamentos
Entre los fundamentos del proyecto se encuentran “encarar el movimiento desde un lugar de placer, descubrimiento y juego. Cuando esto es así nos sorprendemos de las acciones que podemos realizar. Buscamos abrir las posibilidades de elegir entre diferentes maneras de actuar, lo que habilita una inmediata sensación de bienestar”.
Los conceptos que se trabajan (intensión, motores de movimiento, imágenes mentales) tienen en común la implicancia de la unidad del cuerpo en su totalidad y de éste con la mente. Feldman afirma que ?de allí que podamos encontrar una manera de comprendernos integralmente, hallando los hilos sutiles que entretejen nuestras dolencias o alegrías, permitiéndonos una mayor participación en el gobierno de las mismas. Es así que descubrimos que la situación en que nos encontramos es el comienzo de un camino”.
Por consultas, comunicarse al 154-68825 santiagodemian@yahoo.com.ar.
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