Cómo escuchar música sin tener que descargarla: un cambio de paradigma
Por José Di Bártolo | En Twitter: @josedibar
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Napster, Kazaa, eMule, Ares. Cualquiera que lea éstas palabras sueltas y entienda un poco de qué se trata tendrá una imagen clara de qué se trata: programas para descargar archivos. Desde el primero hasta el último de los citados son un reflejo de lo vertiginoso de Internet. Cuando Napster irrumpió en la escena comenzó la descarga ilegal de contenidos. ¿Por qué ilegal? Porque simplemente nadie había autorizado a que una obra musical o audiovisual sea obtenida sin tener que pagar nada a cambio de ella. Pero como bien sabemos, vivimos en una vorágine digital donde lo que ayer era novedad hoy es pasado.
El tiempo pasó (menos de 10 años) y los gustos de los usuarios cambiaron, se modificaron radicalmente. Estudios recientes demuestran que un gran porcentaje de personas que usan la Web ya no desean descargar en sus computadoras la música porque eso conlleva pérdida de espacio de almacenamiento y, en menor medida pero también importa, la probable intromisión de algún tipo de virus. ¿Y entonces ahora qué? Desde hace varios años ganó muchísimo terreno el streaming online.
¿De qué se trata específicamente el streaming online? El ejemplo más claro antes de explicarlo es YouTube. Seguramente usted, sepa mucho, poco o nada de Internet, alguna vez ha ingresado en la red de videos para ver algo. Cuando nosotros le damos “Play” para empezar a visualizar le estamos pidiendo a la página, en este caso YouTube, que realice una acción por la cual vemos en línea y simultáneamente el video sin tener que descargarlo a nuestra PC. De eso se trata el streaming online: usar herramientas para poder acceder a los contenidos que están almacenados en la Nube (la Web) y sin necesario perder almacenamiento local.
La industria musical
Sin dudas los últimos 15 años han sido difíciles para la industria musical que busca resistir y mantener su mercado ante Internet, un actor inesperado, que no supieron venir ni tampoco interpretar, al menos hasta hace unos… meses. El proceso era hasta la irrupción de la Web: el artista o la banda grababa su material, la discográfica lo editaba y la cadena de comercialización realizaba el resto. Pero con Internet se rompió el último eslabón, el más necesario para la recaudación. Los usuarios subían los materiales y lo distribuían sin ningún costo a otros y el efecto cadena era inevitable. ¿De dónde se conseguían en un principio? De los programas citados al comienzo de ésta nota.
Pero como dijimos previamente, el tiempo pasó y nuevas herramientas fueron surgiendo para mejorar “la experiencia” de los usuarios y, a la vez, reconfigurar el mercado musical. Ahora es posible, al estilo de YouTube, utilizar diferentes páginas y aplicaciones para escuchar música sin tener que descargarla. Veamos algunas de ellas:
*Grooveshark: En los últimos tres años se convirtió en la herramienta más utilizada en la región dada su multiplicidad de temas, su gratuidad y la posibilidad de sociabilizar el contenido, es decir, contarle a todo el mundo lo que uno está escuchando. Además posibilita grabar el historial de escuchas sin importar la PC donde uno se encuentre. Podríamos estar en Tandil e irnos a Mar del Plata, Barcelona o Tokio y tener las mismas preferencias musicales de acuerdo a nuestro perfil. La Web es http://grooveshark.com/
*Spotify: Esta herramienta ha sido noticia durante la semana que pasó ya que llegó oficialmente a la Argentina y planea ser “LA” aplicación para escuchar música online. Al menos lo es en Estados Unidos y Europa dado el formato y calidad que ofrece. Habrá que ver que pasa en la región donde Grooveshark ya está muy instalada, aunque sin dudas, para aquellos que lo han probado, se ven las diferencias a la vista.
Spotify te permite además de usarlo en la Web o en un celular, descargar un software a tu escritorio, escuchar música y si no estás conectado, también hacerlo de manera offline. Sin dudas una experiencia muy distinta a las conocidas hasta el momento, para probar.
Pero no sólo es importante ésta herramienta para los usuarios sino también para la industria musical. ¿Por qué? Justamente porque todas las canciones que están dentro de este sistema están autorizadas por las grandes discográficas que permiten que sus materiales se reproduzcan por las mismas. Es decir: música online gratis y legal. Un gran paso. Conocé más en: https://www.spotify.com/ar/
*Taringa Música!: Hablamos sobre ésta herramienta hace algunos meses. Es un lugar para escuchar música de forma legal, aunque lo que allí encontraremos es un espacio para nuevas bandas más que para las comerciales. De todos modos el número de conjuntos musicales que han encontrado un lugar de difusión crece día a día y vale la pena darse una vuelta por http://www.taringa.net/musica/
*Deezer: Cuando Spotify se cerraba a algunos países y regiones, por caso hasta la semana pasada el nuestro, esta herramienta buscaba ser global. Cuenta con el respaldo de Access Industries, propietario de Warner Music Group, que invirtió 130 millones de dólares en este emprendimiento francés, que ya cuenta con más de 20 millones de canciones. Al igual que otras plataformas del segmento, dispone de sendas aplicaciones para dispositivos móviles de Apple y Google y también ofrece la modalidad radio para descubrir nuevos artistas. Mirá: http://www.deezer.com/es/
Existen hoy varias aplicaciones para escuchar música, de forma legal y sin tener que descargarla a la PC, lo que nos evita optimizar el almacenamiento y evitar posibles virus. Sólo hay que elegir cuál es la que mejor se adapta a nuestras necesidades y probarla en las diferentes plataformas disponibles (Web, celulares, tablets) y elegir. Ah, claro, porque la industria hoy se mueve en base a nuestros gustos, aprovechemos entonces.
(*) Artículo extraído del blog Random
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