Condenaron a cadena perpetua al jefe de la policía secreta en la dictadura de Pinochet
La Justicia chilena condenó ayer a cadena perpetua al ex jefe de la policía secreta de la dictadura pinochetista DINA, el general Manuel Contreras, por los asesinatos en Buenos Aires del ex Comandante en Jefe del Ejército Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert, ocurridos hace 34 años.
La abogada de la familia Prats, Pamela Pereira, fue notificada en el Palacio de Tribunales de la resolución, en compañía de dos las hijas del matrimonio Prats Cuthbert, Angélica y Cecilia, las que expresaron su satisfacción por la condena y su reconocimiento a la Justicia argentina que abrió paso al proceso en Chile.
El magistrado Alejandro Solís fue el encargado de dictar sentencia a Contreras, quien fue condenado a dos cadenas perpetuas, una por el homicidio de Prats y otra por el de
Cuthbert, más una tercera pena de 20 años de prisión por asociación ilícita, establece la resolución.
Solís también condenó al brigadier (r) Pedro Espinoza a 20 años por cada una de las muertes y 20 años más “en calidad de jefe de esta asociación ilícita”, informaron las agencias ANSA y DPA y el portal de El Mercurio On Line.
También recibieron sentencia otros siete agentes de la DINA, entre ellos el oficial (r) Raúl Iturriaga, condenado a 15 años y un día por cada uno de los crímenes, y los oficiales (r) José Zara, Juan Morales Salgado y Christoph Willeke a 10 años y un día por cada asesinato.
Contreras cumple desde 1995 sentencias por 57 años de cárcel y enfrenta además otros 16 procesos por violaciones a los derechos humanos con condenas de primera instancia que acumulan otros 212 años de presidio, según informó la agencia de noticias ANSA.
El asesinato de Prats y su esposa fue la primera operación internacional de la DINA, que también cometió atentados en Roma y Washington contra opositores al régimen militar.
La operación comenzó el viernes 28 de septiembre de 1974, cuando el estadounidense Michael Townley, agente de la DINA, ingresó al garaje del general Prats y colocó una bomba bajo la caja de velocidades del Fiat 125 que usaba el militar.
El 30 de ese mes, al regresar Prats y su esposa a su casa de la calle Malabia 3305, en Buenos Aires, Townley detonó el explosivo por control remoto.
La abogada Pereira afirmó que “si el Estado argentino no hubiera tenido la voluntad decidida de esclarecer este crimen y encontrar los culpables, probablemente no tendríamos esta sentencia en Chile”.
Angélica Prats, hija del asesinado jefe del Ejército, dijo que el ex dictador Augusto Pinochet “es el gran ausente” en las condenas emblemáticas dictadas en contra de la cúpula de la DINA por el crimen en Buenos Aires de sus padres.
“Pinochet es el gran ausente de esta sentencia. Para la Justicia argentina, era el primer responsable en el tema, sin embargo, la Justicia chilena en el momento en que se pidió su extradición no permitió su juzgamiento”, señaló en tribunales.
Más allá de la trascendencia que el caso tiene para la familia de las víctimas, la sentencia se produce en momentos en que el gobierno y la oposición debaten sobre la pertinencia de dar por cerrados los juicios a los represores de la dictadura del ex presidente fallecido el 10 de diciembre de 2006. (Télam)
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