Consideran que existe una gran falta de control en el programa Precios Transparentes y reina la confusión
A pocos días de implementarse el programa Precios Transparentes ya es posible percibir que el efecto de baja en los precios de contado que había previsto el Gobierno nacional no se efectivizó, y hay gran confusión entre los consumidores, que aún no comprenden bien la cantidad de información que se les brinda al buscar un producto para adquirir.
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La asociación civil Consumidores Tandil resaltó la importancia de reeducar consumidores para que aprendan a leer la información que se les va a proveer de forma correcta y puedan elegir la mejor alternativa.
Gustavo Lagoutte, el presidente de la ONG, consideró que es preciso “reeducar a la gente en cuanto a leer la información que se le va a proveer, porque las personas no estamos acostumbradas a leer la información que ahora se está exigiendo que se muestre, hay que tratar de que comprendan”.
En ese sentido, resaltó un concepto que es fundamental a la hora de comprar en el nuevo escenario de los Precios Transparentes, el de costo financiero total.
Aseguró que ese costo financiero total incluye “lo que la persona va a gastar y además cualquier otro gasto administrativo que se genere, como sellado, seguro de vida, o cualquier otro agregado que excede el concepto de multiplicar la tasa por la cantidad de cuotas. Puede haber casos en que una tasa de interés más alta tenga un costo financiero más bajo”.
“Es algo que se tiene que mostrar por encima de la tasa típica que se mostraba que era la nominal anual o algún otro tipo de tasa de interés. Es muy importante porque a veces nos dicen que no tiene tasa de interés pero te cobran algún costo administrativo, por lo cual terminás pagando un interés y eso puede hacer que el consumidor pueda tomar alguna decisión incorrecta frente al precio”, planteó.
Por tal motivo, enfatizó que “los consumidores siempre tienen que elegir la opción del menor costo financiero (CFT)” y recomendó que siempre busquen “ese número más que la tasa o que diga sin interés porque puede decir sin interés y hay un costo escondido que lo vas a ir pagando el resto de los meses”.
Y remarcó que el costo financiero total es “el verdadero interés”.
“Muchas veces el consumidor no sabe hacer el cálculo financiero para comparar, por eso está bueno que se le exija a las empresas mostrar esto, para que el consumidor tenga todas las herramientas”, manifestó.
Falta de
información
Por su parte, Lucas Sanz, el abogado de la asociación, evaluó que “no es que el comercio tenga la intención de estafar al consumidor. Muchas veces los pequeños comercios caen en no informar al consumidor debidamente porque tienen ignorancia sobre qué es lo que deben hacer realmente, es decir de qué manera deben informar el precio al consumidor”.
No obstante, Gustavo Lagoutte aclaró que “también hay comercios que se aprovechan de la situación”.
En cuanto a lo previsto por el Gobierno nacional de la baja de los precios al contado, sostuvo que “a manera generalizada, si se bajó el precio fue a un porcentaje menor al esperado, quizás hubo alguna falla de control por parte del Estado en asegurar que suceda lo que se esperaba que iba a suceder, que era que bajaran los precios, porque es lógico que el empresario en esta situación intente tener un margen mayor”.
Indicó que el problema es que “si mantenés el precio igual el consumidor no considera que está mal porque es el mismo precio que estaba hace un mes, aunque en realidad sería un precio equivocado para pago en efectivo. Pero al no existir ninguna aplicación por parte del Estado para evitar estas situaciones es algo lógico que suceda, si hubo bajas en los precios fue en algunos productos en particular y por lo general a un menor índice de lo esperado”.
Educar al
consumidor
Consideró que lo positivo del programa es que puede ser el “puntapié inicial para educar al consumidor y que aprenda a ver el costo financiero total”.
Pero criticó que “si se aplica con el objetivo de que bajen los precios y después no se exige de ninguna forma que eso suceda, no va a suceder, entonces termina siendo perjudicial para el consumidor al día de hoy. A largo plazo lo consideramos beneficioso porque puede llegar a educar al consumidor y a exigirle a los comercios que publiquen todos los costos asociados a un producto”.
Lucas Sanz recordó que la Ley 24.240 de defensa del consumidor “establecía la publicidad obligatoria y destacada del costo financiero total en los servicios con anterioridad a esta normativa que salió hace poquito”.
“Entonces podemos decir que ya teníamos contemplada esta nueva normativa pero lo que sucede es que hay un déficit por parte del Estado en lo que es llevar a cabo los controles, contar con inspectores que controlen los precios, la manera en que se publicitan y si el consumidor alcanzó a comprender todo eso”, puntualizó.
Además, sostuvo que la Ley de Defensa al Consumidor también contempla que se ejemplifique para que sea más fácil para el consumidor entender, en lo cual hay un claro incumplimiento.
“Desde la asociación hemos hablado con comerciantes y muchos no conocen la normativa que se tiene que aplicar y de qué manera hacerlo, en la mayor parte de los casos sucede eso, no así con otros productos como planes de ahorro, créditos al consumo, esos están bastante avezados en la cuestión financiera y pecan de no informar como corresponde”, lanzó.
Pero aseguraron que “en general el comerciante no actúa de mala fe sino por desconocimiento porque el derecho al consumidor en Argentina todavía no está muy desarrollado”.
Finalmente, Lucas Sanz aseguró que en la Justicia “la aplicación de estas normativas es por demás novedoso y tiene que caminar un largo trecho para que comprendamos los alcances. En las grandes empresas de venta de electrodomésticos, no en las pequeñas cadenas locales, es donde más detectamos incumplimiento, y en lo que es financiamiento y crédito para el consumo es increíble la violación de derechos del consumidor”.
Los comerciantes consideran
que falta información
El Eco de Tandil también consultó a algunos comerciantes para conocer cómo se está implementando el programa Precios Transparentes.
María Garmendia, de Calzados Tresam, explicó que la gente “todavía no está muy enterada de cómo funciona el programa, falta información, inclusive en los bancos no está muy claro tampoco”.
“La información que tenemos nosotros la sacamos de la página del Banco Central, pero tenemos que tomarnos el trabajo de explicarle a cada cliente cómo es. La gente está confundida, no entiende”, afirmó.
En tanto, aseguró que ellos como comerciantes pudieron evacuar sus primeras dudas a través de la Cámara Empresaria que los asesoró “muy bien, la información fue muy clara, y las tablas las bajamos del Banco Central, no nos resultó difícil”.
“Para los comerciantes es positivo porque antes la gente creía que no tenía interés y el interés estaba, en cambio ahora está claro que no existe sin interés en ningún lugar del mundo. Se va adaptar la gente con el tiempo”, manifestó.
Por su lado, Javier Ordoqui, de Suma Hogar, aseguró que “en definitiva no bajan los precios, es simplemente un cambio de metodología de trabajo”.
“Tanto en el Ahora 12 como en el Ahora 18 existía un costo financiero, si bien estaba subvencionado y era menor que con otras tarjetas, pero se obligaba a que el precio del producto fuera el mismo que el de contado. Igualmente se le hacían descuentos por pago en efectivo”, indicó.
Y planteó que “lo que hay ahora es una falta de claridad de cuánto es el interés de cada tarjeta o el costo financiero total, qué significa, y la forma de calcularlo no es simple, son números más contables que ni siquiera en una venta se da para explicarlo ciertamente”.
“El impacto negativo ha sido la confusión, que afecta las ventas, son días raros. Pero se va a normalizar, la gente va a analizar la mejor propuesta y ahí va a definir la compra”, vaticinó.
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