Contrastes
La comunidad brindó, esta semana, el merecido homenaje a un educador, el padre Sabino del colegio San José. El maestro le dio el nombre a una calle ubicada en lo que será el Parque del Bicentenario, que se prepara para ser inaugurado el 25 de mayo de 2010.
El acto fue al otro día del paro docente ?también de auxiliares y porteros-, que dejó a casi la totalidad de los alumnos de las escuelas públicas de Tandil sin clases.
Nadie se atrevería a dudar hoy, a casi doscientos años de la fundación de la patria, de la importancia del rol de los maestros en cualquier localidad. De hecho, Tandil lo demostró con el justo recuerdo a un sacerdote y docente que tuvo a su cargo la formación de muchas generaciones de alumnos.
Sin embargo, el contraste salta a la vista. Mientras 3 millones de chicos bonaerenses esperan políticas que hagan pie en la bastardeada educación pública, sus docentes salen a reclamar por un ajuste de sus salarios que han quedado rezagados con respecto a las subas de la canasta familiar.
El gobierno de Daniel Scioli dio su última palabra: no hay plata para mejorar los sueldos. Lejos de resolver el conflicto, la actitud mantuvo firme al Frente Gremial que ratificó el paro para el próximo martes.
Y sin rumbo, nuevamente son los alumnos los que reciben el impacto de estos contrastes. Del decir que la educación es prioridad y luego esquivar el diálogo que conduce inexorablemente a la pérdida de más días de clase. De otra reforma educativa que, a tontas y a locas, comenzará a aplicarse en 2010, sin resolver antes cuestiones ligadas a la infraestructura y a los cargos docentes.
En este mundo de blancos y negros, los menos celebran el haber conocido a un maestro preocupado por los valores y el conocimiento. Al mismo tiempo, muchos volverán a quedarse en sus casas el próximo martes para ver relegados los sueños de liberación que sólo permite la entrada a la esfera del saber.
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