Cromañón: una sobreviviente dijo que la noche de la tragedia no hubo “ayuda inmediata” a las víctimas
Se trata de Emilse (28), quien declaró en la 24a. audiencia del juicio oral que se realiza por el incendio que el 30 de diciembre de 2004 provocó 194 muertes, y relató crudas escenas de lo vivido esa noche.
La joven recordó que tras iniciarse el incendio, logró salir rápidamente del lugar y se dirigió a la llamada puerta alternativa o de emergencia, que estaba cerrada, y por donde la gente “sacaba las manos y los dedos” en señal de auxilio.
“En ningún momento vi ayuda inmediata”, remarcó la testigo en varias ocasiones, quien aseguró que esa puerta la abrieron los amigos con los que ella había ido al recital, y tras lograrse la apertura de una hoja, vio muchos cuerpos apilados.
“Era como que estábamos solos, hicimos un cordón como si fuéramos hermanos o primos para que saliera la gente. No me sentí respaldada en ningún momento por los bomberos o por la Policía”, destacó.
Como ejemplo, dijo que los chicos que iban saliendo le pedían agua y ella tenía que darles con sus manos “la que se había juntado en la vereda o en el cordón” y venía desde adentro del local porque había como “una bajada”.
Después recordó, con la voz entrecortada, que muchos “tenían hollín en la boca y quedaban con la lengua afuera”, por lo que ella decidió sacarles las remeras y taparles las caras porque “las expresiones eran muy feas”.
“Se me murió mucha gente en los brazos, otra sobrevivió”, relató. La chica aseguró que entró cuatro veces al boliche a rescatar jóvenes y que “mientras a los chicos los sacaban arrastrando, a los policías los sacaban en camillas”.
“La Policía sacaba policías y la gente, gente”, señaló. “Había algunos que pensaban si debían entrar o no. Me acuerdo que en un momento vino gente de los edificios con bidones y toallas y uno me pidió un pedazo. Creo que si no entraba le iba a quedar un cargo de conciencia muy grande”, sostuvo Emilse.
En otro tramo de su declaración, recordó que encontró una manguera colgada de una pared, pero cuando quiso activarla, un hombre le dijo que no había agua en el tanque, por lo que no pudo utilizarla.
Respecto de la actuación de los médicos dijo que “faltaban muchas cosas” y que “el oxígeno se lo ponían a alguien dos segundos y si no reaccionaba ya se lo pasaban a otro”. “No te daban chances de vivir, no te lo dejaban 15 o 20 minutos a ver si reaccionabas”, aseguró.
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