Del Potro y la grieta
Ayer Tandil homenajeó a su ídolo.
Del Potro fue medalla de plata en Río de Janeiro.
Como siempre ocurre, aparecieron los que encuentran motivos para criticar.
Que Mariano González trajo el oro con la selección de fútbol hace unos años, que Machi González y Pico Mónaco también representaron a la ciudad, que la gente que fue lo hizo porque no trabaja, etc., etc.
En el fondo, era lo que se esperaba.
Juan Martín Del Potro no quiso en su momento representar al país en la Copa Davis.
Muchos no lo disculpan.
Y tampoco quiso aceptar la invitación de Cristina, cuando ganó el US Open.
Ningún kirchnerista se lo perdona.
Que se merece una estatua. Que no.
Que con la plata del pueblo no se juega.
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Argentina, el país dividido.
Del Potro, el hombre que hace que Tandil se nombre en todo el mundo.
Porque a nadie en el mundo le importa la grieta argentina.
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Gracias, pibe. Felicitaciones. Y gracias.
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