Delincuentes armados asaltaron a un joven mientras descansaba en su casa de Estrada al 400
Si bien les dijo que no vivía ahí, les abrió la puerta y los dos sujetos lo intimidaron con un revólver, exigiéndole dinero. Finalmente, dijeron que se habían equivocado de persona y se dieron a la fuga con una notebook y un celular.
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El delito se produjo cerca de las 2 de ayer en una casa interna, cuando Santiago Ots fue sorprendido -mientras estaba recostado en su habitación- por una persona que golpeó la puerta de su casa y preguntó por un vecino. Cuando respondió que vivía en la casa del frente, el desconocido argumentó que no había nadie y que había que entregarle algo, por lo que le pidió que lo recibiera.
Al abrir la puerta, Ots se encontró con dos hombres armados que cubrían su rostro con gorras y pasamontañas. La víctima fue reducida, mientras que los asaltantes reclamaban la entrega de una suma importante de dinero, que el joven no tenía.
Los hombres revolvieron toda la casa y luego dijeron: “este loco no es”, tras lo cual se alzaron con una netbook y un celular, dándose a la fuga en moto, en dirección al pasaje Bassi.
A pocas horas del episodio y tras haber acompañado a su hijo Santiago a radicar la denuncia a la comisaría Primera, Verónica Daniela Cavalli, contó en diálogo con El Eco de Tandil los detalles de lo sucedido. Aún muy nerviosa, abrió las puertas de su casa para mostrar cómo había quedado todo tras el asalto.
“A las 2 de la mañana golpean la puerta, estaba cerrada con llave y preguntan por mi vecino Martín Génova. Primero dijeron: “Martín, Martín”, mi hijo preguntó qué Martín, y dijeron Martín Génova. `Tengo una cosa, te la tengo que entregar´, le dijeron, a lo que mi hijo les contestó: `Martín es acá al lado, no es donde estás, acá al lado tenés que golpear´, pero le dijeron que lo tenía ahí y que se tenían que ir”, manifestó la mujer.
“Entonces –continuó- mi hijo ante la confianza abrió la puerta y los dos hombres encapuchados, con un arma de fuego, lo empujaron, lo tiraron en la cama, le apuntaron en el pecho y le decían: `dame la plata, dame los cien mil´, y él decía que no era Martín. Se llevaron su computadora manual, su celular y revolvieron toda la casa, tiraron todas las cosas de los estantes”.
Estimó que los delincuentes habrán permanecido dentro de su vivienda alrededor de media hora, revolviendo todo y buscando el dinero. Mientras tanto, ella estaba cuidando a la señora que vive en la casa lindera cuando escuchó como si golpearan la ventana. “Sentí los ruidos y al ratito mi hijo me golpeó la ventana, diciéndome: `mamá, mamá, nos entraron´, y bueno, ya vine y vi todo esto”, contó Cavalli.
Las secuelas
“Mi hijo está en shock, estuve con él hasta hace un rato charlando, tomando mate, esperando a la policía porque él hizo la denuncia en la comisaría Primera e iban a venir a hacer peritajes. Todavía no han venido, tengo la casa toda revuelta y él está en estado de shock, así que estoy esperando que vengan a hacer el peritaje para poder llevarlo a su doctora”, manifestó la madre de la víctima.
Tras lo sucedido, la mujer expresó que siente “muchos nervios porque te imaginás lo que podría haber pasado. En realidad no pasó nada porque las cosas materiales vienen y van, pero yo como madre que encañonen a un hijo mío, así como me pudo golpear la ventana, podría haber sentido un tiro y no verlo nunca más”.
A raíz del atraco, se inició una causa caratulada como “Robo calificado por el uso de arma de fuego”, con intervención del fiscal Damián Borean
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