Desde el Hospital expusieron preocupación por la cantidad de accidentes de motociclistas sin casco
Desde la guardia del Hospital Ramón Santamarina expresaron preocupación por la cantidad de accidentes en los que están involucrados motociclistas que conducen sin utilizar el casco y llamaron a la población a tomar conciencia de la importancia de la prevención para salvar vidas.
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El jefe de la guardia del Hospital Santamarina Guillermo González explicó que de acuerdo a las estadísticas, alrededor del 90 por ciento de los accidentes de tránsito con heridos que hay en la ciudad involucran a motociclistas y la mayor parte de ellos, no utiliza casco.
En diciembre, el total de accidentes que implicaron vehículos a motor en general, siempre considerando que en su mayoría involucran a motociclistas, fueron 80 y en enero 73. Esa cifra, que fue más o menos estable a lo largo del año, implicó a 29 personas de entre 15 y 24 años en diciembre y 35 de esa edad en enero. En tanto de otras edades, en número fue mucho menor.
Además, se observa de las estadísticas que alrededor de 50 de los accidentados son hombres y menos de 30 mujeres.
Entre uno y dos
casos por día
En diálogo con El Eco de Tandil, González aseguró que hay entre uno y dos casos de accidentes de tránsito con heridos por día, la mayor parte de ellos con motociclistas involucrados, lo cual genera gran preocupación por la gravedad de las heridas que sufren.
“Un accidentado nos lleva un montón de tiempo, económicamente es un gasto muy grande pero lo más importante de esto es la vida. La mayor parte de las lesiones de los accidentes de moto son en la cabeza, por eso la gravedad y la insistencia con el uso del casco, no es un capricho”, enfatizó.
Remarcó la importancia de la prevención y de que los motociclistas entiendan la importancia de utilizar el casco, que en definitiva les puede salvar la vida.
Recordó que este fin de semana tuvieron un herido grave, que afortunadamente ahora se está recuperando y evoluciona favorablemente pero que sufrió un scalp, que es “una herida que abarca desde la frente hasta la zona occipital en el cuello, casi todo el cuero cabelludo”.
Se trató de Mauro González, el joven motociclista que se accidentó en Juan B. Justo al 600 el sábado en horas de la noche.
La vida en riesgo
El profesional recalcó que “el tema es que pone en riesgo la vida, hemos tenido lesiones abiertas, con fractura de cráneo, muchos días de angustia para los familiares, los seres queridos y por supuesto para nosotros que queremos y deseamos ver personas jóvenes sanas”.
“Cuando vienen los muchachitos con las heridas de motos nos angustia mucho porque pueden ser nuestros hijos, sobrinos, hermanos”, expresó.
Y consideró que no hay conciencia aún del uso de casco. “Me acuerdo hace unos años recibimos un accidente que le costó la vida a uno o dos chicos en los toboganes que van a la Escuela Granja que estaban corriendo picadas. Hay clubes de motociclistas, circuitos preestablecidos para correr con las medidas de seguridad que corresponden. Uno ha sido chico y sabe que a los adolescentes les gusta la adrenalina pero los padres deben orientarlos para hacer las cosas bien”, manifestó.
Y si bien también se producen otras lesiones como fracturas de miembros, de clavícula y otras que son muy graves, el casco les puede salvar la vida.
Si bien la mayor parte de los motociclistas que sufren este tipo de accidentes tienen entre 15 y 24 años, afirmó que también hay familias completas en la moto sin casco, o madres con bebés. “Eso uno lo ve todos los días, los vemos pasar por el Hospital y las velocidades que alcanzan algunas motos son muy importantes, incluso las motos de poca cilindrada toman una velocidad tal que es muy peligroso”, sostuvo.
Y recalcó que cuando no se usa casco “el paragolpes es la cabeza así que el resultado es la guardia del Hospital”.
Consideró que si bien existen campañas para el uso del casco, es algo en lo que hay que insistir “hasta que los chicos entiendan, y ni bien se suben a la moto hay que enseñarles que están arriba de un vehículo que los puede matar si no hacen las cosas bien”.
A pesar de la gran cantidad de accidentes que se registran, afirmó que “gracias a Dios no hay muchas personas fallecidas, pero es realmente porque tienen algún angelito que los cuida, y otras veces nosotros somos los angelitos que salvamos las vidas”.
“Todos los días vemos este tipo de accidentes que dan incapacidad laboral y para hacer otras cosas, quedan muchos lisiados, o terminan internados en terapia. Hay veces que sabemos que van a quedar secuelas”, aseguró.
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