Designaron a un tandilense al frente de la Dirección Nacional de Formación Cultural
El tandilense Juan Urraco, de 33 años, fue designado al frente de la Dirección de Formación Cultural, que depende del Ministerio de Cultura de la Nación. Nació el 1 de diciembre de 1982 y es el menor de los tres hijos del matrimonio de Estela Crespo y Alfredo Urraco, hermano de Virginia y Daniel.
El ahora funcionario nacional le contó a El Eco de Tandil que “comencé en la Unicén, en la Facultad de Arte, donde obtuve los títulos académicos universitarios de licenciado en teatro (2006), profesor de teatro (2005) y profesor de juegos dramáticos (2003)”.
Agregó que “luego realicé mi formación de posgrado en el extranjero, con una beca Maec Aecid donde logré los títulos de magister en estudios teatrales por la Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad Pompeu Fabra y el Institut del Teatre (2009) y doctor en artes escénicas por la Universidad Autónoma de Barcelona (2012, Apto Cum Laude). En el año 2015 realicé, con un beca de la Fundación Carolina, una estancia de investigación posdoctoral en el Institut del Teatre, convirtiéndome en el primer residente post doc de la historia de esa institución”.
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Su vinculación
con la cultura
Juan Urraco explicó que “si bien mi interés por las artes ha surgido de forma bien prematura -con 12 años ya participaba en Flor de Murga con Dardo Casal y a los 16 me apuntaba a todo lo que era teatro, danza, pintura, etc.-, claramente mi vinculación de lleno con la cultura ha estado ligada directamente a los inicios de mi formación académica y a mi rol artístico como actor y director de teatro. Un poco más tarde, la experiencia de haber podido realizar pasantías durante más de dos años en la Dirección de Cultura de Tandil, cuando estaba a cargo de Claudia Castro, me dio la posibilidad de conocer de primera mano y en el contexto de una gestión pública la dimensión y complejidad del campo cultural y de su gestión”.
Al evaluar sus experiencias, indicó que “hablar de referentes culturales para mí supondría un listado muy amplio, donde priman artistas de variopintas disciplinas, estilos y nacionalidades. Sobre todo aquellos que desde un circuito muy independiente y con mucha dedicación y esfuerzo sostienen a pulmón y con mucha calidad y criterio su vocación. Pero si tuviera que nombrar algunos referentes en el ámbito de la gestión cultural, sin duda lo que primero se me viene a la cabeza son dos nombres Claudia Castro, a la cabeza de lo que ha sido la mejor gestión pública y cultural de la Dirección de Cultura de la ciudad de Tandil, y Marcelo Jaureguiberry en Cultura de la Unicén y como gestor teatral. El haber podido ser testigo activo de esos años de trabajo interinstitucional, donde tan importantes agentes cooperaban para llevar a cabo proyectos de gran impacto para el contexto cultural local y regional, sin duda es un referente fuerte que ha hecho marca”.
Sus trabajos
El flamante funcionario nacional hizo un repaso por los trabajos donde desempeñó funciones. Dijo que “2004-2006 trabajé como pasante en la Dirección de Cultura de Tandil, y desde 2006 he estado concentrado en la Facultad de Arte de la Unicén donde realizaba actividades de docencia e investigación en el Departamento de Educación Artística y en el Departamento de Teatro. Como docente en el campo del arte me desempeñé en otras instituciones educativas, tanto públicas como privadas, locales, nacionales e internacionales”.
En cuanto al contexto de la oferta para trabajar en el sector público, aseveró que “llega en un momento personal necesario. De salir de una zona de comodidad que no estaba del todo buena. Al regresar de Europa tenía claro que necesitaba enfrentarme a nuevos desafíos que pusieran al límite mis seguridades y recursos, y que me permitan volcar y poner en juego todos estos años dedicados casi exclusivamente a la formación profesional”.
Agregó que “el poder intervenir y contribuir con este cargo en la realidad de nuestro país, en el área de la cultura, que tanto amo y que tanto me dio, y al que le he dedicado gran parte de mi vida y le he puesto mi cuerpo, es una oportunidad única que asumo y enfrento con mucha alegría, humildad y responsabilidad”.
Sobre sus seres queridos, indicó que “me siento muy afortunado por la familia que tengo, muy agradecido porque siempre respetaron y acompañaron cada una de las decisiones que fui tomando y que hoy hacen que este acá, por mi Facultad de Arte de la Unicén que me dio una vocación, por la universidad pública, por mi ciudad y porque existen personas en el Estado como Débora Staiff que reconocen los méritos profesionales por encima de cualquier ideología, de aquellos que nacimos en el interior, crecimos y nos desarrollamos del otro lado de la Ciudad de Buenos Aires”. u
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El ofrecimiento laboral que llegó en
el primer día de las vacaciones
Tanto transitar y perfeccionarse en lo que es su pasión, un día llegó la propuesta que le permitirá a Juan Urraco mostrar y poner en práctica todo lo aprendido. Manifestó que “este ofrecimiento surge el día después de haber finalizado con las actividades académicas correspondientes al año lectivo en curso. Quiero decir que surge en el supuesto ‘primer día de mis vacaciones’, que es cuando recibo el llamado de Débora Staiff, actual subsecretaria de Cultura Ciudadana del Ministerio de Cultura de la Nación, quien interesada por mi formación, solicita tener una entrevista para este cargo”.
Agregó que “tuve la posibilidad de conocer a Débora en mis años de pasante de la Dirección de Cultura, y a su padre, referente de la gestión del teatro San Martín. Pero sin afiliación ni carrera política, y siendo del interior, imaginará que no fue tarea nada fácil asimilar la dimensión de lo que estaba sucediendo”.
En cuanto a las tareas a desarrollar, explicó que “la Dirección Nacional de Formación Cultural se visualiza como el eje rector en la planeación, vinculación, coordinación en la ejecución y evaluación en el ámbito de la formación y capacitación cultural y artística en el Estado. La Dirección Nacional de Formación Cultural se ocupará de diseñar, desarrollar y acompañar aquellos programas de formación cultural que permitan acrecentar el fortalecimiento del sector”.
Agregó que “una de las principales tareas será la articulación de los insumos culturales públicos con una construcción pedagógica que acompañe la especificidad de las diferentes disciplinas y regiones, contemplando también su articulación interdisciplinar y respetando las identidades regionales”.
Aseguró que “redefinir el circuito público, mediante la formación y profesionalización de los recursos humanos del ámbito cultural de las diferentes disciplinas y regiones. Impulsar y promover una estrecha y permanente cooperación entre las diferentes instituciones culturales públicas: museos, los diferentes teatros, auditorios, circuitos y redes estatales de las diferentes regiones del país. Formación de público. Fortalecer los vínculos de la cultura con los nichos de público de generaciones jóvenes”.
Objetivos
Los objetivos que se han planteado son “incluir todas las expresiones artísticas y culturales. Todo el país, todas las artes. Favorecer la circulación equitativa y balanceada de bienes culturales en todo el territorio nacional. Promover y promocionar circuitos regionales. Fomentar el trabajo multidisciplinar. Promover la inclusión de nuevos públicos”.
También dijo que “es una dirección nacional nueva, lo que da muchas ventajas a la hora de pensar y organizar su estructura y funcionamiento. La impronta que instala Débora en toda la subsecretaría apuesta a la transversalidad, el trabajo constante en equipo, a lo interdisciplinar. Eso me entusiasma mucho”.
A partir de esta estructura, indicó que “la articulación con las otras dos direcciones nacionales (de Gestión y Programación a cargo de Omara Barra y de Diversidad y Cultura Comunitaria a cargo de Inés Sanguinetti) nos irá marcando el camino en esta primera fase de la gestión. Ahora nos encontramos full time en la elaboración de relevamiento, diagnóstico y reorganización de los recursos y espacios del área. A la par, el panorama que encontramos fue en lo personal algo impactante, respecto a visualizar en los programas y recursos del Estado una concentración extrema en un mismo área artística disciplinar, llevando en consecuencia al abandono o invisibilidad de otras tantas disciplinas y géneros artísticos que poseen recursos estatales valiosísimos y que no fueron incorporados en las líneas de acción y políticas anteriores. Equilibrar esta balanza y fortalecer todas las artes en todas las regiones del país es nuestro principal desafío”.
Remarcó que “por otra parte me interesan aquellos espacios y programas de formación en cultura que puedan pensarse no a corto plazo, sino con una mirada más ambiciosa y transformadora y que puedan contribuir al empoderamiento del ciudadano en su vinculación con el campo cultural”. u
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