“Donde se cuentan algunas historias”
Hace dos años Paula Marconato y Norberto Salgueiro se asociaron para contar historias. Norberto ya hacía desde tiempo antes recitales como “Palabras” con Leonardo Andersen, “En las vueltas del camino” con José Alcobruni, “Homenaje a Piazzolla” con el Quinteto Pulsación y “Un toque de historia” con la dirección general de Guillermo Zambrino. Estos fueron algunos de esos pasos que intentaban unir música y palabras para transmitir el mensaje más puro de que es capaz el ser humano: el amor a través del arte.
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Ahora Norberto suma una voz femenina y propone contar otras historias a través de autores como Shakespeare, García Lorca, González Tuñón, Córdoba Iturburu, Marechal, entre otros valiosos exponentes de la literatura mundial. Cuando el recital poético musical toma forma lo realizan en Tandil, en Benito Juárez y en Tres Arroyos con notable repercusión de público. La gente expresaba entonces su deseo de poder repetir lo que había presenciado, manifestando que no era común encontrar este tipo de realizaciones. Esto lo decían, sobre todo, personas que no están habituadas a los buscadores de internet. Allí nace entonces la idea de plasmar en un disco lo que se jugaba sobre el escenario. Se trabajó mucho con el técnico Marcos Maistruarena y con el productor Alberto Maschio, cuidando todos los detalles de la grabación.
¿Y la música?
Queda claro que no es un simple acompañamiento. La música también cuentas sus historias. Y a esto contribuye el talento de dos músicos tandilenses que se agregan con pasión al proyecto: José Alcobruni en bandoneón y Ezequiel Lavayén en piano.
A la presentación del disco se le suma una pregunta dirigida al público: ¿Usted comprende que puede ser parte de estas historias? Porque lo que escribieron los autores seleccionados, en diversas épocas y regiones, es válido ahora con nosotros. El sufrimiento, el amor, la traición, el dolor, la alegría, no tienen identificación de tiempo ni espacio. Las historias que se narran pueden ser nuestras historias. Y entonces, el espectáculo se disfruta más porque llega el nivel de identificación que conmueve.
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