Duro golpe a la ilusión
(Por Fernando Izquierdo, enviado especial). No eran pocas las expectativas en torno a la presentación de Juan Martín Del Potro, dado su fantástico segundo semestre en el circuito de la ATP, transformándose en top ten y teniendo la chance de disputar el Masters de Shangai, y su notable desenvolvimiento en la semifinal ante Rusia, en la cual se erigió en partícipe determinante para que Argentina hoy esté discutiendo la Copa Davis con España.
De allí que la frustración generalizada de la derrota del tandilense ante Feliciano López se vea potenciada. No porque no pueda perder ante este español de más que respetables condiciones, que ayer mostró un altísimo nivel, sino porque aquellos pergaminos que hoy arroja Del Potro en cada cancha que pisa, constituían al pupilo de Franco Davín -localía mediante- en firme candidato a dejar el punto en casa.
Es que en cuestión de meses, Del Potro pasó de conseguir magros resultados y renegar con las lesiones a estar en boca de todos como una de las grandes apariciones del circuito en los últimos tiempos.
Por ello también, el cimbronazo de ayer será un golpe muy duro de asimilar, que el tandilense deberá superar para mañana, cuando se mida con David Ferrer, en un punto de importancia capital para la serie, independientemente de lo que hoy ocurra con el doble.
La mano estuvo bien barajada en el comienzo, conforme a las expectativas locales. Del Potro impuso condiciones con su saque y un quiebre relativamente tempranero lo condujo a quedarse con el primer segmento.
Tras ello, comienza a tallar el mérito de un Feliciano López que, lejos de desenfocarse o caerse anímicamente, se mantuvo concentrado, lastimando con su servicio, prevaleciendo cada vez que tuvo la iniciativa y manteniéndose a raya en el partido.
Así alcanzó el tie break del segundo parcial, en el cual le valió un muy buen comienzo (4-0), para nivelar las acciones.
La frustración terminó de redondearse para Del Potro tras el tercer set, dado que lo perdería también en el tie break, viéndose abajo en el score luego de perder dos sets sin que le hayan quebrado el servicio.
La carga anímica se sintió en el nacimiento del cuarto capítulo, en el que el tandilense cedió su saque por primera vez en el partido, cometiendo dos doble faltas consecutivas.
Fue el principio del fin, luego también sobrevino un imponderable físico cuando servía 2-3. Tras recibir asistencia, el tandilense dejó escapar dos games y con ello el partido.
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Comodidades
El polideportivo Islas Malvinas en el que Argentina y España animan la final de la Davis, es rodeado por una infraestructura digna de un acontecimiento de esta magnitud.
Las adyacencias del complejo panamericano, vestidas con innumerables vallas, carteles y efectivos de seguridad y organización le dan forma a un dispositivo tan impresionante como desorientador a la hora de rastrear un sitio determinado.
En el extenso ?pasillo? que conduce hacia el polideportivo, los concurrentes pueden regodearse con distintos stands, en los cuales se pueden adquirir desde comestibles, hasta artículos de computación y, naturalmente, accesorios vinculados al tenis.
En tal sentido, la tradicional campera utilizada por los integrantes del elenco argentino ronda los 350 pesos, mientras algunas de las raquetas orillan los 270 dólares.
Respecto al ordenamiento del público pudo observarse un ágil desenvolvimiento, al punto de que pocos minutos antes del partido de Nalbandian el Islas Malvinas aparecía colmado en un 50% y en escasos minutos se vio cubierto en casi su totalidad.
La sala de prensa ofrece notables comodidades, con varias computadoras a disposición de los periodistas acreditados, quienes también disponemos de refrigerios, teléfono abierto y una amplia sala de conferencias a la que se dirigen los protagonistas apenas concluidos los partidos.
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