Ejemplo de vida, ejemplo de trabajo
Comenzó a trabajar a los catorce años como cadete en el rubro de vestido para el hombre. Estuvo seis años así, hasta en 1949 que se independizó con una camisería propia en pleno centro. Dice que comenzó casi por casualidad en el oficio, pero continuó siempre interesado en el mismo.
?Mi hermano, como sastre era un artista, extraordinariamente bueno, muy prolijo, de muy buen gusto…me llamó para continuar con él…yo no sé pegar un botón, pero sí conozco el oficio, así que siempre seguí?.
Cambios en el tiempo
Para él, el cambio de la moda no ha sido violento en las prendas formales, pero sí en la informal, y ?el vaquero fue una de las cosas que invadió el mercado ¡en buenahora!, porque lo usan los chicos y los grandes. Lo que sí cambiaron, son las calidades?. Dice que también es diferente la atención, hoy ?es raro que te asesoren, uno se sirve solo hoy en día?, aduce.
Además, expresó que el trabajo es menos artesanal, porque ?antes había alrededor de 30 sastres y hoy lo de buena calidad es carísimo; nos vestimos mal en calidad, no se puede comparar lo que hoy usamos con las fibras naturales que había antes?.
En este sentido, grafica la situación diciendo que en la década del cuarenta y cincuenta el hombre podía hacerse un traje a medida, de la mano de un sastre y con tela inglesa a un precio moderado y hoy es prácticamente inaccesible.
Afirma que una de las experiencias más ricas que ha adquirido en el tiempo es el trato con la gente y en tal sentido, advierte que prefiere asesorar bien a los jóvenes, que no están acostumbrados a vestirse con formalidad. Para él, vestir bien depende del gusto de cada uno, pero sí existen algunas pautas como llevar el pantalón a la cadera para hacer que el cuerpo se vea más estilizado ?pero bueno, no hay duda que cada uno tiene que estar cómodo?. Finalmente afirma que ?Lo puedo hacer y lo hago con gusto, es una manera de matar el tiempo?.
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